El ibuprofeno es uno de los fármacos más presentes en los botiquines de España, al que se recurre por dolor de cabeza, inflamación o fiebre, molestias leves, pero que trastornan nuestro día a día. El problema viene cuando esos síntomas persisten y se toma la decisión de exceder tanto la dosis recomendada como los días de tratamiento. La actuación si el dolor se prolonga debe ser otra: acudir al médico y evitar así tanto efectos adversos como peligrosas interacciones del ibuprofeno con otros fármacos.
Un informe de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre la utilización de AINE (antiinflamatorios no esteroideos) le señaló en 2012 como el más consumido: cuatro de cada diez envases vendidos eran de ibuprofeno. Una tendencia que ha disminuido desde 2019, cuando se estableció la receta obligatoria para la dispensación de las presentaciones de 600 miligramos.
¿Cuál es la dosis adecuada?
La clave para evitar esos posibles efectos adversos está en que el tratamiento sea lo más corto posible y que la ingesta de ibuprofeno no exceda la dosis diaria recomendada: 2.400 mg en adultos y 1.600 mg en adolescentes (12-18 años). Las personas mayores de 65 años, población con un porcentaje notable de polimedicados, deben estar especialmente alerta y seguir la prescripción médica, que normalmente indicará una dosis aún más baja.
Riesgo cardiovascular
En 2015, la AEMPS alertaba de los riesgos de administrar dosis altas de dicho fármaco a pacientes con factores de riesgo cardiovascular y patologías cardiovasculares graves. Ensayos clínicos confirmaban que dosis altas de ibuprofeno (iguales o mayores a 2.400 mg/día) podrían asociarse con un mayor riesgo de trombosis arterial.
Reacciones gastrointestinales
Son las más frecuentes tras un consumo excesivo de ibuprofeno. Su gravedad oscila desde síntomas más leves como náuseas, vómitos o flatulencia, a úlceras pépticas o hemorragias digestivas (con más incidencia en pacientes de edad avanzada). También se ha descrito el empeoramiento de patologías previas como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Reacciones cutáneas
Como en los casos anteriores, el grado de afectación y gravedad abarca un rango de efectos adversos más y menos frecuentes. El más probable, siguiendo la información del prospecto, sería la erupción cutánea, mientras que entre los menos frecuentes se encontrarían enrojecimiento, picor, hinchazón o la aparición de manchas violáceas en la piel.
Efectos en los sistemas inmunológico y nervioso
Aunque son casos poco frecuentes, exceder la dosis diaria recomendada podría originar edemas cutáneos pasajeros, inflamaciones de la mucosa nasal o incluso broncoespasmos. En el marco de efectos sobre el sistema inmunológico también se han descrito reacciones alérgicas graves como shocks anafilácticos.
En cuanto al sistema nervioso, entre los efectos más frecuentes se encontrarían la fatiga, la somnolencia, los dolores de cabeza, mareos o una sensación de inestabilidad. Y como caso más grave y también más infrecuente podría manifestarse la parestesia, un trastorno de sensibilidad cuyos síntomas habituales son el adormecimiento y el hormigueo de pies y manos.
Referencias
Sociedad Española del Dolor (s.f.). Pacientes. https://www.sedolor.es/pacientes/consejos-y-recomendaciones/
Portal de Salud de la Junta de Castilla y León (s.f.). Aula de Pacientes. Uso adecuado de los antiinflamatorios no estereoideos. https://www.saludcastillayleon.es/AulaPacientes/es/informacion-util/necesario-puede-hacer-dano/recomendaciones-pacientes/uso-adecuado-antiinflamatorios-estereoideos
AEMPS (abril de 2015). Riesgo cardiovascular de dosis altas de ibuprofeno o dexibuprofeno: recomendaciones de uso. https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/medicamentosusohumano-3/seguridad-1/2015/ni-muh_fv_04-ibuprofeno-dexibuprofeno/
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