Reiniciar el corazón, cuándo y por qué es necesario hacer una cardioversión

  • La cardioversión es un proceso farmacológico o eléctrico para que el corazón recupere el ritmo normal en caso de determinadas arritmias o taquicardias. 
Imagen de un corazón junto a un electrocardiograma.
El objetivo de 'reiniciar' el corazón es que el ritmo cardiaco vuelva a ser normal.
PIXABAY
Imagen de un corazón junto a un electrocardiograma.

Si el corazón late de manera incorrecta, es decir, que va demasiado deprisa o que el ritmo al que late es irregular, existe un procedimiento de ‘reinicia’ el corazón para intentar que lata de manera correcta, que recobre el ritmo sinusal normal. Este procedimiento se conoce con el nombre de cardioversión y es una intervención muy habitual en cardiología y muy segura, especialmente cuando se trata de una intervención programada.

¿Qué es una cardioversión y por qué se realiza?

La cardioversión es un procedimiento mediante el que se pretende restaurar, de forma rápida el ritmo normal del corazón en casos de fibrilación auricular (cuando el corazón late muy rápido o de manera irregular); aleteo auricular (cuando el corazón no siempre late irregularmente, pero sí late muy rápido) o taquicardia ventricular (cuando el corazón late muy rápido). Estas afecciones se producen cuando las señales eléctricas que normalmente hacen que el corazón lata a un ritmo regular no viajan correctamente a través del corazón.

Se trata de un procedimiento que se lleva a cabo en el hospital y que puede ser programado, si el paciente está estable, o urgente. En la mayoría de los casos, alrededor del 90%, este procedimiento es exitoso y el paciente puede incluso irse a casa el mismo día.

Este procedimiento, restaura el ritmo cardiaco normal, pero no soluciona la causa que provocas las arritmias, por lo que, lo más habitual es que el paciente siga un tratamiento y que incluso haya que repetir este proceso en alguna ocasión en el futuro.

¿Qué tipos de cardioversión existen?

La cardioversión puede llevarse a cabo de dos maneras: farmacológica o eléctrica. La primera consiste en administrar al paciente una serie de fármacos -ya sea vía oral o intravenosa- que restauran el ritmo normal del corazón. En todo momento, el paciente es monitoreado para comprobar su ritmo cardiaco. Los más comunes son amiodarona, flecainida y sotalol. Se recomienda en las primeras 48 horas tras aparecer los síntomas.

En cuanto a la cardioversión eléctrica, tal y como indican en la Fundación Española del corazón, se trata de un procedimiento que, como su propio nombre indica, restaura el ritmo cardiaco mediante una descarga eléctrica breve y controlada entre dos láminas metálicas (palas) que se sitúan sobre el tórax del paciente de modo que el corazón queda entre ellas. Se trata de un proceso breve, pero doloroso, por lo deberá hacerse bajo anestesia o sedación profunda. Por este motivo, aunque el proceso en sí dura apenas unos segundos, la preparación del paciente requiere alrededor de media hora. Además, antes de llevar a cabo es habitual comprobar el estado del paciente mediante pruebas como electrocardiogramas, ecocardiogramas o un ecocardiograma transesofágico, que se hace para comprobar si hay coágulos de sangre en el corazón. Además, el paciente está monitoreado en todo momento. Lo normal es que el ritmo del corazón de restaure en pocos segundos, pero también puede ocurrir que se necesite una segunda descarga.

Hay que dejar claro que una cardioversión eléctrica no es lo mismo que una desfibrilación, un procedimiento de emergencia que se realiza cuando el corazón se detiene o se agita con pulsaciones ineficaces. Las descargas eléctricas que produce una desfibrilación son más potentes.

Qué riesgos tiene

La cardioversión es una intervención muy segura y el paciente normalmente puede irse a casa a las pocas horas, tras recuperarse de la anestesia y si no hay complicaciones. Las más habituales, pero aun así muy como frecuentes, son

•Reacciones alérgicas a los medicamentos utilizados.

•Desprendimiento de coágulos. La cardioversión eléctrica puede hacer que los coágulos de sangre existentes debido a las arritmias, se muevan a otras partes del cuerpo causando trombosis. Para que esto no ocurra, además de comprobar si existen coágulos antes de la cardioversión, se le pueden administrar un medicamento para prevenir la formación de coágulos.

•Hematomas, quemaduras o dolor donde se utilizaron los electrodos debido a la descarga eléctrica.

•Empeoramiento de la arritmia. En casos aislados, algunas personas pueden desarrollar otros problemas con el ritmo cardíaco durante el procedimiento o después de este.

Después de llevar a cabo una cardioversión, es habitual prescribir medicamentos para impedir que las arritmias aparezcan de nuevo y se aconseja que se elimine o limite el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, pues son estimulantes y pueden acelerar su ritmo cardíaco.

En el 10% de los casos, la cardioversión no funciona. Si esto sucede, se probarían otras alternativas, como otros fármacos, la colocación de un desfibrilador cardioversor implantable (DCI), un marcapasos o la cirugía (ablación). 

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