Una sonda espacial hecha en España explorará por primera vez en la historia un cometa prístino

Sener, empresa de referencia en ingeniería y tecnología a nivel global y de origen español, aportará su conocimiento y desarrollos para la misión Comet Interceptor, de la Agencia Espacial Europea (ESA), cuyo lanzamiento está previsto para 2029.
La astronave principal antes de separar la sonda de SENER y la japonesa.
La astronave principal antes de separar la sonda de SENER y la japonesa.
OHB Italia
La astronave principal antes de separar la sonda de SENER y la japonesa.

Mientras lees estas líneas, una empresa española está fabricando la primera sonda espacial del mundo diseñada para estudiar un cometa antes de que este cuerpo espacial ‘se contamine’. Te lo explico.

Sener es el contratista principal para diseñar y fabricar la cápsula espacial que será lanzada desde una nave hecha en Italia en medio del espacio para encontrarse, a una velocidad de unos 70 kilómetros por segundo, con un cometa recién formado, el cual no ha entrado antes en el sistema solar.

Se trata de un hito muy importante en la historia de la exploración espacial, ya que el hecho de que un cometa sea prístino significa que sus propiedades físicas y químicas están inalteradas desde su origen al no haberse acercado nunca al Sol.

La misión tiene un gran interés científico, pues se cree que explorando su superficie se podrá observar la formación del sistema solar y la Tierra hace 4.500 millones de años.

Esquema de misión Comet Interceptor.
Esquema de misión Comet Interceptor.
ESA

Una misión internacional

Para llevar a cabo esta hazaña, de la Agencia Espacial Europea (ESA) en cooperación con la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), Sener ha firmado un acuerdo con OHB Italia, empresa líder de la misión, como contratista principal para diseñar y fabricar la cápsula espacial Probe B2 —también llamada Spacecraft B2— que llegará al cometa y que será, además, la que más cerca pasará de él.

Sener, que lidera un consorcio industrial formado por más de ocho empresas de seis países, todas ellas expertas en el ámbito aeroespacial, también se encarga del desarrollo y fabricación de la antena de comunicaciones de la astronave principal, un vehículo de 2 metros de alto, 2 metros de largo y 2 metros de ancho que pesa unos 750 kilos y que se mueve por propulsión química.

Asimismo, está fabricando varios instrumentos científicos en colaboración con el Instituto Astrofísico de Andalucía y el mecanismo de separación de la sonda Probe B2 con respecto a la astronave principal.

La sonda de Sener será la que más cerca pase del cometa, haciendo un 'flyby' a unos 300 kilómetros.

Si todo sigue según lo previsto, esta astronave principal saldrá de la Tierra en un Ariane 6, el megacohete europeo que ya ha sufrido varios retrasos desde su plan original, puesto que inicialmente iba a realizar su primer lanzamiento en 2020. Ahora, su primer despegue se prevé entre el 15 de junio y el 31 de julio de 2024.

Una vez en el espacio, la misión pondrá rumbo al punto L2 Sol-Tierra de Lagrange, donde llegará unos dos años después y esperará —hasta tres años— a que aparezca un cometa aún no descubierto. Cuando los potentes observatorios espaciales encuentren el objetivo, astronave principal viajará hacia él.

Las tres naves espaciales de la misión —la sonda de Sener, la astronave principal y una sonda desarrollada por la JAXA— realizarán observaciones simultáneas desde múltiples puntos alrededor del cometa, creando un perfil 3D de un objeto “dinámicamente nuevo” que contiene material sin procesar que sobrevive desde los albores del sistema solar. 

Comet Interceptor viajará al punto L2 Sol-Tierra de Lagrange.
Comet Interceptor viajará al punto L2 Sol-Tierra de Lagrange.
ESA

El objetivo de la misión Comet Interceptor

La misión será lanzada en 2029 y, como decía, su objetivo es visitar un cometa prístino por primera vez en la historia de la exploración espacial, es decir, con sus propiedades físicas y químicas inalteradas desde su origen por no haberse acercado nunca al Sol.

Sin embargo, la misión solo tiene una oportunidad de observación. Una vez la astronave principal suelte sus sondas, estas ya no podrán volver, puesto que no están dirigidas ni controladas desde la Tierra. Solo hay un tiro.

“Estos cometas tienen un gran interés científico”, explica Demetrio Zorita, Business Developer Manager del área de aeroespacial de Sener, pues “narran el origen de nuestro mundo”. Explorando su superficie, se podrá observar “la formación del sistema solar y la Tierra hace 4.500 millones de años”.

Un cometa así podría provenir de la vasta nube de Oort que se cree que rodea los confines exteriores del reino del Sol. Se trata de una estructura en la que “iteraciones por fuerzas gravitatorias ocasionalmente precipitan algún objeto hacia dentro del sistema, convirtiéndolo en un cometa periódico, pero que aún no ha recorrido su órbita”, explican desde Sener.

