Miles de personas alrededor del mundo utilizan ibuprofeno o paracetamol para tratar dolores y síntomas de resfriados de forma habitual. Estos analgésicos son dos de los más consumidos en nuestro país por los buenos resultados que tienen a la hora de paliar distintas enfermedades, sus escasos efectos secundarios y su eficacia. Eso sí, pese a ser medicamentos consumidos frecuentemente, existen muchas dudas a su alrededor: desde cuál es mejor tomar al tiempo que tardan en actuar.
En este sentido, una de las cuestiones fundamentales que tienen muchas personas ante las primeras sensaciones de dolor físico, malestar o afección leve es si deben tomar paracetamol o ibuprofeno para aliviar estos síntomas. La respuesta dependerá de del dolor concreto que se esté sufriendo, así como del curso de la enfermedad que se atraviese.
¿Para qué sirve cada medicamento?
- El paracetamol es un medicamento analgésico y antipirético que se utiliza comúnmente para tratar "el dolor de cualquier causa de intensidad moderada, como por ejemplo: dolores postoperatorios y del postparto, dolores reumáticos (artrosis y artritis reumatoide), lumbago, tortícolis, ciática, neuralgias, dolor de espalda, dolores musculares, dolores menstruales, dolor de cabeza y dolor dental. Estados febriles y en las molestias que acompañan al resfriado y a la gripe", indica en el prospecto que acompaña a la medicina la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
- El ibuprofeno pertenece al grupo de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Este medicamento está indicado para el tratamiento de la fiebre; el tratamiento del dolor de intensidad leve o moderado, incluida la migraña; el tratamiento de la artritis (inflamación de las articulaciones, incluyendo habitualmente las de manos y pies, dando lugar a hinchazón y dolor); la artritis reumatoide juvenil; artrosis (trastorno de carácter crónico que ocasiona el daño del cartílago); espondilitis anquilosante (inflamación que afecta las articulaciones de la columna vertebral) e inflamación no reumática y la dismenorrea primaria (menstruación dolorosa).
Ambos medicamentos actúan reduciendo la producción de prostaglandinas en el cuerpo, sustancias químicas que causan inflamación y dolor en el cuerpo. Sin embargo, el ibuprofeno también tiene propiedades antiinflamatorias que lo hacen útil para tratar la inflamación y el dolor asociados con afecciones que cursan inflamación.
¿Cuánto tiempo tardan en actuar?
El paracetamol y el ibuprofeno se absorben rápidamente en el intestino delgado y se distribuyen por todo el cuerpo a través de la circulación sanguínea. El tiempo que tardan en hacer efecto depende de varios factores, como la dosis, la forma en que se toma y la velocidad de absorción. No en vano, en esto también influye la manera en la que se ingieren los medicamentos: en comprimidos, cápsulas, pastillas efervescentes, formatos líquidos o en gel…
Por lo general, los tiempos en los que suele hacer efecto el paracetamol van de los 30 a los 60 minutos. Si se toma en forma de comprimidos o cápsulas, el paracetamol tardará más tiempo en hacer efecto que si se toma en forma líquida, por ejemplo. De la misma manera, si se toma con alimentos podrá tardar más que si se toma con el estómago vacío. Es importante tener en cuenta que la dosis también puede afectar al tiempo, siendo más amplio si se toma una dosis más alta frente a una más baja.
El ibuprofeno, por su parte, suele tardar entre 20 y 30 minutos en hacer efecto después de ser ingerido. Al igual que el paracetamol, si se toma en forma de comprimidos o cápsulas, el ibuprofeno tardará más tiempo en hacer efecto que si se toma en forma líquida. El tiempo se ampliará con una dosis más alta y también tardará más en hacer efecto si se tiene el estómago lleno. Eso sí, hay que destacar la importancia de seguir en todo momento la pauta recomendada por el médico (que debe prescribir estas medicinas), así como la forma de tomarlo que indique: con las comidas, en formato líquido, cápsulas o comprimidos…
En cualquier caso, los expertos de Mayo Clinic avisan que si se toma más ibuprofeno de la dosis recomendada, pueden producirse náuseas, dolor estomacal, sangrado estomacal o úlceras. También otros problemas renales, de retención de líquidos y presión arterial alta. Del ibuprofeno, por su parte, cuentan que se considera más seguro que otros analgésicos. Sin embargo, tomar más de la dosis recomendada o mezclarlo con alcohol aumenta el riesgo para daño a los riñones e insuficiencia hepática.
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