Ocho de cada diez médicos (81,4 %) consideran que el exceso de información sobre la Covid-19 lleva a los pacientes a dudar de ellos, según una encuesta efectuada a 353 facultativos de toda España, el 42 % de los cuales son médicos de familia.
Esta encuesta, que se ha hecho on line, ha sido elaborada por el Instituto #SaludsinBulos y Doctoralia y ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), según se ha informado este martes en rueda de prensa.
Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos, y las doctoras Marta Martínez del Valle, de la SEMG, y María Luisa Gómez Grande, médico intensivista del Hospital General de Ciudad Real, han dado a conocer este martes los resultados de la encuesta, recogida en el IV Estudio de Bulos en Salud-covid-19.
Los pacientes deberían recibir formación para distinguir los bulos
La mayor parte de los médicos consultados, el 81,4 % citado, han asegurado que el exceso de información en las redes y en internet provoca que los pacientes duden de los profesionales, un porcentaje que ha aumentado respecto al pasado 2020 (73,3 %).
De hecho, un 81,6 % de los pacientes atendidos por los médicos consultados buscan información en internet antes de acudir a la visita médica, un hecho que preocupa a los facultativos, ya que consideran que "internet no es una fuente segura de información en salud, y menos aún con el avance de la pandemia".
La doctora Gómez Grande ha informado de que un 95,2 % de los consultados en la encuesta creen que los pacientes deberían recibir formación para distinguir los bulos de la información veraz en salud, por lo que ha recomendado que los facultativos compartan en las redes la información que el Ministerio de Sanidad o las sociedades científicas ofrecen en sus páginas web.
Por su parte, la doctora Marta Martínez del Valle ha dado a conocer una Guía contra los bulos en la atención primaria, en la que se recomienda a los médicos que prescriban webs fiables, como las ya citadas del Ministerio o de las sociedades científicas, que orienten al paciente en la consulta, sean un referente para el paciente en redes sociales, formen parte de la red de expertos de #SaludsinBulos y difundan información veraz y contrastada.
Un 73,7 % de los médicos dedican tiempo a desmentir bulos de salud
Un 73,7 % de los médicos consultados este año (un 64,5 % en 2020) han afirmado que dedican tiempo en sus consultas a desmentir bulos de salud que les llegan a través de sus pacientes.
"Los bulos generan un importante número de consultas, dentro de una sanidad ya colapsada. Si sumamos a esto la gran carga asistencial y el escaso número de recursos humanos y materiales de que dispone el médico en su día a día, todo ello termina por repercutir en la salud de los pacientes", ha indicado la doctora Martínez del Valle.
Según la encuesta, los bulos sobre la Covid-19 han sido "protagonistas" en las consultas médicas durante todo el año y su facilidad de transmisión es un factor que influye de forma decisiva con las redes sociales y las aplicaciones de mensajería como whatsApp.
Los especialistas consultados señalan que las noticias falsas circulan, principalmente, a través de artículos de internet (39,9 %) y le siguen los bulos en formato de vídeo (19,3 %) y tertulias o programas de televisión (12,7 %).
"La escucha activa y empática" de los pacientes es una de las "mejores bazas" para combatir los bulos en salud y, especialmente, con el tema de la covid-19, ha argumentado la doctora.
Por su parte, Carlos Mateos ha explicado que durante este año el tema sobre el que se han detectado bulos en las consultas han sido las vacunas, mencionado por el 81 % de los consultados, seguidas por el origen del virus (52,7 %), que fue "la estrella" del pasado 2020, y el tratamiento de la enfermedad (33,1 %).
"Ahora parece que se orientan hacia la vacunación de los niños y que las vacunas producen magnetismo" en los que la acaban de recibir, con múltiples fotografías y mensajes en las redes sociales que han mostrado cucharillas pegadas a los brazos.
Mateos ha considerado que "una mala comunicación con el médico" hace que puedan crecer los bulos, y que el hecho de que se hayan reducido las consultas presenciales puede influir también, especialmente cuando se trata de personas mayores a las que se ha de orientar sobre sus enfermedades.
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