Sexo y salud mental, ¿cómo influye tener una vida sexual plena en el bienestar psicológico?

  • Las hormonas y sustancias químicas que se liberan durante el sexo pueden reducir temporalmente los síntomas de la ansiedad, el estrés y la depresión.
Una vida sexual plena contribuye a un mayor bienestar psíquico y emocional
Una vida sexual plena contribuye a un mayor bienestar psíquico y emocional
stokpic / Pixabay
Una vida sexual plena contribuye a un mayor bienestar psíquico y emocional

La sexualidad es aspecto central del ser humano, algo que, aunque varía a lo largo de nuestra vida, nos acompaña en cada una de sus etapas. Además, el sexo va más allá de lo físico, pues engloba aspectos culturales, personales, afectivos…

Por todo esto no es de extrañar que la vida sexual influya de manera directa en nuestro bienestar psicólogo y emocional. María Mavji, sexóloga y directora de operaciones en la web de apoyo psicológico TherapyChat, nos da las claves para entender por qué.

¿Por qué es importante el sexo en nuestras vidas?

Como apuntábamos al principio, la sexualidad es mucho más que placer físico, pues engloba varios aspectos de nuestra vida, “abarca mucho más que las relaciones sexuales, también es un pilar clave en la construcción de nuestra identidad, incluye los roles del género, del erotismo, la orientación sexual, la reproducción, la intimidad y como nos comunicamos a través de ella. Por tanto, no es de extrañar que salud sexual y mental estén directamente relacionadas”, afirma María Mavji. De hecho, la forma en la que vivimos nuestra sexualidad puede tener un impacto directo en nuestro estado de ánimo, en nuestra autoestima, nuestra manera de relacionarnos e incluso en nuestra propia satisfacción como individuos, “si nos sentimos realizados, cómodos y confiados con nuestra sexualidad, esta no debería tener un impacto negativo en nuestra salud mental y de hecho puede funcionar como factor de protección. Sin embargo, si nos encontramos en un momento en el que no estamos a gusto con la relación que mantenemos con nuestra sexualidad, nuestra identidad puede verse afectada, y, por consiguiente, nuestra salud mental se puede ver directamente amenazada”.

Protector frente a la ansiedad y la depresión

Vivir la sexualidad con plenitud no va a evitar que tengamos problemas psicológicos o emocionales, pues es solo una parte más de nuestra vida, pero sí puede actuar como protector frente a algunos trastornos, “tener encuentros eróticos favorece la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión. Las hormonas y sustancias químicas que se liberan durante esta práctica pueden reducir temporalmente los síntomas de ambos problemas de salud mental. Entre ellas se encuentran la dopamina, las endorfinas y la oxitocina, que pueden mejorar el estado de ánimo, aumentar la confianza y ayudar a crear un vínculo con la pareja. Mientras que los niveles de estas sustancias químicas aumentan con el sexo, el nivel de cortisol, la principal hormona del estrés, también disminuye con el sexo. Más sexo, menos estrés”. Pero esto no significa que el sexo cure el estrés o la depresión, sino que contribuye a mejorarlos o ayuda a que no se produzcan.

"Hormonas como la dopamina, las endorfinas y la oxitocina pueden mejorar el estado de ánimo, aumentar la confianza y ayudar a crear un vínculo con la pareja"

El sexo también ayuda a dormir, con todo lo que ello conlleva para el bienestar psicológico, “dormir lo suficiente es crucial tanto para la salud mental como para la física, y las hormonas que se liberan te ayudan a sentirte más relajado y preparado para dormir. Si tienes un orgasmo, se libera la hormona prolactina, que te hará dormir aún más y sabemos que este es un truco que mucha gente utiliza”. Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de los beneficios a nivel físico, el sexo puede considerarse como ejercicio -añade María- y probablemente sea mucho menos aburrido que ir al gimnasio. Y estás realizando una actividad física, que es buena para tu salud mental”.

Por último, una sana sexualidad también contribuye a elevar nuestra autoestima y “nos hace sentirnos más seguros con nosotros mismos y confiados”.

Un arma de doble filo

El último punto, el de la autoestima, puede convertir al sexo en un arma de doble filo, como explica María Mavji, “disfrutar de nuestra sexualidad es algo maravilloso en las circunstancias adecuadas, pero puede convertirse en algo no tan bueno y poco saludable cuando se expresa como mecanismo de afrontamiento de otros problemas más profundos”. Uno de estos problemas de salud mental puede ser tener una baja autoestima, “es uno de los principales aspectos de la salud mental que se ven afectados, pues algunas personas utilizan el sexo como validación hacía si mismos, pero la realidad es que la cantidad de sexo que tengas no debería determinar tu autoestima, ni es saludable buscar la aprobación de los demás a través de esta práctica”, advierte. “Aunque el sexo puede llenar temporalmente un vacío y hacerte sentir algo de felicidad, también puede tener efecto rebote y hacer que te sientas aún más solo y vacío que antes”.

