El mundo está repleto de lugares que merece la pena visitar al menos una vez en la vida, desde preciosos pueblos hasta maravillas naturales, por ello puede ser muy complicado escoger el destino de la luna de miel. Para muchos es una oportunidad única para traspasar las fronteras de España y conocer otro rincón del planeta, por ello es muy importante decidir dónde celebrar un momento tan mágico.
Desde ver imponentes animales salvajes en la sabana africana, hasta relajarse en playas paradisíacas en la otra punta del planeta (aunque el viaje sea largo, siempre se puede dormir en el avión), estos seis destinos son unas opciones magníficas para esta ocasión tan especial y vivir una experiencia que se recordará toda la vida.
Kenia y Tanzania, unas de las joyas de África
Viajar hasta el país africano es la mejor opción para conocer el corazón del continente. En Kenia se puede ser testigo de una de las mayores migraciones de animales del mundo, además de contactar con la auténtica cultura masái, una experiencia que no se puede ver en ningún otro lugar. Tras unos días de aventura, lo ideal es traspasar la frontera con Tanzania y relajarse en alguna de las playas de Zanzíbar.
La espectacularidad de las Islas Mauricio
Bañadas también por el océano Índico, en las islas Mauricio están algunas de las playas más increíbles de África. Un entorno de ensueño en el que poder descansar sin ningún tipo de preocupación, pero en el que también realizar multitud de actividades tanto para amantes de la adrenalina, como hacer surf, como para quienes disfrutan de la naturaleza, realizando increíbles rutas de senderismo, aunque en España también hay algunas espectaculares, como la del Balcón de Pineta, en Huesca.
Las playas más paradisíacas en la Polinesia Francesa
Si lo que se quiere hacer en la luna de miel es estar continuamente en la playa, no hay mejor destino en todo el planeta que la Polinesia Francesa. Hogar de algunas de las playas más paradisíacas del mundo, islas como Tahití, Bora Bora o Moorea dejarán con la boca abierta a quien ponga un pie en la arena blanca y en las aguas cristalinas de estos archipiélagos.
Japón, el país del sol naciente
Pocas naciones en el planeta tienen más historia que Japón. Desde templos de siglos pasados en Kyoto, hasta el cosmopolitismo de Tokio, pasando por la inmensidad del monte Fuji y el tenebroso bosque que lo rodea, su gastronomía e incluso una isla conocida por sus gatos, el país del Sol naciente es una opción segura para pasar la luna de miel.
La enorme variedad de Vietnam
Las imponentes y únicas estructuras rocosas de la bahía de Halong no son el único atractivo de Vietnam, un país repleto de contrastes en el que se pueden encontrar selvas tropicales, búnkeres de guerra o la cueva más grande del mundo. Hanói, la capital, es conocida por sus tradicionales farolillos que se alumbran en la noche y crean una estampa irrepetible.
La extraordinaria naturaleza de Nueva Zelanda
Nueva Zelanda deja maravillado a cualquiera que viaja hasta allí. Su increíble naturaleza, con interminables praderas y algunas de las montañas más altas de toda Oceanía, el país más alejado de España es ideal para que una pareja amante del aire libre celebre su luna de miel.
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