Con más de seis mil años de Historia es la ciudad siempre habitada más antigua de Europa

Teatro romano de Plovdiv.
Teatro romano de Plovdiv.
Getty Images/iStockphoto
Teatro romano de Plovdiv.

Desde que hace más de 6.000 años las tribus tracias se instalaran en la hoy llamada ciudad de Plovdiv, en ninguna etapa de su historia este lugar de la actual Bulgaria ha dejado de estar habitado, por lo que es la ciudad siempre habitada más antigua de Europa y una de las más antiguas del mundo. Pero no es este dato el único que la mete de lleno en los récords de la historia.

En ninguna etapa de su historia este lugar estratégico de la actual Bulgaria ha dejado de estar habitado

Su lugar estratégico en el mapa, en la ruta entre Asia (Estambul) y Europa, tuvo la culpa del deseo que a lo largo de los siglos provocaba el enclave. De tiempos tracios quedan restos arqueológicos repartidos por toda la región, como tumbas, asentamientos o cerámica.

En el siglo IV a.C, Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, conquistó la ciudad y la llamó Filipópolis. También su magno hijo anduvo por allí ampliando las fronteras de su padre. Han sido los registros históricos y los escritos de las campañas militares por parte de historiadores griegos quienes dieron fe de ello, ya que no quedan restos físicos de aquellos tiempos de invasión. Pero “Philippopolis” se llamó durante siglos y hasta los romanos respetaron la denominación.

El casco antiguo de Plovdiv iluminado.
El casco antiguo de Plovdiv iluminado.
Getty Images/iStockphoto

De Trimontium a Plovdiv

A los bizantinos les gustaba llamarla Trimontium, ciudad entre tres colinas, aunque en realidad eran y siguen siendo siete las colinas que rodean la llanura de Plovdiv. He aquí otra gran peculiaridad ya que se cuentan con los dedos de una mano las ciudades de siete colinas. Esta topografía confiere fabulosas vistas sobre la ciudad, una belleza escénica única y son parte de su impacto cultural e histórico a lo largo de los siglos. Las siete colinas pueden y deben visitarse. En la de Nebet se considera que estuvo el primer asentamiento y desde ella la panorámica de Plovdiv es inmejorable. Todas tienen miradores, parques y esculturas.

También los otomanos se encapricharon no solo con Plovdiv sino con toda Bulgaria. Su invasión duró cinco siglos, desde el siglo XV, y durante ese tiempo llamaron a la ciudad Filibe hasta que Bulgaria recuperó su independencia en 1878 y se renombró en búlgaro como Plovdiv. De la época otomana queda la gran mezquita, una de las más bonitas y antiguas del país.

El singular edificio del Museo Etnográfico.
El singular edificio del Museo Etnográfico.
Carla Royo-Villanova

El legado de Roma

Ciudad para pasear entre la historia de los siempre convulsos Balcanes, los romanos dejaron, en tiempos del emperador Trajano, el magnífico teatro del siglo I, uno de los mejor conservados del mundo, con capacidad para 6.000 espectadores, que lo convirtió en uno de los más grandes de la época, pero también de los más bellos por las columnas y esculturas que decoran el escenario. Actualmente se utiliza durante los meses de primavera y verano para conciertos, eventos culturales y obras de teatro.

Los romanos dejaron, en tiempos de Trajano, el magnífico teatro del siglo I, uno de los mejor conservados del mundo

El Foro romano fue centro cívico y comercial; en la actualidad sus restos siguen siendo excavados y poco a poco se va restaurando. Lo mismo sucede con el Odeón, un pequeño teatro cubierto destinado a actuaciones musicales. Del siglo II es el imponente Estadio de Trimontium, con capacidad para 30.000 personas. Aunque gran parte del estadio está enterrado bajo edificios modernos, se pueden apreciar sus restos arqueológicos muy cerca de la Mezquita, configurando una estampa única en el mundo. Las murallas que rodeaban la ciudad pueden verse en algunas partes de Plovdiv, al igual que el acueducto.

Ruinas de la Gran Basílica.
Ruinas de la Gran Basílica.
Carla Royo-Villanova

La Gran Basílica Episcopal

Cuando el emperador Constantino El Grande se convirtió al cristianismo, el Imperio Romano adoptó la religión como oficial, garantizando la libertad religiosa tras el Edicto de Milán, en el año 313 d.C. En Philippopolis se levantó la Gran Basílica Episcopal, sobre un templo pagano. Plovdiv ya era la ciudad bizantina más importante de Tracia. Capital romana, centro político, comercial y de administración, ruta del Imperio hasta el Mar Negro, crisol de culturas y centro también de estudios filosóficos y de medicina. La Basílica fue descubierta por casualidad en 1980 durante unas excavaciones.

