El banquillo del Alavés vuelve a estar vacío, al menos oficialmente porque de todos es sabido lo que manda el presidente Dimitry Piterman en cuestiones deportivas.

Ayer dimitió el técnico hispano-argentino Mario Luna, tras la derrota ante el Salamanca (0-2), dejando al equipo en 17ª posición de la Segunda División. Los resultados siguen siendo pobres, en la anterior jornada perdió 2-3 ante el Hércules y también en la visita al Castellón.

El juego tampoco mejora, ante los salmantinos se jugó muy mal con un equipo que a principios de temporada pretendía lograr el ascenso.

La última victoria es de la jornada 26, hace seis partidos. En Vitoria muchos temen ver de cerca el descenso, hacia el que va en caída libre. Ayer, la grada alavesista coreaba con ‘olés’ las jugadas del Salamanca. El ambiente sigue caldeado en la ciudad.

Ahora, a por el quinto entrenador

Luna, que cumplía con el trámite de aportar su carné de entrenador, ha sido el cuarto técnico alavesista esta temporada tras Julio Bañuelos, Chuchi Gómez Cos y Fabriciano González Penelas, ‘Fabri’.

También hay que apuntar a Garmendia, técnico de porteros, que sirvió de enlace entre Fabri y Luna.

Con Luna el Alavés ha sumado dos empates y tres derrotas en el escaso tiempo que ha estado a la vera de Piterman, desde primeros de marzo. Las razones esgrimidas son que los resultados "no han acompañado" y también que mucha gente le ha utilizado para "atacar al presidente".

Luna ya estuvo al final de la pasada campaña en el banquillo del Alavés, consumándose entonces el descenso desde la Primera a la Segunda. En la temporada anterior también pasaron Chuchi Gómez Cos, Rafael Monfort y Juan Carlos Oliva.

Muchas polémicas

Los socios han llegado a silbar a mostrar carteles en la asamblea del Alavés pidiendo la dimisión de Piterman, un empresario que en esta temporada está enfrentado al Ayuntamiento de Vitoria, los propios jugadores (aún se recuerda las injurias a Carreras) y casi toda la afición.

Muchas pintadas contra Piterman se ha visto en el estadio de Mendizorroza. Pero el club es de su propiedad, pese a que tiene alguna oferta por sus acciones de un grupo empresarial alicantino.

En Vitoria están deseando que venda.