Marc Biver, director general del equipo Astana, prefirió no defender a Vinokourov tras su positivo en el Tour, mientras en el pelotón las reacciones son de sorpresa y tristeza.

"No podemos condenar a Vinokourov mientras que no nos encontremos frente a un caso de dopaje, por lo que debemos esperar al resultado de la muestra B, pero para nosotros, si la muestra A es positivo es culpable mientras la muestra B no diga lo contrario", señaló Biver en la página lequipe.fr.

El equipo Astana decidió suspender al kazajo y admitió la solicitud del Tour de retirarse de la carrera. El presidente del Tour, Patrice Clerc, apuntó que había tomado "la única decisión posible" al pedir a la formación ciclista su abandono.

Mientras el equipo abandonaba su hotel en Pau, donde estaban en la jornada de descanso, unos 20 agentes franceses entraron en las habitaciones para registrar las dependencias.

Según diversas fuentes, Vinokourov ya no se encontraba en el hotel cuando llegaron los policías, pero sí otros corredores y miembros del equipo técnico y médico.

La organización del Tour sienten el fracaso

Clerc señaló que "pese a que atravesamos un momento negro, no tenemos que dejar la victoria en manos de los tramposos. Vivimos un periodo de guerra contra el dopaje y quiero transmitir toda mi determinación para combatir esta lacra", aseguró.

Visiblemente emocionado y enfadado, el director de la carrera, Christian Prudhomme, envió un mensaje a los ciclistas: "Juegan a la ruleta rusa todos los que hacen trampas", clamó.