Con la llegada del invierno, los Pirineos se convierten en uno de los centros turísticos más importantes de España, especialmente gracias a los amantes del esquí que llenan las diversas estaciones que hay en la frontera natural con Francia. Aunque los deportes de nieve sean el principal atractivo del sistema montañoso en esta época, también hay numerosos pueblos que son signos de visita no solo en los meses de frío, sino durante todo el año.
Erigidos a lo largo de todos los Pirineos hay muchas localidades con pocos habitantes que son una auténtica belleza, como el pueblo de Jasa, situado al noroeste de la provincia de Huesca y que es uno de los más bonitos que se pueden visitar en Aragón. Además, el municipio también marca el inicio de varias rutas de senderismo que harán las delicias de cualquier apasionado del 'trekking', por lo que viajar a esta preciosa villa es una de las mejores escapadas rurales que se pueden hacer en febrero.
Su preciosa iglesia del siglo XII
Situado en el Parque Natural de los Valles Occidentales, Jasa es uno de los pueblos más bonitos del Pirineo oscense, no solo por el entorno sino también por su arquitectura, muy marcada por la enorme actividad ganadera que se realiza en él, algo que se puede comprobar en el Museo Casa Moní. Sus casas con chimeneas trancocónicas y calles de piedras rodadas se complementan a la perfección con el edificio más importante de la localidad: la increíble Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Aunque no tenga un tamaño colosal, este templo es una visita obligada si se viaja a Jasa. Su bóveda de cañón apuntalada por grandes pilares hace de esta iglesia gótica del siglo XII una auténtica belleza, a lo que también ayuda su preciosa torre del campanario y las numerosas capillas y retablos que se encuentran en el interior. A pesar de que fue remodelada en el siglo XVI, sigue manteniendo ese aire clásico con el que fue construida en un primer momento.
El otro edificio de relativa importancia de Jasa es la Ermita de San Pedro, erigida a las afueras del pueblo en el siglo XVI y que actualmente es un museo en el que se puede apreciar la cultura y las tradiciones del Alto Aragón. Eso sí, el antiguo santuario está construido en un entorno tan impresionante como lo es el Pirineo aragonés.
El Parque Natural de los Valles Occidentales
En el noroeste de Aragón, colindando con Francia y Navarra, se extiende por más de 27.000 hectáreas el Parque Natural de los Valles Occidentales, el cual atraviesan los ríos Veral, Osia (en cuya orilla se ubica Jasa), Estarrún, Aragón Subordán, y Lubierre. La acción glaciar hizo de este paraje uno de los más bonitos de toda España, en el que destacan por encima de todo sus increíbles abedules.
Además de su amplia biodiversidad, en este entorno también se pueden recorrer muchas rutas de senderismo aptas para todo tipo de públicos, por lo que además de pasear por una preciosa localidad, los visitantes de Jasa también pueden adentrarse en un espacio natural único y casi idílico en plena montaña.
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