Según informó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos en un documento de investigación, en abril de este año se produjo un accidente catastrófico en Texas (EE. UU.) donde un Tesla Model S se estrelló contra un árbol a causa de que su conductor estaba superando el límite de velocidad, provocando que el coche se incendiara.
Los bomberos necesitaron cuatro horas para apagar las llamas debido a que la batería volvía a arder una y otra vez, teniendo en cuenta que al final necesitaron más de 110.000 litros de agua. Afortunadamente, este tipo de accidentes no son frecuentes, por lo que podríamos decir que no se produce tanto gasto de agua para apagar los incendios.
¿Cómo se podría reducir el gasto tan elevado de agua?
Para remediar este elevado consumo, el fabricante austríaco Rosenbaurer ha diseñado un sistema de extinción de incendios para los coches eléctricos.
Se trata de una manguera con una boquilla especial que puede perforar la parte baja de los coches para enfriar de manera directa la batería, de esta manera, se reduce el consumo de agua y el tiempo que pueden tardar los bomberos en apagar el fuego.
Este invento necesita de 1.000 a 4.000 litros de agua, teniendo en cuenta que es cien veces menos de la cantidad que tuvieron que emplear los bomberos de Texas en el accidente del Tesla Model S.
Dicha manguera funciona a una presión de agua normal, la única diferencia es que dispara de manera directa a las baterías que están en la parte baja del chasis, es decir, los bomberos mojan el coche desde arriba porque la carrocería está situada entre la manguera y el foco del fuego.
Con el paso del tiempo, se podría convertir en un objeto común
De momento no hay tantos vehículos eléctricos que terminen ardiendo a causa de los accidentes como para que este dispositivo se vuelva un objeto común en todos los camiones de los bomberos, sin embargo, en estos casos se tendría que deslizar la caja con la boquilla perforada debajo del coche y tomar distancia para trabajar desde un lugar seguro.
Si se da el caso de que el coche ha volcado o no hay suficiente distancia, los bomberos podrán colocar el dispositivo en la parte expuesta del tren motriz para obtener un acceso directo a la batería. Quién sabe, a lo mejor dentro de un par de años se vuelve más común debido a la demanda de los coches eléctricos.
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