Cómo desinfectar y tratar el agua de los distintos tipos de piscina para bañarse con seguridad

  • Sean del tamaño que sean, el agua debe ser tratada regularmente para evitar infecciones de virus, bacterias y hongos. 
  • Biocidas como el cloro, el hipoclorito de sodio o el bromo son algunos de los desinfectantes más populares. 
Para bañarnos de manera segura, hay que mantener el agua de la piscina desinfectada todo el verano.
Para bañarnos de manera segura, hay que mantener el agua de la piscina desinfectada todo el verano.
Edneil Jocusol / Pexels
Para bañarnos de manera segura, hay que mantener el agua de la piscina desinfectada todo el verano.

El calor empieza a apretar, y con él se inicia a nueva temporada de piscinas. Si vamos a una pública o comunitaria, no tenemos que preocuparnos por su mantenimiento, pero si tenemos la suerte de tener una piscina en casa, por pequeña que sea, es hora de ponerla a punto para mantener el agua alejada de virus, bacterias u otros organismos potencialmente peligrosos para la salud. Mantenerla limpia, desinfectada y con el PH adecuado es imprescindible para poder refrescarnos en ellas con seguridad, sea cual sea su tamaño y materiales.

Limpiarla si es necesario

Si la piscina está vacía, antes de proceder al desinfectado del agua, hay que limpiarla bien por dentro con productos adecuados. Si, aunque esté llena, el agua es verdosa, esto indica que no se ha hecho un buen mantenimiento durante los meses en los que no ha sido usada y habría que vacilarla y limpiarla. De lo contrario, sería peligroso usarla. Si hemos un buen invernaje, no es necesario vaciarla, pero sí deberemos limpiar en profundidad la cubierta con la que tapamos la piscina cuando no la utilizamos y revisar y limpiar el sistema de filtrado.

La desinfección, lo más importante

Una vez la piscina está limpia por dentro, es hora de desinfectarla con productos biocidas. De lo contrario, estaríamos expuestos a organismos como virus, bacterias u hongos que pueden provocar infecciones. Para hacerlo, podemos recurrir a sistema manuales o automáticos.

Manuales

•El cloro químico. Gracias a su bajo precio y a su poder oxidante -que le otorga propiedades bactericidas, alguicidas, cristalizadores, fungicidas y floculantes- es el biocida más popular para desinfectar el agua de las piscinas privadas. Esta disponible en varios formatos (pastillas, líquidos, polvos…). Para asegurarnos de que es eficaz, tenemos que mantener unos niveles óptimos siempre, que deberá estar entre 1 y 2 ppm (partes por millón).

•Hipoclorito de Sodio (NaClO). Es más eficaz incluso que el cloro químico y es blanqueante, pero hay que manejarlo con precaución (mejor con bombas dosificadoras) porque es más corrosivo y puede afectar al PH.

•Bromo. Es igual de eficaz que los compuestos clorados ante los microorganismos, pero es más eficaz cuando el PH del agua está más elevado. Su principal ventaja es que no irrita los ojos ni las mucosas y no huele mal. La única desventaja es que es más caro.

Automatizados

Todos los compuestos anteriores se pueden automatizar mediante bombas dosificadoras y sondas de control, pero además de estos productos químicos hay otros con los que mantendremos nuestra piscina libre de organismos sin estar pendientes de desinfectar el agua cade vez que nos bañemos.

•Ionización cobre/plata. Los ionizadores de cobre/plata son unos aparatos que mediante un tratamiento físico-químico, mantienen el agua de la piscina limpia, desinfectada y cristalina sin tener que recurrir a productos químicos, por lo que no produce irritaciones, alergias, etc. Su precio es elevado.

Electrolisis de sal o cloración salina. Este sistema de desinfección automático produce hipoclorito de sodio (NaClO) mediante sal (NaCl) y agua (H2O). Cuando el agua salada se somete al proceso de electrolisis de sal, se convierte en hipoclorito de sodio que desinfecta el agua sin producir irritación en los ojos, las mucosas y la piel. Es necesario realizar una nivelación del pH.

También existen otros métodos, como la luz ultravioleta o el ozono, pero se deben utilizar en combinación con otros desinfectantes como el cloro o el bromo.

La desinfección debe acompañarse, además de una limpieza del fondo y las paredes de manera frecuente. Cuando la piscina ya está en uso, puede llevarse a cabo con un barredor manual o con un robot limpiafondos. También se deben revisar y lavar de forma periódica el prefiltro de la bomba y los cestos de los skimmers, así como limpiar frecuentemente las palancas, escaleras y trampolines.

El PH en los niveles adecuados

Para que la higiene y la seguridad de la piscina sea completa, no debemos olvidarnos del PH del agua, que debe de estar en los niveles adecuados, entre el 7 y 7,8. Los desajustes del PH producen varios efectos negativos. Si está bajo (ácido), puede irritar los ojos, corroer los metales¸ y si está alto (alcalino) también provoca irritaciones de ojos y mucosas, destrucción de la capa natural protectora de la piel, pone el agua turbia, provoca incrustaciones y disminuye el efecto de la desinfección.

El mantenimiento debe hacerse regularmente con independencia del tipo de piscinas que utilicemos, incluso en las pequeñas y en las hinchables, de PVC, de plástico... Tendremos que adaptar los productos de limpieza al material con el que está hechas para que no deterioren antes de tiempo, pero los sistemas de desinfección son los mismos.

En caso de piscinas muy pequeñas, podemos optar con cambiar el agua a menudo, o incluso diariamente para evitar riesgos.

Para llevar a cabo este mantenimiento, las nuevas tecnologías nos lo ponen cada vez más fácil, pues existen pequeños dispositivos controlados a través del móvil, como los creados por la marca Flipr. Estos pequeños aparatos analizan en tiempo real la temperatura, el índice de PH y nivel de desinfectante de la piscina, datos que se pueden consultar desde el móvil a través de una app.

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