La frontera entre la provincia de Salamanca y Portugal está plagada de castillos que dan evidencia del largo pasado militar de la zona. Las constantes luchas entre ambos territorios hicieron necesaria la construcción de estas fortificaciones, que, hoy en día, podemos visitar en una ruta a través de la historia.
Ledesma
Bajo el nombre de La Fortaleza, el castillo de Ledesma fue construido en el siglo XII. Está apoyado sobre una roca granítica que le aporta solidez, y presenta una planta irregular y trapezoidal. El castillo está adosado a la muralla de Ledesma, donde vemos un arco de medio punto flanqueada por dos torreones. En la actualidad, en la fortaleza se celebran algunas actividades y mercados.
Yecla de Yeltes
El Castro de Yecla de Yeltes está ubicado entre peñascales y rodeado de una gruesa muralla. El único edificio que se conserva en pie es la ermita de la Virgen del Castillo, construida ya en la época de los Reyes Católicos, tras el abandono del castillo.
San Felices de los Gallegos
El castillo de San Felices de los Gallegos fue edificado en el siglo XIII por el rey portugués Don Dinis; más adelante, en el siglo XV, se construyó la muralla que tiene forma redonda y en el XVII la de estrella. Aún conserva restos del antiguo foso, de la cerca vieja y las defensas abaluartadas que se construyeron en el siglo XVIII. Destaca la Torre del Homenaje, que acoge una exposición sobre estas fortificaciones de frontera.
Aldea del Obispo
Construida bajo los restos de la antigua fortaleza de Osuna, el Castillo Fuerte de la Concepción, en el municipio de Aldea del Obispo, fue el eterno vigía de las tierras portuguesas, y es que se encuentra justo en la frontera con el país vecino. El conjunto fortificado tiene forma de estrella y estaba formado por tres cuerpos comunicados por pasadizos. Después de estar abandonado y en ruinas durante siglos, ahora aloja un hotel en su interior.
Ciudad Rodrigo
El origen del Castillo de Enrique II, en Ciudad Rodrigo, se remonta a 1372, pero a principios de XVI fue cuando se construyó la barrera para artillería que lo rodea. El perfil de la fortificación sobresale en el horizonte de la localidad, con su estilo gótico militar y su Torre del Homenaje. En la actualidad, podemos dormir en su interior, ya que alberga un Parador Nacional de Turismo.
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