Drones que reparten insulina: la última revolución tecnológica para los diabéticos

Los drones pueden usarse tanto para vigilancia de zonas como para acceder a espacios incendiados o inundados.
Este avance es posible gracias al aprendizaje en redes neuronales.
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Los drones pueden usarse tanto para vigilancia de zonas como para acceder a espacios incendiados o inundados.

Sania Nishtar (antigua asistente especial del primer ministro de Pakistán para el Alivio de la Pobreza y la Protección Social) señala al periódico El País que "dentro de dos años, la atención sanitaria podría tener un aspecto muy diferente al actual", debido a que la inteligencia artificial (IA) e Internet permitirían a los diabéticos recibir cuidados a través de un smartphone y un microhip.

Concretamente, el adhesivo utilizaría el sudor para medir los niveles de glucosa y el microchip se encargaría de enviar esos datos a un registro de salud electrónico para hacer pedidos de insulina a través de un móvil. Pero, ¿qué pasaría si una persona diabética vive en una zona rural y no sabe cómo recibir su dosis? Nishtar indica que "un dron entregaría el pedido en su puerta" después de verificar su identidad a través de un mensaje de texto.

Esta 'revolución tecnológica' podría ser real gracias al aprendizaje profundo de las redes neuronales, los avances en máquinas inteligentes, la robotización y la capacidad de cómputo; pero desafortunadamente, "no hay incentivos financieros para que las empresas privadas vinculen las tecnologías independientes y tampoco tienen sed de ello los sistemas nacionales de salud", recalca Nishtar.

Para llevar a cabo dicha idea haría falta financiación, de esta manera, se implementaría un sistema de atención primaria digital para superar otros problemas sanitarios, como el ausentismo, las pérdidas en las cadenas de aprovisionamiento, las ineficiencias estructurales y la baja calidad.

"Para hacer realidad un futuro en que esa persona con diabetes pueda recibir tratamiento mediante una constelación de tecnologías médicas, son fundamentales tanto una intensa inversión en la digitalización y la modernización de los sistemas de pagos como la formulación de marcos regulatorios y de políticas. La tecnología ya existe, ahora hay que ponerla al servicio de todos", concluye Sania Nishtar.

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