¿Padeces de bruxismo? Así puedes tratarlo con éxito
- Se trata de una patología vinculada al estrés, la ansiedad y los trastornos del sueño.
Un gran porcentaje de los españoles sufre bruxismo. El Consejo General de Dentistas de España mide su incidencia en un 70% de la población adulta, cifras que deben servir para concienciar de la necesidad que tenemos como sociedad de reducir los altos niveles de estrés y nerviosismo que experimentamos.
El bruxismo es una “actividad parafuncional que consiste en el apretamiento y rechinamiento dentario”, explica el Dr. Pablo Gutiérrez Segovia, odontólogo de la Unidad Dental de Quirónsalud Valencia. Además de estar asociado al estrés, también se vincula a las alteraciones del sueño o parasomnias.
Al igual que podemos apreciar efectos visibles en nuestra dentadura, podemos detectar el bruxismo si percibimos o sufrimos alteraciones patológicas como “hábitos orales, maloclusiones, malas condiciones sistémicas y trastornos en las etapas del sueño”, señala el especialista.
Esta patología, que puede clasificarse como diurna o nocturna, provoca que aumente el tono muscular “por estímulo de estructuras cerebrales y diferentes neurotransmisores que se relacionan con el bruxismo nocturno”. El dolor orofacial, las cefaleas, los factores psicosociales y/o posturales podrían influir en la ocurrencia del bruxismo.
El bruxismo nocturno o diurno provoca que aumente el tono muscular
Sintomatología
Más allá del desgaste observable en los dientes y/o al grado elevado de ansiedad y estrés, debemos realizar un especial seguimiento a otros síntomas que agravan nuestra salud general. Por ejemplo, a los trastornos respiratorios durante el sueño, como la apnea e hipopnea del sueño; a trastornos del comportamiento asociados al uso de fármacos, o a los temporomandibulares o la maloclusión, entre otros.
Un diagnóstico oportuno podría evitar daños a nivel oclusal, como desgastes, fracturas y movilidad dentaria, además de poder padecer cefaleas y “dolor a nivel de articulación temporomandibular y musculatura masticatoria”. Asimismo, estas alteraciones pueden desembocar en mialgias y daños periodontales y articulares, así como el citado desgaste dental. Por ello, es determinante ponerse en manos de especialistas que planifiquen un tratamiento correcto.
Posibles tratamientos
Tradicionalmente, esta afección ha sido tratada con planos o férulas oclusales, puesto que “han demostrado ser eficientes para evitar desgastes dentarios y bajar el dolor y la fatiga muscular”, confirma el especialista. El tratamiento habitual es el uso de las férulas de descarga, que impiden el desgaste dentario y ayudan a disminuir los dolores articulares.
Estas férulas de descarga deben ser rígidas, de resina y deben tener la mayor cantidad de contactos. Habitualmente se utilizan en el maxilar superior, aunque depende también de la anatomía de cada paciente, “ya que debido a alteraciones de posición de los maxilares o del tipo de patología que queremos corregir, observaremos la férula adecuada para cada caso”.
Las férulas de descarga deben ser rígidas, de resina y deben tener la mayor cantidad de contactos
Antes de tratar de conciliar el sueño, es aconsejable “bajar la actividad maseterina, cambiando hábitos de vida como la ingesta de alcohol, tabaco o café antes de dormir y todos los estimulantes del sistema nervioso”, indica el experto. Otras posibles soluciones con efectos positivos a corto plazo son la toxina botulínica o las terapias farmacológicas en adultos basadas en benzodiacepinas o relajantes musculares, que permiten disminuir la actividad motora nocturna y los síntomas.