Cuál es la mejor época para viajar a Australia: lugares imprescindibles e itinerario

Uno de los países más alejados de España también es uno de los más extensos del mundo, por lo que las maravillas naturales que se pueden ver en su territorio son numerosas y espectaculares.

Imagen de archivo de una carretera de Australia.
Imagen de una carretera de Australia.
Chris Putnam
Imagen de archivo de una carretera de Australia.

Si se quiere realizar un gran viaje durante este 2024, pocos destinos hay más exóticos que Australia. La gran isla de Oceanía es uno de los países más alejados de España (unos 15.700 kilómetros) y el sexto más grande del planeta, por lo que lo vasto de su territorio da pie a vivir multitud de aventuras inolvidables. Sus entornos naturales son de los más increíbles de todo el mundo y verlos de primera mano es una de esas experiencias que hay que vivir al menos una vez en la vida.

Los lugares de costa que hay que visitar en Australia

Gran Barrera de Coral.
Gran Barrera de Coral.
hypergurl / iStock

Casi el 90 % de los australianos viven en lugares costeros alrededor de todo el país, por lo que cerca de los océanos se encuentran las principales maravillas de este increíble país. La más conocida es, obviamente, la Gran Barrera de Coral, el mayor arrecife del mundo y que puede apreciarse desde el espacio. Bucear entre estas preciosas estructuras junto a especies marinas como tortugas, ballenas y delfines es una experiencia mágica e ideal para hacer en familia.

La formación geológica 'Doce apóstoles' en Australia.
La formación geológica 'Doce apóstoles' en Australia.
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Otro de los enclaves costeros más importantes de Australia se encuentra en el estado de Victoria: los Doce Apóstoles (aunque en realidad son diez). Estos acantilados de roca caliza erosionados por la acción del Índico son unos de los parajes más impresionantes de este lejano país, sobre todo si se llega a ellos desde a través de la Great Ocean Road, una carretera de la Primera Guerra Mundial que bordea la Gran Bahía.

Bahía de Sídney.
Bahía de Sídney.
Taras Vyshnya

Como es lógico, no hay que irse de Australia sin visitar sus ciudades más importantes, como Sídney y su icónica bahía dominada por la célebre Ópera (y su histórico zoo) o Melbourne, la segunda urbe más poblada del país (por poco) y que es una de las más históricas. Además, es la cuna del deporte en la isla, ya que en ella se celebran competiciones internacionales de tal calibre como el Open de Australia o el Gran Premio de Fórmula 1.

Australia es uno de los destinos más deseados: monte Cradle en Tasmania.
Isla de Tasmania.
Freepik

Australia también cuenta con numerosas islas que, si se tiene el tiempo suficiente, hay que visitarlas. La más famosa es la de Tasmania, un enclave paradisíaco repleto de playas de arena blanca, bosques repletos de vegetación y una enorme diversidad. Tampoco te puedes perder la isla Fraser, un lugar casi virgen en el que la tranquilidad reina durante todo el año y en el que los dingos viven en libertad.

Los lugares de interior que hay que visitar en Australia

El Monte Uluru (en la foto), la Gran Barrera de Coral y la ciudad de Sídney, con su bahía y la Casa de la Ópera, son algunos de sus iconos turísticos, pero estamos en un país con más de 7,5 millones de kilómetros cuadrados, todo un continente. Casi el 90 por ciento de su población vive en la costa. Una aventura inolvidable es recorrer por carretera el vasto territorio interior de tierra rojiza.
El Monte Uluru.
Getty Images

Australia tiene más de siete millones de kilómetros cuadrados, por lo que la naturaleza que se puede encontrar en el país oceánico es casi infinita. Aunque la mayoría de su población (un 90%) vive en los lugares de costa, lejos de los océanos también hay enclaves extraordinarios, como el conocido Monte Uluru (o Ayers Rock), ubicado justo en el centro del territorio y que es el máximo exponente de los enormes e inhóspitos desiertos de tierra rojiza que se extienden por todos los lugares del interior de esta isla.

Además de esta increíble formación geológica, en el interior de Australia también hay otros enclaves de igual belleza que hay que visitar sí o sí, como por ejemplo el desierto de Los Pináculos, en el Parque Nacional de Nambung o las Montañas Azules, un impresionante sistema montañoso repleto de cascadas y bosques ideal para los amantes del senderismo y que se encuentra muy cerca de Sídney. 

Tampoco hay que perderse las imponentes cascadas Wallaman, ubicadas en el Parque Nacional de Gurrigun y que con saltos de agua que casi alcanzan los 300 metros de altura crean un paraje espectacular en el interior del estado de Queensland. Además, este impresionante entorno también es un verdadero paraíso de la ornitología. 

Itinerario de dos semanas por Australia

La calidad de la atención médica, el trabajo y el equilibrio entre la vida laboral y la personal son los aspectos que más valoran los trabajadores extranjeros que residen en la ciudad australiana de Melbourne, octava del ranking.
Melbourne.
PIXABAY / JONNY_JOKA

El tiempo mínimo que hay que viajar a Australia si se quieren conocer las principales maravillas del país es, al menos, dos semanas. Lo más fácil es comenzar y terminar el viaje en Sídney, aunque los primeros cuatro días lo mejor es trasladarse a Melbourne para conocer la ciudad y recorrer sus alrededores, así como los lugares increíbles del interior del país, como el monte Uluru. 

Tras ello, se puede viajar al norte del país para quedarse otros cuatro días en Cairns, desde donde se pueden hacer excursiones a la Gran Barrera de Coral y disfrutar de unos relajantes días de playa en la Gold Coast. Los últimos cinco días se pueden pasar ya en Sídney, para conocer a fondo el centro neurálgico del país y sus increíbles alrededores, e incluso hacer alguna escapada a Tasmania.

¿Cuál es la mejor época para viajar a Australia?

Australia se encuentra en el hemisferio sur, por lo que las estaciones varían respecto a España. De esta manera, la mejor época para viajar al país sería en el otoño y el invierno australiano, es decir, en nuestra primavera y nuestro verano: entre los meses de abril y septiembre. Esto se debe a que las temperaturas son mucho menos extremas y, además, te librarás de la temporada de lluvias.

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