Ambos colectivos, a través de un comunicado recogido por Europa Press, recuerda que el Ayuntamiento de Palencia aprobó con fecha 21 de Julio de 2016 una moción para declarar la ciudad libre de circos con animales salvajes y atracciones de feria con animales.

Pese a ello, el 18 de Agosto de 2016 la vicesecretaria del Ayuntamiento resolvió autorizar al representante del Circo Holiday S.L. su instalación en la parcela nº 63 del recinto ferial.

Uno de los reclamos del circo era la atracción con la presencia de un oso pardo, especie catalogada en peligro de extinción en España. En base al Anexo II de la solicitud realizada por el representante del circo, se autorizaba al Ayuntamiento a comprobar los datos necesarios para la tenencia de animales, comprobación que, según denuncian ambos colectivos, no fue hecha ya que fueron solicitados al Consistorio estos permisos sin que a fecha de la instalación del circo (24 de agosto a 5 de septiembre) se aportaran dichos documentos.

Con fecha 24 de agosto, el Seprona de la Guardia Civil realizó una inspección en el circo y comprobó que el propietario del oso carecía del correspondiente certificado CITES, así como de la preceptiva autorización sanitaria para el transporte

de animales vivos del vehículo en el cual era transportado.

Además, se realizaron gestiones para verificar la legalidad de la documentación obrante en el circo y se comprobó que los animales del circo no se encontraban inscritos en Núcleo Zoológico alguno. Ante todas estas irregularidades se remitió denuncia al delegado territorial de la Junta de Castilla y León.

Las asociaciones de conservación de la naturaleza, a través de un comunicado recogido por Europa Press, consideran que no es procedente la "permisividad" del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palencia, tanto por no controlar la documentación necesaria para este tipo de instalaciones como lo que puede suponer de agravio con el resto de empresarios que cumplen escrupulosamente la normativa y están al día de sus responsabilidades.

Inciden en que este problema podía haberse evitado si el Ayuntamiento de Palencia se hubiese "tomado en serio las decisiones que se aprueban en los plenos municipales y sobre todo aquellas que tienen que ver con el medio ambiente".