Siete planes imprescindibles para una escapada a Zúrich (y alguno te va a sorprender)

Vista panorámica de Zúrich y el río Limmat.
Vista panorámica de Zúrich y el río Limmat.
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Vista panorámica de Zúrich y el río Limmat.

El aeropuerto de Zúrich es el principal punto de llegada para casi todas las personas que visitan Suiza gracias a sus buenas conexiones, un aeropuerto moderno con estación de tren en la misma terminal y con una alta frecuencia de trenes que llevan al centro de la ciudad en un trayecto de diez minutos.

Nada más llegar lo más recomendable es hacerse con una Zürich Card, que proporciona transporte público gratuito (también en los barcos), entradas a museos y descuentos en numerosas actividades, restaurantes, tiendas y hasta centros de ocio y bienestar. La tarjeta para un día cuesta 27 francos suizos y 53 francos para 72 horas (los menores de entre 6 y 16 años pagan 19 y 37 francos respectivamente; un franco suizo equivale a 1,04 euros). Merece la pena porque se ahorra mucho dinero con ella.

La Zürich Card proporciona transporte gratuito y descuentos en museos, tiendas, actividades y hasta en centros de ocio y bienestar
La catedral Grossmünster y el río Limmat al atardecer.
La catedral Grossmünster y el río Limmat al atardecer.
ALEKSANAR VRZALSKI

La Zürich Card se puede adquirir en los mostradores de información de las estaciones de tren y de los aeropuertos, en Oficinas de Turismo o directamente en la aplicación Zürich City Guide App para llevarla en el móvil. Solo necesitará mostrarla en el transporte público cuando se la requieran. Otra recomendación práctica es llevar la Tarjeta Sanitaria Europea, que es válida en Suiza y en caso de alguna incidencia médica le puede librar de una importante factura.

Ya con la Zürich Card y con la Tarjeta Sanitaria Europea toca descubrir y disfrutar de una de las ciudades más icónicas del mundo, famosa históricamente como centro financiero y de negocios y que de un tiempo a esta parte ha abierto los brazos al turismo, que ya representa el 45 por ciento de sus visitantes. Estos son algunos planes imprescindibles (y alguno, seguro, le sorprenderá).

Barco turístico en el lago de Zúrich.
Barco turístico en el lago de Zúrich.
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Navegar por el gran lago

Zúrich es una ciudad que vive por y para el agua. En la ciudad manda el río Limmat, conectado con el extenso lago Zúrich, de 40 kilómetros de largo. Con la Zurich Card podrá realizar cortos cruceros por el lago, de una hora de duración, con la Zurich Navigation Company, para contemplar maravillosas vista desde cubierta, incluida la ribera que allí denominan su particular “costa del sol”, que es donde más impactan los rayos solares y donde tienen o han tenido vistosas casas personajes como Tina Turner o el tenista Roger Federer. En el barco sirven comidas y bebidas de pago.

El Hall Giacometti en una comisaría.
El Hall Giacometti en la comisaría de Bahnhofquai.
Luis Uribarri

Recorrer las riberas del Limmat y visitar la Comisaría

En un recorrido a pie por las riberas y puentes de Zúrich hay una visita que puede parecer sorprendente, y lo es, pues una de las atracciones turísticas es una comisaría de Policía en la calle Bahnhofquai, cerca del puente Rudolf-Brun. Hay que consultar con los agentes de la entrada si es buen momento para pasar y contemplar su espectacular hall decorado con murales de Augusto Giacometti (no confundir con su pariente lejano Alberto, el de las esculturas estilizadas y muy altas). Augusto Giacometti realizó esta obra decorativa cuando sobre el año 1914 el edificio pasó de ser un orfanato a su función actual de comisaría. La visita es gratuita. Si le ha gustado este artista, busque la iglesia Fraumunster y contemple algunas de sus vidrieras que llevan su firma, entre ellas una muy famosa dedicada a un antiguo coche de carreras Bugatti.

