Sus setenta y dos kilómetros de longitud y doce de ancho lo convierten en el lago más grande de Europa occidental. El espectacular Jet d’Eau de Ginebra marca el punto exacto donde sus aguas desembocan en el Ródano. Pero este no es el final sino el principio de una ruta que nos llevará por el cercano cantón de Vaud, cuya capital es Lausana. Los viñedos a un lado y los Alpes al otro dibujan un paisaje idílico, repleto de pueblos con aires de Belle Époque que han acogido a figuras universales como Lord Byron, Charles Chaplin o Freddie Mercury.
El cantante de Queen se enamoró de Montreux cuando acudió a su famoso festival de jazz
MONTREUX, la paz de Freddy Mercury
“Si quieres paz en el alma, ven a Montreux”. No es un eslogan turístico sino una frase pronunciada por Freddie Mercury, que se enamoró de este precioso pueblo cuando vino a tocar al famoso festival de jazz de la localidad. En los legendarios Mountain Studios, dentro del Casino Barrière, grabó su último álbum con Queen, “Made in Heaven”, un acontecimiento que sus seguidores pueden revivir aquí mismo en una experiencia inmersiva muy especial. Una estatua en bronce del cantante preside el paseo que bordea el lago hasta alcanzar el castillo de Chillon, situado desde el siglo XIII sobre un macizo de rocas, en el que Lord Byron encontró la inspiración.
VEVEY, el refugio de Chaplin
Es una de las grandes joyas de la Riviera Suiza. El lago Lemán y los Alpes se funden en un fascinante paisaje, salpicado de viñedos y campos de narcisos, que en primavera se contemplan en todo su esplendor desde el mirador de Les Pléiades, a 1.361 metros de altitud, al que se accede desde un tren cremallera. Charles Chaplin eligió Vevey para pasar sus últimos 25 años, tal y como recuerda una estatua en Quai Perdonnet, al borde del agua, de la que a su vez emerge una enorme escultura en forma de tenedor. Su casa, Manoir de Ben, una villa con jardín en la cercana Corsier-sur-Vevey, acoge hoy un museo, el Chaplin’s World, en torno a su vida y obra.
La villa de Charles Chaplin en la cercana Corsier-sur-Vevey acoge hoy el Chaplin’s World, un museo en torno a su vida y obra
SAINT-SAPHORIN y los viñedos de Lavaux
Declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, los viñedos en terraza de Lavaux, construidos hace 800 años por monjes cistercienses, aparecen jalonados por senderos con vistas al lago y los Alpes. Un trenecito turístico hará más cómodo nuestro paseo, que debe acabar siempre ante una copa de chasselas, el vino blanco perfecto para acompañar una “fondue”. De entre todos los pueblos que forman el distrito destaca Saint-Saphorin, a los pies de la primera ladera del Mont Pèlerin, con sus callejuelas adoquinadas, estrechos pasadizos, una iglesia con un esbelto campanario y una plaza, Pappelplatz, en la que siempre hay una fiesta que celebrar.
NYON y el camino de los Toblerone
Sobre una pequeña colina, tres columnas corintias recuerdan el pasado romano de la localidad. Este es un lugar con historia: del siglo XIII es el castillo, rematado por cinco torres, que los condes de Saboya hicieron construir sobre lo que hoy es el casco viejo. Su interior alberga el Musée Historique et des Porcelaines, con piezas de la antigua fábrica de porcelana de Nyon. En otro museo, el de Léman, descubriremos todos los secretos del lago, incluidos sus habitantes, ya que cuenta con un acuario. En los alrededores nos espera el camino de los Toblerone, barreras antitanques construidas entre 1939 y 1945 cuyas formas recuerdan a los chocolates suizos.
MORGES, la segunda boda de Audrey Hepburn
Entre el lago Lemán y las montañas, con vistas al poderoso Mont Blanc y rodeada por los viñedos de La Côte y la exuberante vegetación del Pied du Jura, Morges es un pequeño oasis, catalogado como “slow destination”. Paseemos con calma, pues. Solo así disfrutaremos de su Grand Rue, de sus idílicos callejones y del Parc de l’Indépendance, que, hasta el 14 de mayo, celebra el Festival del Tulipán, con más de diez mil flores. Construido en el año 1286 por Luis de Saboya, el castillo de la localidad acoge cinco museos que nos ayudarán a profundizar en su historia antes de contemplar, en sus inmediaciones, la doble fortaleza medieval de ladrillo de Vufflens-le-Château. Esta localidad fue además la elegida por Audrey Hepburn para su segunda boda.
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