Cómo funcionan los antidepresivos, durante cuánto tiempo se pueden tomar y qué efectos secundarios tienen

  • España es el décimo país del mundo en el que más antidepresivos se toman, un 7,5% los consume a diario. 
  • Los antidepresivos no actúan inmediatamente, sino al cabo de unas semanas, por eso no crean una gran dependencia. 
Más de 1,5 millones de personas padecen depresión en España y la mitad están sin diagnosticar.
Más de dos millones de personas padecen depresión en España y un 7,5 % de la población  toma antidepresivos. 
Engin Akyurt / Pixabay
Más de 1,5 millones de personas padecen depresión en España y la mitad están sin diagnosticar.

Al igual que ocurre con los ansiolíticos, el consumo de antidepresivos en España es muy elevado y no ha dejado de crecer en los últimos años. De hecho, tal y como advierte la Agencia Española del Medicamento, desde el año 2000 su uso se ha prácticamente triplicado y un 7,5 % de la población toma este tipo de medicación a diario, lo que sitúa a España en el décimo país del mundo en consumo de este tipo de medicamentos. Estas elevadas cifras se deben al aumento de casos diagnosticados de depresión, una enfermedad mental frecuente que afecta a 300 millones de personas en el mundo, 2,5 de ellas en España.

Los antidepresivos, en combinación con la psicoterapia, son la mejor forma de combatir la depresión, pero para la medicación funcione hay que seguir estrictamente las indicaciones de uso y tener en cuenta que, como cualquier medicamento, su uso no es inocuo. 

Para qué se usan y qué tipos hay

Como su propio nombre indica, los antidepresivos sirven para combatir los síntomas de la depresión cuando esta es moderada o profunda, que pueden ser muchos y muy variados, como tristeza prolongada, pérdida de interés por la vida, incapacidad para disfrutar de la vida, falta de concentración o insomnio entre otros muchos.

Los antidepresivos también están indicados en otro tipo de trastornos del estado de ánimo como ansiedad severa y ataques de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, dolor crónico, trastornos de la conducta alimentaria y el trastorno de estrés postraumático. 

Existen casi 30 tipos de antidepresivos, pero, según la Sociedad Española de Psiquiatría, se pueden clasificar en cuatro tipos:

•ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina)

Son los más utilizados y los que primero suelen recetarse debido a que son los que menos efectos secundarios suelen producir. Actúan inhibiendo la reabsorción de la serotonina, sin afectar a otros neurotransmisores. Entre estos antidepresivos encontramos la fluoxetina (el famoso Prozac) y otros como la paroxetina, la sertralina o el citalopram.

•IRSN (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina)

Además de inhibir la recaptación de la serotonina, actúan también sobre la noradrenalina, impidiendo su recaptación. Algunos ejemplos son la duloxetinala, lavenlafaxina, la desvenlafaxina o el levomilnaciprán.

•Tricíclicos. Actúan muy parecido a los dos anteriores, pero pueden afectar a otros neutransmisores, por lo que provocan más efectos secundarios. Desde que aparecieron los dos anteriores, se usan bastante menos, solo en caso de que no funcionen los anteriores y en casos graves de depresión.

•IMAOs (Inhibidores de la Monoaminoxidasa). Son los menos utilizados por los graves efectos secundarios que pueden producir, más incluso que los tricíclicos, y porque interactúan con muchos medicamentos, por lo que solo se utilizan en los casos más graves y resistentes. Actúan bloquean los efectos de la monoaminooxidasa, una enzima que descompone la serotonina, la epinefrina y la dopamina.

En función de cada paciente, los síntomas y los trastornos que padezca y sus circunstancias, el psiquiatra recomendará uno u otro, pues cada persona responde de manera distinta a los antidepresivos. 

La fluoxetina, más conocido por su nombre comercial, Prozac, es uno de los antidepresivos más usados en el mundo.
La fluoxetina, más conocido por su nombre comercial, Prozac, es uno de los antidepresivos más usados en el mundo.
Wikimedia Commons

Cómo funcionan

Los antidepresivos están destinados a corregir los desequilibrios químicos del cerebro responsables de los cambios en el estado de ánimo y el comportamiento. En general, y dependiendo de cada tipo, actúan aumentando los niveles de unos neurotransmisores específicos en el cerebro, evitando que sean ‘recaptados’. 

Los estudios realizados hasta la fecha apuntan que son muy eficaces, pues según datos del Royal College of Psychiatrists, entre un 50 y un 65% de las personas que los toman mejoran significativamente tras tres meses de tratamiento, frente al 25% que no recibe tratamiento. Sin embargo, este efecto no es inmediato, sino que los pacientes tardan varias semanas en notar mejoras en su estado de ánimo. 

Por este motivo, los antidepresivos tampoco pueden dejarse de golpe, sino paulatinamente y siempre siguiendo las indicaciones del médico. Además, su uso debe ser prolongado, al menos seis meses después de los síntomas de la depresión hayan desaparecido. 

¿Qué efectos secundarios tienen?

Los antidepresivos no causan tanta dependencia como los ansiolíticos, debido, sobre todo, a que sus efectos no son inmediatos. Aun así, nunca es recomendable dejarlos sin prescripción médica ni de repente, pues pueden producir síntomas parecidos al del síndrome de abstinencia, como ansiedad, mareos, molestias estomacales y síntomas parecidos a los de la gripe. Además, en el trascurso del tratamiento, sobre todo al principio, pueden presentarse efectos secundarios, que dependerá del tipo de antidepresivo que se tome.

Los ISRS y IRSN, los más comunes, pueden producir:

  • Mareos y angustia
  • Disfunción sexual
  • Problemas de memoria
  • Problemas al orinar
  • Irritabilidad
  • Cambios de peso
  • Aumento de la tensión arterial
  • En casos graves, ideas suicidas, aunque no aumento de tentativas

En caso de los tricíclicos, los efectos son más frecuentes y graves:

  • Temblores
  • Sequedad bucal
  • Aumento del ritmo cardiaco
  • Somnolencia
  • Aumento de peso
  • Mareos y desorientación
  • Disfunción sexual

Los IMAO, muy poco recetados hoy día, también son los que más efectos indeseados producen:

  • Confusión y dificultades para concentrarse
  • Mareos, desmayos
  • Estreñimiento
  • Disfunción sexual
  • Pueden interactuar con los alimentos ricos en tiramina, como nueces, algunos pescados y carne, quesos…
  • Hipertensión

Tanto los tricíclicos como los IMAO son muy peligrosos en casos de sobredosis.

¿Hay alternativa a los antidepresivos?

Mucha gente es reacia a tomar antidepresivos, ya sea por el estigma social que producen su uso y la depresión o por temor a los efectos secundarios y a la dependencia. Sin embargo, estos medicamentos, tomados siempre siguiendo estrictamente las indicaciones de los psiquiatras, son de gran ayuda e incluso esenciales en caso de depresión mayor. Y es que, aunque según la Sociedad española de psiquiatría 4 de cada 5 depresiones acabarían mejorando sin tratamiento al cabo de varios meses, no tratarlas pondría en un grave riesgo a las personas con depresiones resistentes y crónicas, además de aumentar el riesgo de recaída. Los antidepresivos no tratan los desencadenantes de las depresiones ni las eliminan por completo, por tanto, son más eficaces si se combinan con:

•Psicoterapia: Hay diversos tipos de psicoterapia, como la cognitivo-conductual o las terapias interpersonales. A medio y largo plazo son muy eficaces en caso de depresiones leves y moderadas y para prevenir recaídas, pues ayudan a enfrentarse a los pensamientos negativos, al autoconocimiento, a afrontar ciertos problemas y a manejar la ansiedad y el estrés.

•Hábitos saludables, como una buena alimentación, no ingerir drogas ni alcohol, ejercicio al aire libre…

•Terapia lumínica, en caso de trastorno afectivo estacional.

•Hierba de San Juan o hipérico. Es un remedio natural muy usado en países como Alemania, que ha demostrado ser eficaz en caso de depresión leve. Puede ser una buena alternativa, ya que los antidepresivos no están indicados en caso de depresión leve a no ser que esta sea persistente. Se debe consultar al médico primero, pues puede interferir en algunos medicamentos.

¿Qué hacer mientras se toman antidepresivos?

Si se siguen estos consejos, la toma de antidepresivos se hará más llevadera: 

•Tener paciencia y confiar en el médico. Puesto que su efecto no es inmediato, hay que tener paciencia para esperar resultados. 

•Poner de tu parte. Los antidepresivos, no van a resolver si la causa de la depresión ni son el único remedio. Poner de tu parte, combinándolos con los remedios antes descritos, hará que sus efectos sean más rápidos.

•Pedir ayuda al entorno cercano siempre que se necesite.

•Si los efectos secundarios son demasiado fuertes o no se producen los efectos esperados a las pocas semanas, hablar con el médico para que valore cambiar la medicación.

•No tomar otros medicamentos sin consultar con el médico.

No variar nunca la dosis sin prescripción médica. 

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