Este será el triste final de Peregrine, la sonda de EEUU que ha fallado en su misión de aterrizar en la Luna

La nave espacial desarrollada por la compañía privada Astrobotic ha experimentado varios fallos y no podrá completar su objetivo de aterrizaje en la superficie lunar. La NASA ha recomendado que Peregrine termine su misión de manera segura para proteger los satélites en la órbita terrestre y no generar basura espacial.
Ilustración del módulo de aterrizaje Peregrine.
Ilustración del módulo de aterrizaje Peregrine.
Astrobotic Technology
Ilustración del módulo de aterrizaje Peregrine.

El cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance despegaba con éxito el pasado 8 de enero hacia la Luna. El objetivo de la misión era aterrizar el módulo lunar Peregrine, de la compañía privada Astrobotic, en una región de la cara oculta conocida como ‘Sinus Viscositatis’ repleto de múltiples experimentos, instrumentos científicos y cargas útiles de demostración tecnológica para la NASA y otros clientes.

Sin embargo, el Universo tenía otros planes: cuando apenas habían pasado unas horas desde el lanzamiento, una “anomalía” en la propulsión hizo que los paneles solares de Peregrine no apuntaran al Sol, impidiendo que la nave cargara sus baterías.

El fallo en el sistema de propulsión llevó a una pérdida de combustible crítica, dejando a la sonda con combustible para solo 40 horas, mientras que el viaje planificado hasta la superficie lunar era de 46 días.

“Desde que ocurrió la anomalía del módulo de aterrizaje lunar Peregrine hace 6 días, hemos estado evaluando la mejor manera de finalizar de manera segura la misión de la nave espacial para proteger los satélites en la órbita terrestre, así como garantizar que no generemos escombros en el espacio cislunar”, afirma Astrobotic en un comunicado oficial.

Este fin de semana hemos conocido el destino final de Peregrine: “La recomendación que hemos recibido es dejar que la nave espacial se queme durante su reingreso a la atmósfera terrestre”.

La NASA no tiene poder de decisión final

Aunque desde la compañía Astrobotic han informado haber estado “trabajando con la NASA” y recibiendo “aportes de la comunidad espacial y del gobierno de EE. UU.” sobre el curso de acción “más seguro y responsable” para poner fin a la misión de Peregrine, reconocen que ninguno de estos organismos tiene la última palabra con respecto al final de la sonda.

Al tratarse de una misión comercial, explicaban en el comunicado, la decisión final sobre la ruta de vuelo final del módulo lunar está en sus manos. “En última instancia, debemos equilibrar nuestro propio deseo de prolongar la vida de Peregrine, operar cargas útiles y aprender más sobre la nave espacial, con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar”.

Por este motivo, añadían, han tomado “la difícil decisión” de mantener la trayectoria actual de la nave espacial para volver a entrar en la atmósfera de la Tierra. “Al poner fin responsablemente a la misión de Peregrine, estamos haciendo nuestra parte para preservar el futuro del espacio cislunar para todos”.

Trabajando a contrarreloj para salvar la misión Peregrine al máximo

A pesar del problema del sistema de propulsión, el equipo de la misión “ha trabajado incansablemente para estabilizar el vehículo, encender todas las cargas útiles activas y permitir la recopilación de datos”, subrayaban desde Astrobotic.

En el momento de publicar el comunicado, la nave espacial había estado operando en el espacio durante 6 días y 16 horas y, aunque continuaba perdiendo propulsor, lo hacía ya “a un ritmo muy lento”.

El módulo de aterrizaje lunar Peregrine alcanzó la “distancia de la Luna” el 12 de enero, es decir, llegó a la órbita lunar —a unos 384.400 kilómetros— en dicha fecha, si bien en ese momento nuestro satélite natural no se encontraba en el mismo punto que la nave espacial de Astrobotic.

Se mencionaba que habían probado por primera vez uno de los motores principales y que se había logrado “una combustión de 200 milisegundos”. “Adquirimos datos que indicaban que Peregrine podría tener capacidad de propulsión del motor principal”, añadían.

Sin embargo, debido a la anomalía, “la proporción de combustible a oxidante está muy fuera del rango operativo normal de los motores principales, lo que imposibilita las quemas controladas prolongadas”. El equipo proyecta que a la nave espacial le queda suficiente propulsor para mantenerse apuntando al Sol y realizar pequeñas maniobras.

Cuándo entrará de nuevo en la atmósfera la nave espacial Peregrine

Peregrine, que en el momento de publicar el comunicado se encontraba a unos 375.000 kilómetros, regresará “pronto” a la atmósfera de la Tierra.

Aunque desde Astrobotic creen que sería posible que la nave espacial funcionase “durante varias semanas más” y que incluso “podría haber elevado la órbita para no tocar la Tierra”, el estado “anómalo” del sistema de propulsión les ha hecho tomar la decisión de terminar cuanto antes la misión y “utilizar la capacidad a bordo del vehículo” para finalizarla “de manera responsable y de forma segura”.

“Estamos trabajando con la NASA para continuar actualizando y evaluando la ruta de reingreso controlado de Peregrine. No creemos que el reingreso de Peregrine represente riesgos para la seguridad y la nave espacial se quemará en la atmósfera de la Tierra”, concluyen.

La compañía menciona el próximo 18 de enero como fecha final de la misión.

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