La sertralina es un fármaco antidepresivo que se encarga de la estimulación de la transmisión nerviosa, por lo que es utilizado en adultos para tratar la depresión y otros trastornos de ansiedad, como son el trastorno de fobia social, de angustia o el trastorno por estrés postraumático. De igual manera, se utiliza para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo en personas adultas y en aquellos que lo sufren y tienen una edad a partir de los 6 años.
En la actualidad, se pueden encontrar en presentaciones de 50 y 100 mg en forma de comprimidos, debiendo tomarse una dosis que varía en función de la respuesta de cada paciente y que vendrá determinada por su médico. Inicialmente, lo usual es que se comience con una dosis de 25 o 50 mg al día, aunque si resulta necesario, podría llegar a crecer hasta los 200 mg diarios. Se puede tomar por la mañana o por la noche, tanto con cómo sin alimentos.
Efectos secundarios de tomar sertralina
Durante el tratamiento de la depresión es importante que el paciente avise a su médico en el caso de que note que los síntomas de su enfermedad empeoran. De igual forma, hay otros efectos secundarios de la sertralina que harán que sea necesario acudir al médico, como son los siguientes:
- Náuseas, mareos o vómitos.
- Diarrea o estreñimiento.
- Dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido.
- Sensación de boca seca.
- Cansancio excesivo.
- Dolor de cabeza.
- Nerviosismo.
- Sudoración excesiva.
- Problemas sexuales en hombres, como reducción del apetito sexual, incapacidad para alcanzar o mantener una erección, o retraso o ausencia de eyaculación.
- Problemas sexuales en mujeres, con disminución del deseo sexual, o incapacidad o retraso del orgasmo.
- Pérdida de apetito o cambios drásticos en el peso.
- Acidez estomacal.
Se debe informar al médico en el caso de que estos síntomas sean graves o persistentes en el tiempo, es decir, que no desaparecen.
De igual forma, se debe llamar al médico inmediatamente en el caso de que tengan lugar algunos efectos secundarios de elevada gravedad, como estos:
- Dificultad para respirar.
- Hinchazón.
- Sarpullidos o urticaria.
- Convulsiones.
- Sangrado o moretones inusuales.
- Alucinaciones, fiebre, agitación, confusión, temblores, espasmos o rigidez muscular de gran intensidad, ritmo cardíaco demasiado elevado, pérdida de coordinación, vómitos, náuseas o diarrea.
- Dolores de cabeza, inestabilidad, problemas de memoria, confusión o debilidad.
A todos los anteriores hay que sumar otros efectos secundarios que pueden estar ocasionados por la toma de sertralina, como en el caso de los niños, en los que puede provocar disminución del apetito y pérdida de peso. El médico deberá mantener un control regular del crecimiento del menor para tenerlo bajo control.
Otras indicaciones sobre sertralina
Es importante que no se suspenda un tratamiento con sertralina y otros antidepresivos de manera brusca, ya que en lugar de evitarlos síntomas podría provocar un efecto rebote, haciendo que haya una sintomatología de depresión de mayor intensidad. En el caso de que se desee suspender el fármaco, deberá consultarse con el médico.
Por otro lado, algunos pacientes en tratamiento con este fármaco llegan a desarrollar un trastorno que recibe el nombre de acatisia, y que consiste en que se siente inquietud e intranquilidad, y que se da especialmente durante las primeras semanas del tratamiento.
Hay que tener en cuenta que no se debe consumir alcohol durante el tratamiento de sertralina, ya que en este caso podría empeorar los síntomas o los efectos adversos.
Para evitar cualquier tipo de problema al respecto de su uso, es necesario seguir las indicaciones del médico, y, en ningún caso, exceder la cantidad diaria recetada.
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