Para que esto no ocurra, lo que debemos hacer es aumentar nuestra confianza por otras vías, “puede que tengas que experimentar un poco para averiguar qué es lo más beneficioso para ti, pero una vez que encuentres la solución, sigue con ella. Busca cosas que pueden aportarte alegría y hacerte sentir más pleno. Si tienes o buscas pareja, es muy importante fomentar una relación sana, más allá del sexo. Intenta pensar en todos los beneficios de ser responsable y recuerda todos los peligros que estás evitando tanto a nivel físico como mental, porque cuando se añaden algunos comportamientos poco saludables y de riesgo, tu bienestar general se pone en peligro”.

¿Cuánto sexo se necesita para sentirnos bien psicológicamente?

La sexualidad es algo muy personal e individual, independientemente del sexo o la edad, por lo que hay personas que necesiten más el sexo que otras cosas para sentirse plenas y alcanzar un mayor bienestar mental. Además, como asegura María Mavji, “cada uno tenemos nuestras necesidades psicológicas fundamentales, y los componentes que engloba la sexualidad normalmente forman una parte muy importante para satisfacer dichas necesidades. Si no satisfacemos nuestras necesidades psicológicas, sufrimos, a veces gravemente. Al igual que necesitamos comida, cobijo y sueño para sobrevivir, necesitamos satisfacer nuestras necesidades psicológicas para mantenernos mentalmente sanos y estables. A través de encuentros sexuales, ya sea individuales o con otros miembros, potenciamos llegar a satisfacer dichas necesidades, y como consecuencia sentirnos bien, seguros y felices con nosotros mismos”.

“La clave para llegar a obtener beneficios psicológicos a través del sexo es sentirse cómodo con el encuentro y evitar situaciones que puedan ponerte en riesgo”.

Para obtener beneficios a nivel psicológico, la sexóloga de TherapyChat sólo tiene un consejo, “lo más importante es que estés seguro y cómodo con los encuentros que estás teniendo, ya sea con tu pareja o algo casual. Y es que la clave para llegar a obtener cualquier beneficio psicológico a través del sexo es sentirse cómodo con el encuentro y evitar situaciones que puedan ponerte en riesgo”. Si tu opción es con una sola pareja o con varias, no es lo importante, “ambas perspectivas son completamente lícitas y saludables, siempre y cuando estos encuentros nazcan de un lugar seguro y no tengan como objetivo esconder problemas más profundos como hemos comentado anteriormente”. A este respecto añade que “el sexo esporádico se suele asociar a un encuentro más emocionante y novedoso, puede activar las vías del placer en el cerebro produciendo una sensación de euforia temporal. El sexo con tu pareja puede ser igual de eufórico y emocionante, y fomentar aún más vuestro vínculo. Sea cual sea el sexo que practiques, es importante que sepas que es tu decisión personal, y que trates de priorizar el protegerte física y emocionalmente conociendo las expectativas de los miembros mediante una comunicación abierta y honesta”.

La falta de sexo no tiene por qué afectar con estos consejos

Como comentaba María al principio, nuestra sexualidad cambia a lo largo de nuestra vida, por lo que “habrá épocas en tu vida en la que tengas una mayor actividad sexual comparadas con otras”, y la salud emocional no tiene por qué verse afectada por eso, “si actualmente estás en una época en la que no tienes una alta actividad sexual, antes de someterte a encuentros de riesgo, puedes optar por tomarlo como un periodo para ser introspectivo y explorar tu sexualidad para sentirte más cómodo contigo mismo. Si te sientes cómodo con esta práctica a nivel individual, ten en cuenta que los beneficios de la masturbación van mucho más allá de la liberación de la tensión sexual, también fomenta una conexión positiva con tu cuerpo, ayuda a conocerte mejor y como consecuencia, puede mejorar tu autoestima y reducir el estrés”, asegura. “También puedes dedicar este tiempo a ti mismo, en otros niveles más allá de lo sexual, como el autocuidado, empezar aquel deporte que siempre tuviste pendiente, enfocarte en el trabajo… En definitiva, buscar maneras de cuidarte para satisfacer tus necesidades psicológicas por otros medios que no sea a través de encuentros sexuales. Y es que hay muchas maneras de tener una vida sexual mentalmente saludable sin requerir tener sexo con otra persona. Aun así, siempre el acompañamiento de una terapia con un profesional especializado puede ayudarte a no dejar que la falta de este contacto afecte a tu salud mental”. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento