Cuándo y cómo se manifiesta el vitíligo, una enfermedad benigna que despigmenta la piel y afecta hasta al 2% de la población

  • El 25 de junio se celebra su Día Internacional, que puede tener un gran impacto psicológico en los afectados.
El vitíligo es una enfermedad benigna, pero puede afectar psicológicamente a quien la padece.
El vitíligo es una enfermedad benigna, pero que puede afectar psicológicamente a quien la padece.
cottonbro / Pexels
El vitíligo es una enfermedad benigna, pero puede afectar psicológicamente a quien la padece.

El 25 de junio se celebra el Día Internacional de Vitíligo, una enfermedad muy desconocida, a pesar de que es bastante frecuente, pues afecta a entre un 1 y un 2% de la población mundial de todas las razas, y es más frecuente en mujeres. De origen desconocido, esta enfermedad autoinmune, aunque no tiene consecuencias graves para la salud, sí puede tener un gran impacto psicológico en las personas que las padecen.

¿Qué es vitíligo y por qué se produce?

El vitíligo es una enfermedad degenerativa de la piel que se causa la destrucción de los melanocitos, es decir, las células que pigmentan la piel. Esto provoca que ciertas partes de la piel se vayan despigmentando y se queden sin color. En personas con la piel muy clara apenas se nota, pero es muy visible en las personas muy morenas o de piel oscura.

Aunque no se conoce a ciencia cierta qué la causa, se sabe que es una enfermedad de origen autoinmune, pues es el propio sistema inmunitario de las personas que la padecen el que ataca a los melanocitos. Además, suele asociarse a otras enfermedades de origen también autoinmune, como hiper/hipotiroidismo (asociación en un 10%), diabetes mellitus (asociación en un 5-7%) o la anemia perniciosa. Así, ante un diagnóstico de vitíligo, se debe descartar la presencia de otras patologías autoinmune.

También se sabe que puede tener un origen genético, es decir, que se da más en personas predispuestas genéticamente, pues un 20% de los pacientes refieren familiar afecto; y que hay factores que pueden desencadenarla, como el estrés, las quemaduras solares y el uso de algunos medicamentos.

¿Cómo y cuándo se manifiesta?

El vitíligo se manifiesta a través de manchas sin pigmento. Al principio, empiezan siendo pequeñas manchas blancas, de forma irregular (amelanóticas) que se pueden ir agrandando y apareciendo en otras partes del cuerpo. Aunque pueden aparecer en cualquier lugar, son más típicas algunas localizaciones, como se indica la web de la Fundación Piel Sana, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Estas zonas son “las áreas periorificiales (como ojos, nariz y boca), sobre eminencias óseas (nudillos, rodillas, codos, tobillos, zona pretibial), grandes pliegues (axilas, ingles), periungueal, y mucosas (labio, encías, ano, genitales)”. Además, en el vitíligo también se produce lo que se conoce como fenómeno de Koebner, es decir, que se producen lesiones en zonas que han sufrido alguna agresión a causa de una infección, una operación, una picadura, etc.

En general, la enfermedad presenta dos variantes: la focal, que se manifiesta con ligeras manchas segmentadas en el cuerpo, y la universal, que abarca grandes extensiones.

Aunque puede presentarse a cualquier edad, la mayor incidencia la encontramos alrededor de los 20 años y la inmensa mayoría de pacientes presentan la enfermedad antes de cumplir 40 años.

¿Qué consecuencias tiene?

Las personas con vitíligo tienen que tener una precaución especial con el sol, pues, al no tener melanocitos en muchas zonas, los rayos solares pueden ser más dañinos. Aparte de esto, es bastante benigna, pues no provoca dolor ni picor, no es contagiosa y no produce otros daños en la piel. Las consecuencias son, por tanto, principalmente estéticas. Sin embargo, aunque se trate de una cuestión estética, no hay que subestimar sus efectos, pues en muchos casos pueden ser devastadores a nivel psicológico, “el defecto estético de esta enfermedad afecta mucho a quien la padece”, asegura el Dr. Agustín Alomar, dermatólogo de la AEDV.

Estos efectos psicológicos, sobre todo al principio del diagnóstico, pueden verse agravados por el hecho de que, al tratarse de una cuestión estética, muchos médicos no le den la importancia que se merece, no les prescriban tratamientos o les digan directamente que no tiene remedio. Sin embargo, esto es un error, pues según afirma el Dr. Alomar, “el dermatólogo debe valorar el vitíligo como una enfermedad no grave para la salud, pero sí conocer su gran impacto psicológico; por ello debe ser proactivo y estar motivado para convencer al paciente y estimular el tratamiento”.

¿Cómo se trata el vitíligo?

El vitíligo es una enfermedad muy imprevisible que no se puede curar ni frenar, pero la despigmentación sí puede tratarse hasta en un 80% de los casos. Los tratamientos son lentos y en algunas ocasiones, no funcionan, pero no hay que desanimar al paciente, pues, siendo constante y teniendo paciencia, pueden verse resultados. Además, cada vez hay más tratamientos destinados a repigmentar la piel. Los más comunes son:

•Tacrolimus tópico, que facilita la migración de los melanocitos hacia la zona afectada.

•Luz Ultravioleta en la banda UVB –NB principalmente o incluso luz solar controlada en países soleados como España. Su función es la de estimular los melanocitos de cualquier reservorio.

•Khellin tópico. Se utiliza junto con la exposición ultravioleta para ayudar a incrementar la actividad de la tirosinasa del melanocito y estimular la pigmentación. Es muy eficaz en el rostro, rodillas y codos, las zonas que mejor suelen responder a los tratamientos.

•Antioxidantes orales. Se utilizan como complemento porque crean un mejor ambiente para la migración de nuevos melanocitos. Los más comunes son Pollypodium Leucotomos y la Vit E.

•Otros tratamientos disponibles son los corticoides tópicos, sistémicos, los inhibidores tópicos de la calcineurina, el Diprospan, el láser e incluso opciones terapéuticas.

Cabe destacar que muchos pacientes optan por no hacer nada, aparte de protegerse del sol, ya sea porque las manchas no son muy grandes, están en lugares poca visibles o, simplemente porque no les ocasiona ningún problema que se vean.

En caso de que sí haya graves efectos psicológicos, sobre todo al principio de la enfermedad, es recomendable acudir a un psicólogo si se necesita o a asociaciones de pacientes, como ASPAVIT.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento