El increíble museo austriaco sobre Los Mundos de Cristal de Swarovski

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Los Mundos de Cristal Swarovski es una de las atracciones más visitadas de Austria.

Muy cerquita de Innsbruck destaca una de las atracciones más visitadas de toda Austria. Lejos de la idea que tenemos de un museo relacionado con una marca, los Mundos de Cristal de Swarovski es una experiencia llena de magia, brillo, arte, fantasía y muchas sorpresas.

Que te gusten las joyas o que te pierdas al ver un brillo no son requisitos para que disfrutes a lo grande de este impresionante museo. Y es que los Mundos de Cristal de Swarovski son una experiencia que consigue estimular todos los sentidos.

Este museo al aire libre cuenta con 18 Cámaras de las Maravillas situadas bajo tierra. Cada una de ellas es obra de un artista

Situado en el pequeño pueblo de Wattens, a unos 15 kilómetros de Innsbruck, justo donde siempre estuvo la fábrica de los cristales más famosos del mundo, nos espera ahora una de las atracciones más visitadas de Austria.

Montaje de Las Nubes, formadas 800.000 pequeños cristales.
Montaje de Las Nubes, formadas con 800.000 pequeños cristales.
Swarovski Kristallwelten

Una bienvenida a lo grande

La famosa cabeza del gigante recibe a los visitantes. Se trata de una imponente escultura de unos 17 metros de altura en la que sus ojos, cómo no, son dos grandes cristales y de su boca surge una eterna cascada. La obra del artista austriaco André Heller encaja a la perfección en el paisaje de la zona, las preciosas montañas del Tirol austriaco.

Desde allí se accede a las 18 Cámaras de las Maravillas, situadas bajo tierra. Cada una de ellas es obra de un artista y, por lo tanto, completamente diferentes entre sí. De hecho, no solo cuentan con temática propia sino también con un aroma y una melodía creada exclusivamente para esta completa experiencia.

Exterior de Los Mundos de Cristal.
Exterior de Los Mundos de Cristal.
Swarovski Kristallwelten

Un catálogo que no deja de crecer

La obra de André Heller se completa con la aportación de otros grandes y reconocidos artistas como Manish Arora, Tord Boontje, Lee Bul, Brian Eno, Yayoi Kusama y James Turrell. Pero, además, en su interior también encontramos piezas de Dalí, Andy Warhol, algunas joyas míticas de Hollywood y otras piezas importantes que Swarovski ha ido creando en sus más de cien años de historia.

Una de las cámaras alberga el guante de Michael Jackson, vestidos de Cher y Lady Gaga o un "vestido lámpara" que lució Katy Perry

Una trayectoria repleta de hitos históricos (¿quién no recuerda el vestido de cristales tallados que lució Marilyn Monroe cuando le cantó aquel “Happy birthday” al presidente Kennedy?) y a la que aún le quedan otros muchos por cumplir y que se refleja en que este es un museo en constante crecimiento.

Esta relación con Hollywood y las grandes estrellas es la protagonista de la última cámara en inaugurarse, que alberga el guante de Michael Jackson, vestidos de Cher y Lady Gaga o el vestido lámpara que lució Katy Perry en la gala Met de 2019.

La Cabeza del Gigante en invierno.
La Cabeza del Gigante en invierno.
Swarovski Kristallwelten

Con la boca abierta

Al final de la visita cada uno tendrá una sala o Cámara de las Maravillas preferida, pero hay detalles que dejan igual de sorprendidos a todos y cada uno de los visitantes. El primero es, sin duda, la sala llamada Noche Silenciosa, y el motivo es que allí dentro siempre está nevando. Un eterno invierno protagonizado por un árbol formado por unos 150.000 cristales Swarovski.

Otra es la cámara diseñada por el arquitecto mexicano Fernando Romero, El Sol, cuya pieza principal es una bola formada por 2.880 cristales y que le llevó tres meses de trabajo. Mucho cristal, espejos, luces y proyecciones llevados a otro nivel para ofrecer una experiencia única.

Tiovivo Swarovski obra del español Jaime Hayón.
Tiovivo Swarovski obra del español Jaime Hayón.
© Mark Cocksedge

Fin de fiesta

De nuevo en el exterior la exposición sigue. En el mágico mundo de Swarovski incluso las nubes brillan, sobre todo las que están formadas por miles de pequeños cristales, hasta 800.000 que fueron colocados a mano con suma delicadeza. Y se termina en uno de los lugares más fotografiados y que tiene sello español. El diseñador Jaime Hayón fue el encargado del tiovivo en el que se hacen una foto todos los visitantes. Por supuesto, también tiene su buena ración de cristales Swarovski. Y si te quieres llevar un brillante recuerdo, el museo cuenta con la tienda más grande del mundo de Swarovski.

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