Sexo y endometriosis, tener relaciones sin dolor es posible

  • Dos de cada tres mujeres con endometriosis sufren algún tipo de disfunción sexual, sobre todo dolor durante las relaciones sexuales. 
La endometriosis
La endometriosis provoca dolor en varias zonas del cuerpo, dolor que puede potenciarse con las relaciones sexuales con penetración.
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La endometriosis

Hasta hace relativamente poco, la endometriosis era un enfermedad bastante desconocida y silenciada. Por suerte, cada vez es más visible y las mujeres que la padecen, que se calcula que es una de cada diez en edad fértil, se sienten más comprendidas y apoyadas. Sin embargo, aún, hay un aspecto que sigue muy invisibilizado, y es que dos tercios de las mujeres que padecen esta enfermedad sufren algún tipo de disfunción sexual, especialmente dispareunia, dolor durante el coito de mayor o menor intensidad. Esto puede desembocar, entre otras cosas, a no tener relaciones sexuales satisfactorias, a evitarlas y a problemas psicológicos, como la falta de autoestima.

Por qué la endometriosis provoca dolor durante el sexo

La endometriosis se produce cuando el tejido endometrial, que solo debería estar presente en el útero, se extiende más allá de este órgano, como en los ovarios, las trompas, el tejido pélvico, la vejiga, del tubo gastrointestinal u otras partes del cuerpo, aunque es menos frecuente. Estos tejidos, que se conocen como implantes endometriósicos, aunque estén fuera del útero, se comportan como si lo estuviera, y a lo largo del ciclo, se engrosa, sangra. Sin embargo, mientras que en el útero se desprende y sale del útero cuando se produce la menstruación, en el resto de las zonas no es así, se va acumulando, se inflama y provoca quistes, cicatrice… y, como consecuencia, dolor, muchas veces crónico, en estas zonas, que puede ser leve o muy fuerte.

Durante las relaciones sexuales con penetración, los implantes endometriósicos pueden estirarse, sufrir tirones… y provocar un dolor que, en muchos casos convierten el sexo en una experiencia insoportable, sobre todo si estos implantes se encuentran en los nervios, los ligamentos y en el tejido que se estira durante el sexo. La gravedad del dolor depende de varios factores, como la postura, la profundidad de la penetración, el momento del ciclo en el que se encuentre la mujer, etc.

Este dolor se puede agravar por factores psicológicos que influyen en el dolor, pues el cerebro acaba asociando relaciones sexuales con dolor y, a consecuencia de esto, la libido se reduce, con ella la excitación, la lubricación... Un círculo vicioso del que es difícil salir y que afecta a otros aspectos de la vida de las mujeres, como sus relaciones de pareja, que pueden verse erosionadas con este tema.

Cómo afrontar las relaciones sexuales con endometriosis

Tener endometriosis no tiene por qué se sinónimo de no dolor en las relaciones sexuales. Si esto ocurre, antes de que se agrave, además de seguir el tratamiento recomendado por el médico, lo recomendable es acudir a un especialista para que nos ayude a poner remedio, ya sea un psicólogo, sexólogo o un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Además, también puede ayudar:

Hablar con la pareja

Seguro que las parejas de las mujeres con endometriosis no quieren provocar dolor durante un acto que se supone que tiene ser placentero para los dos. Decir lo que te produce dolor y lo que no, qué posturas son más incómodas, etc. ayudará a resolver el problema juntos, probando nuevas posturas, distintas formas de hacerlo, evitar la penetración en días del mes en las que sea más doloroso, etc.

Ensayo y error durante las relaciones

El dolor en las relaciones sexuales con endometriosis depende de muchos factores, como la postura, el día del ciclo, la profundidad de la penetración. En general, durante la menstruación duele más y menos justo después, las penetraciones más profundas son más dolorosas, el misionero suele ser más dolorosa que otras (se puede poner una almohada bajo las caderas para aliviarlo)… pero lo mejor es investigar, pues cada mujer con endometriosis es distinta

Cuidar el suelo pélvico

Un suelo pélvico tonificado y sano produce relaciones sexuales más satisfactorias, lubrica mejor… y puede paliar, en parte, el dolor producido por la endometriosis. Para ello, hay, entre otras cosas, que evitar el estreñimiento, los deportes de impacto y realizar ejercicios, como los Kegel, que ayudan a mantenerlos en forma. Usar lubricantes, si es necesario, también ayuda a reducir el dolor.

Huir del ‘coitocentrismo’

Puede que, sobe todo algunos días del mes, las relaciones se vuelvan tan dolorosas que sea imposible llevar a cabo una relación sexual con penetración En ese caso, no hay por qué renunciar al placer, pues se puede optar por sexo oral, masturbaciones, etc.

Cuidar la salud mental

El dolor existe, pero, una salud mental fuerte nos ayudar a afrontarlo mejor y es vital para mantener una vida sexual satisfactoria. Ayuda a mantener la libido, a sentir seguridad en uno mismo, combatir la autoestima, superar miedos, ser asertivo, etc. Y es que el cerebro es un órgano sexual mucho más poderoso que los genitales. 

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