Una ruta de lujo en la Ciudad de la Luz por sus lugares y tiendas más emblemáticas

París ha sido elegida por la Guía Michelin para anunciar las Llaves Michelin, un nuevo galardón que reconocerá a los hoteles más especiales del mundo
Turista en París con la Torre Eiffel al fondo.
Turista en París con la Torre Eiffel al fondo.
Getty Images/iStockphoto
Turista en París con la Torre Eiffel al fondo.

París es "La Ville Lumière", la que durante el Siglo de las Luces hizo florecer la intelectualidad como protesta a la mediocridad, la que en 1828 iluminó sus calles con farolas de gas y la que desde entonces resplandece. París, Ciudad de la Luz, ha sido elegida por la guía francesa por excelencia, la pionera Guía Michelin, para anunciar un nuevo galardón que completará las rutas de los viajes más exclusivos: las nuevas Llaves Michelin que a partir del próximo año se otorgarán para reconocer a los hoteles más especiales del mundo.

A partir del próximo año las Llaves Michelin se otorgarán para reconocer a los hoteles más especiales del mundo

Si Michelin prendió una nueva luz con la creación de su Guía en el año 1900, ahora vuelve a iluminar el panorama hotelero internacional con este nuevo reconocimiento. No había mejor escenario para el anuncio, ni mejor espacio que el del Hotel Les Bains-Douches, mítico e icónico lugar de encuentro de la vanguardia artística de los años 80, cuando Mick Jagger, Andy Warhol o David Bowie, entre otros, repartían su luz entre sus eclécticos muros.

Fachada del Hotel Les Bains.
Fachada del Hotel Les Bains.
Carla Royo-Villanova

Estilo de vida parisino

El ayer y el hoy de una ciudad que bien vale una misa y también un recorrido por sus rincones más exclusivos. Gwendal Poullennec, director internacional de la Guía Michelin, reconocía a 20minutos que el mayor lujo de París es madrugar un domingo para recorrer sus calles mientras la ciudad despierta. “Solo así se puede apreciar el verdadero estilo de vida parisino, cuando aún no hay coches, la gente toma en la calle su primer café del día, huele a croissant, comienzan a instalarse los mercadillos callejeros y esas sensaciones y aromas únicos convierten la experiencia de vivir la ciudad en un lujo”.

Para Gwendal Poullennec, director internacional de la Guía Michelin, el mayor lujo de París es madrugar un domingo para recorrer sus calles mientras la ciudad despierta

Para el flamante director de la Guía más prestigiosa del mundo, el lujo es todo aquello que rechaza la mediocridad, tal y como apuntaban los intelectuales de la Ilustración: “El lujo es intentar construir la última de las experiencias, pero para quienes trabajamos en este sector también significa mucho trabajo, dedicación y profesionalidad. Cada día te levantas con ganas de conseguir recuerdos excepcionales. El lujo no tiene por qué ser caro, pero sí debe ser auténtico, único y cualitativo”. Palabras sinceras y afables que motivan a descubrir los rincones más auténticos de París.

Casa del alquimista Nicolas Flamel.
Casa del alquimista Nicolas Flamel.
Carla Royo-Villanova

La casa del alquimista 

Un recorrido especial precisamente por su autenticidad nos lleva a pocos metros del Hotel Les Bains, a la casa más antigua de París, la que construyera el comerciante y alquimista Nicolas Flamel. En su fachada puede leerse la inscripción: “Los hombres y mujeres labradores que vivimos en el pórtico de esta casa, que fue edificada en el año de gracia de mil cuatrocientos siete, estamos obligados por derecho a rezar cada día un Padre Nuestro y un Ave María, rogando a Dios que su gracia se manifieste a los pobres que ya han pasado. Amén”.

Un recorrido especial lleva a pocos metros del Hotel Les Bains, a la casa más antigua de París, la que construyera el comerciante y alquimista Nicolas Flamel

En la planta de la calle comerciaba sus mercaderías y en los pisos superiores alojaba a personas sin hogar. La leyenda dice que encontró la piedra filosofal y que era capaz de convertir el plomo en oro. Muchos le recuerdan como uno de los personajes de “Harry Potter”, pero existió en verdad, y hoy su casa es monumento protegido. Aloja el restaurante Auberge Nicolas Flamel, con una estrella Michelin, ofrece autenticidad y excelencia, un must del París culinario.

El Palais-Royal de París.
El Palais-Royal de París.
Getty Images

El Palais-Royal

Si París es la capital de Francia, el Palais-Royal es la capital de París. Entre sus galerías se esconden las tiendas más nicho de Francia, pura delicadeza para los sentidos, como Serge Lutens, cuyas fragancias esconden el misterio de la transformación. También aquí la música encuentra un rincón inspirador, la Boite à Musique Anna Joliet, quien durante más de treinta años recopila románticas cajas de música para que al cerrar los ojos sigamos soñando con ese encanto especial que tienen los jardines del Palais-Royal, sus galerías y aledaños, como La Comédie-Française, conocida también como la Casa de Molière.

Entre las galerías del Palais-Royal se esconden las tiendas más nicho de Francia, pura delicadeza para los sentidos

Fue el dramaturgo y precursor de los ideales ilustrados quien junto a sus comediantes y la compañía del hotel Bourgogne lo fundó en 1680. Es uno de los teatros más antiguos del mundo y el que más influencia artística ha ejercido, con permiso del Teatro de la Bastilla, que abandera la vanguardia actual parisina. A escasos metros, la Galerie Vivienne, con sus mosaicos del suelo, su techo acristalado, gran cúpula y sus “todo tipo” de pequeñas tiendas, permite a cada paso vivir la experiencia de un entorno excepcional. No dejen de entrar en la librería Jousseaume.

Basílica de Notre-Dame des Victoires.
Basílica de Notre-Dame des Victoires.
A. TAMBOLY

La ofrenda de una reina

Muy próxima, la barroca y también ilustrada Basílica de Notre-Dame des Victoires es historia viva de París, fruto de la generosidad del rey Luis XIII a petición de los Agustinos Descalzos, los “pequeños padres” que oraban en una pobre capilla y solicitaron al monarca dedicar una iglesia a la Virgen. Una vez terminada dicen que la Virgen de las Victorias se presentó a uno de los frailes para anunciar el próximo alumbramiento del rey Sol; la reina en persona le llevó una ofrenda y desde entonces miles de exvotos de gratitud prenden de sus paredes. Esta es la Basílica que embelesó a la que luego sería Santa Teresita cuando acudió junto a su padre para agradecer a la Virgen su curación.

La Basílica de la Virgen de las Victorias representa la historia viva de París

De la zona del Palais Royal al Puente Royal para cruzar el Sena hasta Casa Lopez, el universo de los anticonformistas, una tienda donde la atmósfera se vende sola, donde la tradición abierta al mundo se transforma en novedad. Si el arte de vivir es permanecer en constante movimiento, este es el lugar para quien busque una decoración sin fronteras, objetos en permanente estado de libertad. Como la que se respira en el cercano número 70 de la rue Grenelle, donde la galería de arte de Carole Korngold apuesta por artistas Art&Craft, talentosos fotógrafos, escultores o pintores contemporáneos.

Ambiente del Barrio Latino de París.
Ambiente del Barrio Latino de París.
Ken Wiedemann

París bohemio

Muy cerca, el Barrio Latino de París, llamado así porque en la Edad Media profesores y estudiantes de la Sorbona allí hablaban exclusivamente latín, es un hervidero cultural de calles estrechas, plazas y jardines como el de Luxemburgo. Ese París que debe compartir bohemia con Montmartre, y donde el Panteón, también de tiempos ilustrados, recibe los restos de los franceses más ilustres mientras el movimiento lento pero constante del Péndulo de Foucault evidencia que quien no se mueve está muerto.

La ruta ilustrada que alterna el lujo material con el espiritual transcurre por la calle Saint-Honoré y su siamesa Faubourg Saint-Honoré, y disfrutando de las tiendas más representativas del lujo internacional se llega hasta Féau Boiseries, la ebanistería soñada y la escogida por Karl Lagerfeld para redecorar algunas zonas del Hotel de Crillon. Una visita guiada mostrará cómo se mantiene viva la tradición carpintera que desde el siglo XVII volvió locos a reyes y nobles de Francia y toda Europa, así como de las piezas que el maestro Féau conserva en su colección privada.

Copa homenaje a María Antonieta en el Hotel de Crillon.
Copa homenaje a María Antonieta en el Hotel de Crillon.
Carla Royo-Villanova

La copa de María Antonieta

Volvemos brevemente al hotel de Crillon, donde María Antonieta tocaba el piano y brindaba con sus copas de champán sin base y a cuyas puertas fue guillotinada. Porque en su restaurante L´Ecrin, con una estrella Michelin, además de poder probar alguno de sus dos mil Grand Cru se puede brindar con champán en una de las copas homenaje a la reina, reproducción de las que ella misma diseñó sin base de cristal para que nadie pudiera posarlas y así beber toda la noche.

Interior de las Galerías Lafayette.
Interior de las Galerías Lafayette.
Getty Images

Grandes almacenes

Si, tal y como asegura Gwendal Poullennec, la autenticidad es parte esencial del lujo, llegados hasta aquí, al final de una ruta ilustrada, el gran almacén y primero de Francia, Le Bon Marché, refleja el espíritu de sus creadores y la apertura al mundo del siglo XIX, de un París que siempre ha estado en movimiento. Ver uno de los más bellos atardeceres puede experimentarse en el top roof de Galeries Lafayette Paris Haussmann, y desde allí comprender que el verdadero lujo es tener la oportunidad de elección, de libertad y, ya de paso, de igualdad y fraternidad, al más puro estilo ilustrado de Montesquieu. Así es París, la ciudad infinita.

Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo

Mostrar comentarios

Códigos Descuento