El cohete Vulcan Cantaur de United Launch Alliance (ULA) despegó este lunes, 8 de enero, desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) con el módulo de aterrizaje lunar comercial Peregrine para regresar a la Luna tras más de 50 años del último alunizaje de EE.UU.
Como parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS, por sus siglas en inglés) de la NASA, dicha hazaña de Astrobotic Technology fue el primer lanzamiento robótico comercial a la superficie de la Luna que transportó múltiples experimentos, instrumentos científicos y cargas útiles de demostración tecnológica para la agencia espacial estadounidense. Sin embargo, una serie de problemas de suministro energético por el mal posicionamiento de los paneles solares de Peregrine provocó que dicho módulo de aterrizaje no pudiese llegar a su destino.
Aunque cuando todo parecía estar perdido, Peregrine empezó a recargar sus baterías al reorientar correctamente sus paneles solares al Sol para recobrar la comunicación que había perdido. No obstante, pese a solucionarse los anteriores inconvenientes, afrontó un nuevo fallo que le impedía aterrizar suavemente en la superficie de la Luna porque tan solo tenía 40 horas de combustible, por consiguiente, no pudo llegar a su destino como estaba previsto.
¿Por qué Peregrine no pudo continuar su viaje a la Luna?
Después del intento fallido por regresar a la Luna, Astrobotic Technology se ha centrado en buscar el origen de los problemas que afectaron al módulo de aterrizaje. Según la compañía, "la hipótesis actual es que una válvula entre el presurizador de helio y el oxidante no pudo volver a sellarse después de su activación durante la inicialización", por lo tanto, "esto provocó una avalancha de helio a alta presión que aumentó la presión en el tanque oxidante más allá de su límite operativo y posteriormente rompió el tanque".
Por otro lado, la fuga de combustible impidió que Peregrine pudiese aterrizar en la Luna. Además, a pesar de que el módulo de aterrizaje tenía un funcionamiento estable, solo le quedan alrededor de 40 horas de propulsor —por lo que no podía llegar a su destino planeado para el 23 de febrero—.
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