Con un apodo como "la Cueva de los Gusanos", tal vez no nos provoque muchas ganas de entrar, pero visitar la Cueva de Waitomo es realmente una experiencia mágica. Esta maravilla de la naturaleza se encuentra en el norte de Nueva Zelanda, y atrae a cientos de turistas gracias al curioso animal que habita en su interior.
En todos los techos de la cueva encontraremos larvas luminosas de mosquitos, que amparados por la oscuridad, brillan con un espectacular tono azul fluorescente. En definitiva, adentrarse en este laberinto de cavidades y luces nos hará sentir en otro planeta.
Descubre las Cuevas de Waitomo
Las Cuevas de Waitomo están formadas por tres espacios, siendo el más conocido el de los gusanos luminosos. Con 30 millones de años de historia geológica, esta cavidad se ha convertido en una de las atracciones turísticas más importantes de Nueva Zelanda; de hecho, abrió las puertas al público hace 130 años.
La visita a la Cueva Glowworm incluye un recorrido a pie y un paseo en bote a través de una gruta. En el nivel superior encontraremos formaciones rocosas como estalactitas y estalagmitas, mientras que en el nivel inferior cuenta con zonas con ríos subterráneos; la Catedral, la cámara más alta, y la zona de las larvas. Aquí, tan solo con mirar hacia arriba podremos fascinarnos con este "cielo estrellado" de larvas de Arachnocampa Luminosa que irradian una llamativa luz fluorescente. Esta especie de insecto es endémica del país oceánico y su brillo es un mecanismo para atraer a las presas.
Además, tal y como señalan desde su propia página web, muchos de los guías de las visitas "son descendientes directos del jefe maorí que exploró originalmente la cueva, dándole vida a través de narraciones y explicaciones de la historia, las características y las leyendas de la cueva".
Ruakuri y Aranui, otras joyas geológicas
Por otra parte, no nos podemos perder las otras dos cuevas de la red. La Cueva Ruakuri es la más grande de Waitomo y fue descubierta hace entre 400 y 500 años. En su interior podremos contemplar un extenso sistema de formaciones de piedra caliza y cristal. Y por último, la Cueva de Aranui contiene preciosas estalactitas y estalagmitas de color marrón pálido, rosa y blanco.
Y para quien busque un poco más de adrenalina también puede optar por hacer una ruta de rafting por el río subterráneo, deslizándose por la roca bajo la luz de las larvas. En general, Waitomo ofrece una experiencia única para toda la familia, incluso la cueva Ruakuri es accesible para sillas de ruedas.
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