La Gran Basílica Episcopal de Plovdiv fue descubierta por casualidad en 1980 durante unas excavaciones

Nada hacía presagiar que aquellos primeros muros y mosaicos conformarían una de las más grandes basílicas de la época paleocristiana. Estas alfombras de la antigüedad se crearon en dos tandas; la primera, del S. IV, quedó cubierta por la segunda un siglo después. Gracias a un trabajo impresionante, complejo y delicadísimo, llevado a cabo durante décadas, las dos capas se han podido separar y se han instalado en dos plantas. El resultado es un impresionante legado en términos de tamaño: cubren una superficie de 2.000 m2, el más extenso de la Europa Oriental.

Pero también por su calidad artística y estado de conservación, aunque durante la restauración hubo robos y saqueos. Representan una variedad de temas, como motivos geométricos, figuras humanas y escenas bíblicas, textos, animales y dibujos florales. Una de las figuras más emblemáticas es la de un pavo real, símbolo de la inmortalidad, y el Pantocrator. Todo en perfecto simbolismo. En febrero del 2022 fue finalmente abierta al público y con unas gafas de realidad virtual es posible vislumbrar cómo lucía la basílica en todo su esplendor.

Caco antiguo de Plovdiv.
Caco antiguo de Plovdiv.
Dimitar Iliev

Estilo Barroco Balcánico

Los comerciantes de Plovdiv no se rindieron cuando los turcos ocuparon su territorio en el siglo XV; muy al contrario, consiguieron acuerdos para poder continuar con sus mercaderías. El resultado fue que, durante los siguientes cinco siglos de dominación, en Plovdiv se generó una potente clase adinerada que levantó sus casas en el hoy peculiar y pintoresco estilo Barroco Balcánico, de gran influencia greco turca.

En 2019 la Unesco incluyó al Casco Viejo de Plovdiv en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su importancia histórica y peculiar arquitectura

Este estilo configura el Casco Antiguo de Plovdiv, uno de los mejores ejemplos de asentamiento renacentista en Bulgaria. Situado en la colina del Teatro romano, y entre calles empedradas que suben y bajan empinadas cuestas, esta arquitectura se entre mezcla con ruinas romanas. En 2019 el Casco Viejo de Plovdiv entró a formar parte del Patrimonio de la Humanidad, reconociendo y protegiendo así su importancia histórica y peculiar arquitectura.

Estatua de "Milyo el loco", en la calle Príncipe Alexander I.
Estatua de "Milyo el loco", en la calle Príncipe Alexander I.
Michail Kirkov

Capital Cultural

También en 2019 fue Capital Cultural Europea, ejemplo de convivencia de culturas durante tantos siglos. Una de las casas que más llaman la atención es la del Museo Etnográfico, de singular belleza ondulada. En su interior alberga una extensa colección de objetos tradicionales y piezas que reconstruyen la Historia de Bulgaria desde los tiempos tracios. El poeta Lamartine vivió en una de ellas y una placa le recuerda. Hoy es sede de la Asociación de Escritores.

En la larga calle peatonal Príncipe Alexander I hay que buscar a "Milyo el loco", contarle un secreto y pedirle un deseo... 

Otra de las bellezas es el ahora Museo de Historia y del Renacimiento Nacional Búlgaro. En total más de 150 casas componen una estética arquitectónica única en Europa, ejemplo de la diversidad religiosa que aglutina iglesias ortodoxas, católicas, protestantes, armenias, mezquitas y sinagogas. Con toda seguridad, la primera ciudad cosmopolita de Europa.

En el barrio de Kapana, “la trampa” en búlgaro, se instalaron los artesanos y hoy es epicentro hipster, ecléctico y juvenil. Sus tiendas alternativas, bares y terrazas combinan con edificios pintados con singulares murales que llenan las calles de color. Cada rincón y cada esquina de Kapana vibra al paso de propios y extraños. Muy cerca está la calle del Príncipe Alexander I, una de las calles peatonales más largas de Europa. Si en ella encuentran a “Milyo el loco”, deben contarle un secreto y pedirle un deseo, que seguramente será volver a Plovdiv.

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