La compañía privada Astrobotic ha confirmado que su módulo de aterrizaje lunar Peregrine volverá a entrar a la Tierra este mismo jueves. La sonda hará su reingreso en la atmósfera sobre el Pacífico Sur de forma “segura y controlada”, concluyendo una misión de 10 días que no logró su objetivo de aterrizar en la Luna debido a una fuga de propulsor.
Los responsables de la misión han dicho en un comunicado que la reentrada en la Tierra no presenta “peligros anticipados” que precisamente “un reingreso seguro” es su “principal prioridad”. Para ello, el equipo ha desarrollado una maniobra de dos pasos para mover la nave espacial y cambiar su trayectoria proyectada.
La ubicación de la reentrada, que tendrá lugar alrededor de las 22:00 hora peninsular de España, es una elipse de varios cientos de kilómetros de largo con su centro a poco más de 500 kilómetros al sur-suroeste de Fiyi.
Peregrine ha tenido que cambiar su trayectoria
Para no representar un peligro y hacer una reentrada controlada, Astrobotic ha tenido que ajustar la trayectoria de la nave espacial a través de una maniobra basada en dos pasos.
El primer paso requirió quemar los motores principales. Astrobotic probó por primera vez dichos motores principales el pasado 13 de enero y confirmó que funcionaban. Sin embargo, la compañía dijo en ese momento que, debido a la anomalía, “la proporción de combustible a oxidante está muy fuera del rango operativo normal de los motores principales, lo que imposibilita las quemas controladas prolongadas”.
Para hacer frente a ese problema, el equipo desarrolló “un plan para encender los motores principales con una serie de encendidos muy cortos. Realizamos una prueba de funcionamiento de los cinco motores principales”. Cada pulso se espació para evitar el sobrecalentamiento, explican, monitorizando los resultados y el estado de la nave espacial después de cada encendido.
La maniobra finalmente implicó una serie de 23 encendidos cortos de los motores principales de la nave espacial.
En segundo lugar, se ajustó “la actitud de la nave espacial para que la fuerza inducida por la fuga de propulsor la desplazara hacia el Océano Pacífico Sur”. Es decir: se orientó manualmente la sonda hacia un lugar seguro para cerciorarse de que cualquier residuo que sobreviva a la reentrada caiga fuera de regiones pobladas.
El resultado de estas dos maniobras es la elipse en el gráfico que se muestra a continuación:
La misión fallida de Peregrine
Peregrine se lanzó el 8 de enero en el primer Vulcan Centaur de United Launch Alliance. El despegue fue un éxito, pero la nave sufrió una fuga de propulsor horas después.
La compañía dijo que creía que una válvula en un sistema de presurización de helio no cerró, sobrepresurizando un tanque de oxidante y rompiéndolo, creando así la fuga de combustible.
El fallo en el sistema de propulsión llevó a una pérdida de combustible crítica, dejando a la sonda con combustible para solo 40 horas, mientras que el viaje planificado hasta la superficie lunar era de 46 días. Su misión era entrar en órbita alrededor de la Luna para prepararse para un aterrizaje el 23 de febrero.
La compañía pudo estabilizar la nave espacial y activar muchas de sus cargas útiles, incluso cuando se descartó cualquier intento de alunizaje debido a la fuga de propulsor.
Peregrine transportaba 20 cargas útiles, incluidas cinco para su mayor cliente, el programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA. A pesar del problema del sistema de propulsión, el equipo de la misión “ha trabajado incansablemente para estabilizar el vehículo, encender todas las cargas útiles activas y permitir la recopilación de datos”, subrayaban desde Astrobotic.
El módulo de aterrizaje lunar Peregrine alcanzó la “distancia de la Luna” el 12 de enero, es decir, llegó a la órbita lunar —a unos 384.400 kilómetros— en dicha fecha, si bien en ese momento nuestro satélite natural no se encontraba en el mismo punto que la nave espacial de Astrobotic.
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