Comet Interceptor apuntará a un cometa proveniente de la lejana Nube de Oort.
Comet Interceptor apuntará a un cometa proveniente de la lejana Nube de Oort.
ESA

Cómo es la sonda Probe B2 y cómo será el cometa que estudiará

La cápsula de Sener tendrá algo más de medio metro de diámetro, unos 70 centímetros de altura y pesará, aproximadamente, 30 kilos.

Los instrumentos que llevará la sonda incluyen una cámara visible, una cámara infrarroja, un espectrómetro de masas y un detector de plasma, campo magnético y partículas.

Probe B2 sobrevolará el núcleo del cuerpo celeste a pocos cientos de kilómetros de distancia —máximo 400 y mínimo 200—, realizando observaciones científicas de plasma, magnetismo y radiación en diversos espectros visible e infrarrojos, y enviándole después estos datos a la astronave principal italiana, que permanecerá segura mucho más lejos.

La misión tiene enormes desafíos tecnológicos, siendo quizá el más difícil sobrevivir al hostil entorno de partículas alrededor del cometa con severas limitaciones en la masa y potencia disponibles”, dice José María Fernández Ibarz, director del proyecto en Sener.

Precisamente probar la fiabilidad de los equipos que desarrollan es uno de los puntos fuertes de esta compañía. “En el espacio está todo muy sobre verificado, digámoslo de esta forma. Es decir, la parte de la verificación, de la comprobación de que la cosa funciona, es muy importante, por lo que sometemos a nuestra tecnología a réplicas del entorno hostil donde va a estar funcionando, así como a simulaciones de lanzamiento”, detalla Zorita.

Los entornos hostiles a los que se someten este tipo de equipos son, por ejemplo, condiciones de frío extremo, radiación solar, pérdida de gravedad o las fuertes presiones que conlleva el despegue.

En el caso de la misión Comet Interceptor, tal y como señala Fernández Ibarz, el cometa que se va a visitar “es una nube de polvo con unas velocidades relativas muy altas, del orden de hasta 70 kilómetros por segundo”, por lo que Probe B2 debe llevar un ‘dust shield’, un escudo antipolvo. Para probar la durabilidad de la sonda, la tecnología de Sener se ha sometido a diferentes simulaciones en un instituto alemán de investigación especializado en hipervelocidad.

Sener va a invertir en el proyecto Comet Interceptor 50.000 horas de trabajo.
Imagen renderizada de la Probe-2 de Sener.
Imagen renderizada de la Probe-2 de Sener.
SENER

Una empresa española con más de 50 años de trayectoria en el sector aeroespacial

Sener es una empresa familiar de ingeniería y tecnología fundada en 1956, que emplea a más de 3.400 profesionales en cinco continentes y está presente en múltiples sectores de actividad.

Es un proveedor líder de sistemas de alto rendimiento para los sectores espacial, científico y de defensa, con más de 50 años de experiencia en el desarrollo de productos tecnológicos propios “de alto valor añadido”, asegura la compañía.

Entre sus méritos en este terreno destaca por ser la primera empresa española que tuvo un contrato con la Agencia Espacial Europea, allá por 1967. Participaron en la construcción de la torre de Kiruna en Suecia para el lanzamiento de cohetes para el estudio de las auroras boreales, la cual sigue funcionando en el Ártico sueco 55 años después.

Entre otros desarrollos, suministra sistemas electromecánicos, de navegación (GNC/AOCS), de comunicaciones y de óptica. Además, la compañía participa activamente en los principales programas de las agencias espaciales ESA y NASA, entre ellos algunos muy conocidos como el telescopio espacial europeo EUCLID, los satélites Meteosat de tercera generación, el orbitador Solar Orbiter, el mítico Hubble o la sonda a Júpiter JUICE.

“La mayoría de los rover marcianos llevan mecanismos de Sener”

Nos especializamos en proyectos que tienen una alta exigencia en cuanto a precisión. Tenemos mucho éxito en programas de exploración espacial interplanetaria, porque son misiones en las que las agencias no se pueden permitir fallos. La mayoría de los rover marcianos llevan mecanismos de Sener”, afirma con orgullo Zorita.

Otro de los puntos fuertes de la compañía son los sistemas de navegación y control de actitud y órbita de satélites, que no es otra cosa que el mecanismo que permite a satélites o incluso a grandes telescopios espaciales apuntar a donde tienen que apuntar y con la precisión con la que tienen que apuntar. Por ejemplo, en el caso del mencionado telescopio Euclid, Sener es responsable integral de su sistema de apuntamiento y posicionamiento en órbita.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento