El río Huéznar es uno de los afluentes del Guadalquivir y, a pesar de no ser muy largo, sí tiene varios puntos que merecen la pena una visita. La estrella de su curso son las cascadas que forma a los pocos kilómetros de su nacimiento. Un paisaje que desde el año 2001 está catalogado como Monumento Natural.
El paisaje que forman las cascadas del Huéznar a los pocos kilómetros de su nacimiento está catalogado como Monumento Nacional
Situadas en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, llegar a estas cascadas es muy fácil y cómodo. Están situadas muy cerca de San Nicolás del Puerto, a unos 30 minutos de Cazalla de la Sierra. Una vez allí, hay que dirigirse al área recreativa El Martinete, donde encontrarás bastante sitio para aparcar y un restaurante con el mismo nombre. El lugar perfecto para quedar antes de la excursión o reponer fuerzas al terminarla. Desde aquí el sendero está muy bien señalizado y la ruta está considerada de nivel fácil. Si solo se recorre el sendero señalizado, el total son dos kilómetros, aunque en algunos puntos es inevitable salir y alargar un poco más el paseo.
Entre un frondoso bosque
El paseo hasta las cascadas es una delicia ya que se atraviesa un espeso bosque formado por olmos, fresnos, sauces y alisos. Solo hay que seguir el camino señalado hasta que se empiece a sentir el sonido del agua al caer.
Esta sucesión de cascadas es diferente debido al terreno, ya que se han creado peculiares formaciones calizas conocidas como travertinos. Esto es debido a la deposición del carbonato cálcico que se encuentra en altas concentraciones sobre la materia orgánica del entorno. Así, el agua parece resbalarse entre divertidos toboganes hasta llegar a una amplia poza (dependiendo de las lluvias varía su profundidad). A esta sucesión de pequeños saltos se le conoce como “Las Chorreras”. En esas aguas siempre cristalinas podemos encontrar truchas azores, cangrejos, galápago leproso, truchas y nutrias. Pero no bañistas, ya que aquí el baño está prohibido.
El chapuzón
Si las temperaturas lo piden, no te preocupes por no poder bañarte en este punto. Solo hay que subir el cauce unos kilómetros para llegar a una playa en la sí está permitido el baño. Se trata de la playa de San Nicolás y está perfectamente habilitada para que disfrutes de estas aguas y del maravilloso entorno.
El principio
O el final de la ruta debe ser el nacimiento del río Huéznar. Aquí también encontramos un área recreativa donde poder aparcar y una zona de merenderos. Además, justo en este punto se cruza con la Vía Verde de la Sierra Norte, por lo que suele ser muy visitado.
Para determinar el punto exacto en el que nace el río hay que fijarse en una zona de la que surgen pequeñas burbujas. Esto es debido a que el agua se cuela por una falla del terreno, dando lugar así a un nuevo río. El entorno está igual de cuidado y acondicionado. Ideal para pasar un completo día rodeado de naturaleza.
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