Fuente de chocolate en el Museo Lindt.
Fuente de chocolate en el Museo Lindt.
LINDT&SPRÜNGLI

Contemplar la fuente de chocolate más alta del mundo

Los amantes del chocolate (y los que no también) tienen una cita en el museo Lindt. Abierto en septiembre del año 2020 y ubicado a unos minutos en autobús desde el centro, cuenta la historia y evolución de este producto americano traído a Europa por los españoles. Nada más entrar la vista se va irremediablemente hacia la fuente de chocolate más alta del mundo, de 9,3 metros de altura y tres toneladas de peso y por la que se llegan a deslizar hasta 1.500 litros de chocolate.

La fuente de chocolate del Museo Lindt tiene 9,3 metros de altura y pesa tres toneladas

Un recorrido interactivo por esta “casa del chocolate” mostrará la contribución suiza a este alimento a través de sus personajes más relevantes, como François-Louis Cailler, Henri Nestlé, Rudolphe Lindt, Philippe Suchard y Theodore Tobler. Un plan perfecto para llevar a los más pequeños, que disfrutarán con los juegos para obtener chocolatinas y con las degustaciones de todo tipo de chocolate que hay al final del recorrido. El precio de la visita es de 15 francos para los adultos, de 13 para niños entre 8 y 15 años y gratuita para los menores de 7. Importante reservar con antelación en su página web debido a la gran demanda que tiene este museo (lindt-home-of-chocolate.com).

Viñedos urbanos en Zúrich.
Viñedos urbanos en Zúrich.
Luis Uribarri

Pasear por viñedos urbanos y degustar sus vinos

Una de las particularidades que distingue a Zúrich junto a solo otras tres capitales de Europa (Viena, Stuttgart y la también suiza Lausana) es tener plantaciones de viñedos dentro del casco urbano. Empresas como la bodega Landolt organizan recorridos guiados, previa petición por correo electrónico (contacto@landolt-weine.ch), por algunos de estos ejemplos de agricultura urbana (con ovejas incluidas), con una posterior degustación de vinos bien en el propio viñedo o en la vinoteca de esta bodega.

Sala del Museo Kunsthaus.
Sala del Museo Kunsthaus.
Silvano Zeiter

Admirar las obras del Museo Kunsthaus

Los amantes de la cultura tienen en Zúrich más de 50 museos y más de cien galerías de arte para visitar. Uno de los museos imprescindibles es el Kunsthaus, que alberga una de las colecciones de arte más importantes de Europa y del mundo, con obras de Picasso, Munch, Monet, Alberto Giacometti, Manet, Matisse y Magritte, entre otros. Recientemente el museo ha sido ampliado con un nuevo edificio obra del arquitecto David Chipperfield, una ampliación que ha supuesto una inversión de más de 200 millones de euros. No se pierda atravesar el túnel que conecta los edificios nuevo y antiguo y busque la sala que alberga la singular instalación de arte de la artista Pipilotti Rist, un recorrido entre lianas de luces que va cambiando de color y creando diferentes atmósferas. Con la Zürich Card se obtiene un 20 por ciento de descuento en la entrada al museo.

Plaza del casco antiguo de Zúrich.
Plaza del casco antiguo de Zúrich.
Kavalenkava Volha

Recorrer el casco antiguo

¿Qué tienen en común Einstein, James Joyce y Wagner? Que los tres fueron residentes en la ciudad de Zúrich. Se pueden buscar sus huellas y pistas en un paseo por el casco antiguo de la ciudad, salpicado de coquetas y pintorescas plazas con fuentes (hay unas 12.000 fuentes de agua potable en toda la ciudad) y callejones escondidos que transmiten al visitante el auténtico modo de vida de los zuriquenses. A través de uno de estos callejones podrá vislumbrar la esfera de reloj más grande de Europa (9 metros de diámetro), en la iglesia dedicada a San Pedro, y asomarse a una de las mejores vistas del río (con el agua siempre transparente) y de la ciudad desde la plaza de los Tilos. En el otro lado del río busque el Cabaret Voltaire, local donde el 5 de febrero de 1916 nació el Dadaísmo, transgresor movimiento cultural orientado a contrariar las artes. También aquí le harán descuento con la Zürich Card.

La esfera de reloj más grande de Europa, en la iglesia de San Pedro.
La esfera de reloj más grande de Europa, en la iglesia de San Pedro.
Getty Images

Ir de compras a Zúrich West, el barrio de moda

Un paseo alternativo es acercarse al barrio conocido como Zúrich West, en el distrito 5. Esta zona se puso de moda hace unos doce años cuando pasó de ser un área eminentemente industrial a desarrollar tiendas, comercios y centros alternativos como lugares de interés. En las naves y astilleros donde antaño se construían barcos o se ponían a punto motores actualmente se desarrolla una animada vida urbana.

Torre Freitag en el barrio Zúrich West.
Torre Freitag en el barrio Zúrich West.
Martin Rütschi

Los arcos del Viaducto de este barrio se transformaron en una milla comercial y de ocio y tomaron protagonismo edificios tan singulares la torre Prime, la segunda más alta de Suiza, y la torre Freitag, realizada con containers de carga y sede de esta marca de bolsos, mochilas y monederos realizados con lonas de los trailers de los camiones, por aquello de ser un material totalmente impermeable (son tendencia hoy). Suba hasta lo más alto de la torre para disfrutar de un mirador realmente especial. Para relajarse después, el jardín botánico de Frau Gerold, con bar y restaurante.

Restaurante Zunfthaus zur Zimmerleuten.
Restaurante Zunfthaus zur Zimmerleuten.
Christian Beutler

Dónde comer y dormir

La oferta gastronómica y hotelera de Zúrich es muy amplia y variada. Para disfrutar de un ambiente tradicional y de la gastronomía más típica de la ciudad, el restaurante Zunfthaus zur Zimmerleuten, ubicado en un magnífico edificio medieval del antiguo gremio de carpinteros, en la calle Limmatquai, junto al río Limmat. Aquí se puede disfrutar del auténtico y casi impronunciable Zürcher Geschnetzeltes, un guiso de ternera con patatas rösti sabroso, generoso y contundente. Para bolsillos aún más desahogados, una experiencia inolvidable es el menú degustación del restaurante Rechberg, una sinfonía de platos meticulosamente elaborados con productos cien por cien de origen suizo. Su precio está por encima de los cien euros.

Para comidas típicas suizas como la fondue y la raclette se puede recurrir al restaurante Swiss Chuchi, en la calle Rosengasse. Junto a la Opera House y con vistas al río, otra opción es el restaurante Bernadette (Sechseläutenplatz, 1), o escondido en una tranquila plaza el Milchbar (Kappelergasse, 16). En estos dos últimos, como en casi todos los restaurantes de Zúrich, no se sorprenda si le atienden en español. Y de buen precio y para salir de un apuro están bien valorados los restaurantes italianos de la cadena Santa Lucía, de los que hay varios repartidos por la ciudad.

Fondue de queso suizo.
Fondue de queso suizo.
Getty Images/iStockphoto

Para dormir, los precios de los hoteles céntricos de Zúrich son elevados, más de 200 euros de media por noche. Si se lo puede permitir, el Marktgasse Hotel (Marktgasse, 17) es una buena opción. Encontrará alojamientos con precios más económicos en las afueras de la ciudad, bien conectados con los principales lugares de interés por la red de tranvías. Más información en zuerich.com

Y un consejo final…

Antes de regresar acuda con suficiente tiempo de antelación al aeropuerto de Zúrich y busque en uno de sus fondos el supermercado Migros. Ahí podrá comprar a buen precio queso y chocolate suizos y otras especialidades del país.

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