Perder en las semifinales de la Champions es algo que entra dentro de lo probable, incluso hasta puede verse desde el lado positivo de estar entre los grandes equipos europeos. Pero cuando un equipo como el Barça pierde una eliminatoria por 7-0 y de la forma en la que se ha producido, es el momento de reflexionar bien sobre los motivos de lo ocurrido y planear el futuro para recomponer el equipo.

Ahora el Barça afronta una etapa en la que puede haber que tomar decisiones importantes dentro del club. Estos son los problemas que ha padecido el Barça en este final de temporada:

- Messidependencia. Es normal que cuando el mejor jugador del mundo de los últimos tres años no esté, el equipo lo acuse. Pero la dependencia de este Barça de Messi es exagerada, excesiva. Sin él en el campo el equipo no genera ocasiones de gol, no tiene verticalidad y nadie asume la responsabilidad de cara al gol.

- Escasez de plantilla. Cuando las lesiones han llegado, el banquillo no ha existido. Los suplentes no están a la altura de la gran mayoría de los titulares, que se sabían intocables, y cada baja era un drama en el equipo. Hace falta mayor competitividad y que los suplentes puedan dar descanso a los titulares sin que el equipo se resienta. Los años no pasan en balde y jugadores como Xavi y Puyol ya no pueden disputar 60 partidos al año.

- Ausencia de ideas en el banquillo. La gestión de la eliminatoria ante el Bayern deja tocado a Tito Vilanova. Sin reacción en Múnich, donde solo hizo un cambio y casi al final, y sin ideas en la vuelta, donde ni arriesgó ni innovó, su gestión de la plantilla arroja ciertas dudas. Además, no ha ganado ninguna de las dos eliminatorias ante el Real Madrid (Supercopa y Copa). Parece que al equipo le han cogido el truco y el entrenador no tiene respuestas.

- No hay un Plan B. Ni un solo delantero centro puro tiene la plantilla del Barça, lo que le impide al equipo culé un cambio de estilo ocasional bien sea en los minutos finales bien sea en caso de bajas como la de Messi. Tampoco jugadores de contención que permitan evitar una goleada cuando el equipo está mal.

- Sin fichajes estrella en verano. La competitividad no aumentó el pasado verano en el Barça. Jordi Alba llegó para cubrir la baja de Abidal y Song, pese al alto precio de su traspaso, ha sido un jugador residual. Dado que Villa empezó el año lesionado, tardó en recuperarse y no tiene la confianza de Tito, el fichaje de un atacante hubiera sido más que necesario.

- El problema de los centrales. Piqué, pese a ser el mejor en la vuelta ante el Bayern, ha estado toda la temporada lejos de su mejor nivel; Puyol se ha tirado todo el año con problemas con las lesiones; Mascherano no es un central y también se ha lesionado; Y para terminar, Bartra ni tiene la confianza de Tito ni parece capacitado para ser titular. Es la parte más débil del equipo con diferencia.