Opinión

Unas gafas que necesitan visión

La poca aceptación de esta tecnología no sorprende a nadie, dada la falta de una economía virtual sólida y el elevado precio del dispositivo y sus complementos.
Un hombre con unas gafas de realidad virtual.
Un hombre con unas gafas de realidad virtual.
Minh Pham vis Unsplash.com
Un hombre con unas gafas de realidad virtual.
Manuel Fuertes

Manuel Fuertes

  • CEO de Kiatt

En el año 2022, un avatar (de Mark Zuckerberg) anunciaba ilusionado el metaverso, una realidad virtual inmersiva, un nuevo mundo digital que iba a cambiar la forma de relacionarnos, de innovar, trabajar, jugar e incluso hacer negocios. Pese a la gran expectación y su lanzamiento muy prometedor, el metaverso perdió fuelle y su nivel de adopción fue mínimo y sigue siendo residual.

La poca aceptación de esta tecnología no sorprende a nadie, dada la falta de una economía virtual sólida y duradera y el elevado precio del dispositivo y sus complementos los gadgets para acceder a este mundo. También lo adelantó el equipo de consultores de Gartner, que en su hype cicle 2022, la herramienta que muestra la madurez y adopción de las tecnologías indicaba que faltaban mínimo 10 años para que se democratizase ese mundo virtual.

¿Se equivocó Zuckerberg? No, y así lo confirma el valor de las acciones de Meta en bolsa. Simplemente se adelantó. El metaverso florecerá y explotará con todo su potencial. De hecho, Statista prevé que el mercado del metaverso alcance un valor de 74.400 millones de dólares en 2024 y se espera alcance un volumen de mercado previsto de 507.800 millones de dólares en 2030.

Como CEO de una compañía especializada en inversión en Venture Capital científico y tecnológico, sabemos que las tecnologías emergentes son un activo de inversión complejo que necesita mucho conocimiento, mucha experiencia, socios internacionales que te permitan lanzar un producto o servicio en un momento determinado, más allá de modas y tendencias. Por ejemplo, ¿de qué sirve un desfile de ropa en el metaverso si no se traduce en pantalones vendidos para una marca?

Estos días la realidad virtual, aumentada y mixta vuelven a ser noticia con el lanzamiento de las gafas Visión Pro de Apple en Estados Unidos y su lucha con las gafas de Meta, Quest. Estas últimas están orientadas a la Realidad Virtual, mientras que las de Apple apuestan por reforzar la realidad aumentada.

Sin embargo, si retrocedemos en el tiempo encontramos otro ejemplo de tecnología disruptiva que no cuajó por su anticipación: las gafas de Google. Consagradas como uno de los mejores inventos del año por la revista Time, aparecieron en un capítulo de Los Simpson y fueron protagonistas de la Semana de la Moda en Nueva York. Pese al éxito y la gran acogida, la realidad es que tenían fallos de seguridad, los desarrolladores dejaron de programar aplicaciones y cayeron en el olvido. Una evidencia más de que este mercado dio sus primeros pasos hace años, con la apuesta de Apple comienza su "adolescencia" y en unos años veremos cómo alcanza todo su potencial y madurez.

Más allá de funcionalidades y de la batalla por las ventas, es importante analizar el auge de esta tecnología, su impacto social y sus implicaciones éticas. Una vez más el desarrollo tecnológico va mucho más rápido que la democratización de la propia tecnología. Sí, necesitamos innovación y tecnologías verdaderamente disruptivas, pero la rapidez sin dirección, visión o misión no tiene un foco humanista, básico ante el desarrollo y uso de la tecnología.

(De izquierda a derecha) Las Google Glass, las Apple Vision Pro y las Meta Quest 3.
(De izquierda a derecha) Las Google Glass, las Apple Vision Pro y las Meta Quest 3.
20Bits

El poder transformador del capital privado debe ir siempre buscando un fin mayor, apostar por proyectos que vayan más allá de la mera búsqueda de retorno financiero. Siempre debemos tener una profunda consideración ética que invite a reflexionar sobre el impacto de las decisiones financieras en los más vulnerables y en las generaciones futuras. La inversión con valores humanos es sinónimo de responsabilidad con el resto de personas.

Por otro lado, tampoco obviemos que esta tecnología también tiene su parte negativa, su parte menos brillante: puede provocar, según los expertos, pérdida de contacto con la realidad y una mayor adicción que la provocada por los dispositivos móviles o los videojuegos.

Por lo tanto, debemos apostar por casos de uso que realmente incidan positivamente en el ser humano, que les ayude a tener una vida mejor en cualquier aspecto, pero siempre con sentido y cuidando a las personas. Siempre que hablo de estas cosas, pongo de ejemplo las redes sociales, que han transformado nuestra forma de comunicarnos y compartir información. Pero además de crear adicción entre los más jóvenes (y no tan jóvenes) preocupa la facilidad con la que propagan la desinformación y las noticias falsas. Las redes sociales pueden contribuir a la polarización política y social e incluso tener influencia en las elecciones, propagar teorías de conspiración e incluso incitar a la violencia.

Algo similar ocurre con los algoritmos de recomendación, que ayudan a personalizar la experiencia de usuario ofreciendo contenido que se adapta a los intereses individuales, pero al mismo tiempo crean burbujas de filtro. Cuando los usuarios solo ven contenido que refuerza sus opiniones, se fomenta la polarización y la intolerancia.

Volviendo a la realidad aumentada, virtual y mixta, esta tecnología nos cambiará nuestro día a día e incidirá en la vida de muchas personas, por lo que debemos analizar cuidadosamente sus casos de usos y apostar solo por aquellos que mejoren la vida de las personas.

Este es el caso de la realidad aumentada en el sector médico, que por ejemplo permite detectar las venas del paciente o como en el Hospital Spencer en Iowa que usan esta tecnología para la localización y mapeo simultáneos (SLAM) de órganos como el corazón. De esta forma, los médicos dirigen su móvil hacia una zona concreta del paciente y lo cartografían con sus órganos, venas o tumores. Con esta aplicación de Realidad Aumentada se ha conseguido elevar la tasa de éxito de las biopsias en un 50% y la precisión de las cirugías de aneurisma en un 30%.

Otro sector en el que veremos un alto nivel de adopción de este tipo de tecnologías será en la construcción, permitiendo trabajar con precisión durante la planificación y construcción del proyecto. Por ejemplo, para el complicado proceso del diseño de carreteras, Bentley ha creado una herramienta llamada ConceptStation, que resuelve los problemas asociados a la creación de un camino sobre un área extendida mientras se asegura que todas las curvas se mantienen dentro de los estándares como el flujo de agua de lluvia, las intersecciones en el diseño y la capacidad de conducción general, que deben tenerse en cuenta. La herramienta escanea entornos físicos con un HTC Vive montado en la cabeza. Luego se traslada el mundo digital donde se ensambla en una malla 3D editable.

También veremos su aplicación en la prevención de riesgos, ya que permitirá conocer el interior del edificio antes de entrar e incluso permitirá que los cuerpos de seguridad puedan estar preparados y evitar situaciones peligrosas.

Las Vision Pro durante la operación quirúrgica.
Las Vision Pro durante una operación quirúrgica.
Hospital privado Cromwell de Londres

La sostenibilidad se verá impulsada, ya que esta tecnología permitirá el ahorro de energía o simplificará la elección de materiales o técnicas, que verán por qué acabados apostar o por un determinado tipo de iluminación. Eficiencia y optimización del uso de los materiales y de la mano de obra, ¿qué más se puede pedir?

Otro ámbito en el que esta tecnología florecerá será en el de la formación. Un estudio de PwC compara la realidad virtual frente a la enseñanza tradicional o la online. Los resultados son muy positivos y esperanzadores: se forma cuatro veces más rápido a los alumnos. Impresionante, ¿verdad?

Y, por supuesto, todos estos casos de uso muestran que será un sector muy rentable. Se prevé que el mercado de la realidad aumentada alcance un tamaño de mercado a finales de este año de 105 mil millones de dólares y en 2029 alcanzará los 472 mil millones.

Ahora solo queda aportar visión para una elección con valores de los proyectos a implementar con la Realidad Aumentada, Virtual y Mixta. Las tecnologías cambian, los principios a la hora de invertir no.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento