Un cuerpo sano con un reloj biológico sincronizado tarda entre cinco y treinta minutos en coger el sueño de forma natural, sin embargo, en España se duerme poco y mal, según Óscar Sans, responsable de la Unidad de Trastorno del Sueño del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. A todo ello hay que añadirle el uso excesivo e inútil de la melatonina. Hasta un 10% de los españoles consume a diario medicamentos para coger el sueño.
Este dato podría ser incluso mayor si se tiene en cuenta los que no necesitan receta médica, como en el caso de las gominolas para dormir. Y aquí viene un punto a tener en cuenta. Aunque sabemos que todas las funciones del cerebro y del organismo están determinadas en mayor o menor medida por la alternancia de la vigilia y el sueño, lo cierto es que aún no sabemos porqué y para qué dormimos.
¿Cuál es la verdadera razón por la cual dormimos?
Según Jana Fernández, divulgadora y experta en la creación de contenidos especializados en bienestar y descanso, las hipótesis demostradas hasta la fecha son las relacionadas con las funciones biológicas del sueño: recuperación y restauración, conservación energética, y plasticidad, memoria y aprendizaje.
Desde el punto de vista cognitivo, según la autora del libro 'Aprende a descansar: El método de las 7D para cuidar tu bienestar físico, mental y emocional', "no dormir lo que nuestro cuerpo necesita puede dar lugar a una reducción en la eficiencia de procesos mentales como el tiempo de reacción, la capacidad de respuesta atencional y la velocidad de cálculo, un aumento del tiempo necesario para la toma de decisiones, un deterioro significativo de la memoria y un aumento de la irritabilidad".
A todo ello hay que añadirle las posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Asimismo, la mayoría de los pacientes con trastornos mentales, y a su vez psiquiátricos, tienden a ser comunes en pacientes con alteraciones del sueño. Por ejemplo, en enfermedades como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia, se pueden apreciar alteraciones de los patrones del sueño.
¿Qué pasa cuando no dormimos?
Todas las funciones de nuestro organismo, incluidas las cerebrales, están influidas por la alternancia de la vigilia y el sueño. Existen varias hipótesis aceptadas por la comunidad científica sobre las funciones biológicas del sueño:
- La de recuperación y restauración del organismo.
- La de conservación energética.
- La de plasticidad.
- La memoria y el aprendizaje.
El aumento de la hormona de crecimiento durante el sueño lento en el ser humano apoya la hipótesis de la recuperación y la restauración de tejidos. Es fundamental en adultos para regenerar los huesos, músculos, tendones y demás tejidos que se van deteriorando por la actividad diaria, por la práctica de deporte, por traumatismo, etc. Pero también es necesario en la infancia y la adolescencia, actor esencial en el desarrollo físico y cognitivo.
¿Qué engorda más dormir mucho o poco?
Cuando se duerme mal o poco, los procesos metabólicos responsables de digerir los alimentos y convertirlos en energía no se realizan de manera correcta, ya que este proceso suele realizarse en segundo plano y es durante el sueño cuando el cuerpo metaboliza en buena parte los alimentos.
Hay que recordar que para mantener el apetito a raya entran en juego dos hormonas: la leptina (dice al cerebro que se está saciado) y la ghrelina (le dice que tienes hambre). Un estudio establece que en los trasnochadores, los niveles de ghrelina se suelen disparar. Además, está demostrado que la privación de sueño provoca que optemos por consumir más alimentos ricos en grasas y altos en calorías.
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