Se conoce como cáncer de cuello de útero al que se genera en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que conecta con la vagina. El cáncer de cuello uterino está causado por el virus del papiloma humano (VPH) que se contagia por contacto sexual.
En la mayoría de los casos, el propio cuerpo de la mujer combate el virus del papiloma, aunque en ocasiones no es capaz de superarlo y acaba derivando en al cáncer de cuello de útero.
Las mujeres más propensas a sufrir este tipo de cáncer son las fumadoras, aquellas que han tomado anticonceptivos durante muchos años y las que han tenido mucho hijos.
Cómo detectar el cáncer de cuello de útero
En los primeros estadios de la enfermedad, el cáncer del cuello de útero no produce síntomas, por lo que es difícil diagnosticarlo, aunque la manera más habitual de hacerlo es a través de citologías periódicas.
Según la enfermedad va avanzando, los síntomas más comunes son el sangrado vaginal después de mantener relaciones sexuales, entre periodos o tras la menopausia.
El dolor pélvico durante la relaciones sexuales o el flujo vagina acuoso, con sangre y con mal olor son otros de las alarmas de este cáncer.
Tratamiento del cáncer de cuello de útero
Dependiendo del tamaño del cáncer y de lo avanzada que se encuentre la enfermedad, el tratamiento será diferente.
El procedimiento con el cáncer del cuello de útero puede ir desde la operación hasta la radioterapia, quimioterapia o una combinación de ambas.
Otro de los factores a tener en cuenta en el tratamiento del cáncer de cuello de útero es si la paciente tiene intención de quedarse embarazada con posterioridad.
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