Alicia Banderas, psicóloga: "Si no frenamos la 'adultización' de los niños, serán unos adultos muy dañados"

  • Alicia Banderas es psicóloga, experta en infancia y adolescencia y autora de varios libros. 
  • ​En la actualidad, colabora con el proyecto de la Fundación Multiópticas '¿Qué quiero ser de mayor?'.
Alicia Banderas es psicóloga, experta en infancia y adolescencia, y escritora de varios libros
Alicia Banderas es psicóloga, experta en infancia y adolescencia, y escritora de varios libros
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Alicia Banderas es psicóloga, experta en infancia y adolescencia, y escritora de varios libros

Autora de libros como Hijos felices, Niños sobreestimulados o Pequeños tiranos, Alicia Banderas es psicóloga y profesora de psicología, labores que compagina con la de divulgar a través de conferencias y programas de radio y televisión, como “Escuela de padres... en apuros” de TVE o en la Cadena SER.

Además, en la actualidad colabora con proyectos como ‘¿Qué quieres ser de pequeño?’, una iniciativa de la Fundación Multiópticas con la que se pretende sensibilizar a la sociedad de la importancia de cuidar la infancia y las consecuencias de la ‘adultización’ de los niños.

La campaña consta de un vídeo y de un libro solidario que tiene una parte visible, y una parte invisible que se puede ver solo con las gafas que vienen adjuntas al final del libro y que nos recuerda la importancia de que los niños vivan su infancia con plenitud. Los recaudado van a la fundación Soñar despierto. 

Según el estudio ‘¿Qué quieres ser de pequeño?’, llevado a cabo por la Fundación Multiópticas, hasta un 70% de los padres reconocen que no tratan a sus hijos de acuerdo con la edad real que tiene. ¿Por qué ocurre esto?

Porque estamos en un mundo en el que existe un gran afán para que nuestros hijos sean los más inteligentes, aprendan mucho y más rápido, adquieran las mejores habilidades y destrezas… y se conviertan en los más brillantes. A través de los adultos, de algunos hábitos, valores, actitudes… e incluso la manera en la que nos comunicamos con ellos les presionamos para que consigan la mejor versión de ellos mismos. Así, en vez de vivir la vida de niños que les corresponde, acorde a su edad, a jugar, disfrutarla con pequeñas responsabilidades, a que tengan un desarrollo sano… aceleramos la transición de la infancia a la edad adulta. ¿Qué quieres ser de pequeño? me parece un proyecto precioso, porque es muy importante que entre todo podamos divulgar el respeto por la infancia.

Es una paradoja, pues siempre se nos dice que la niñez es la época más feliz, que hay vivirl... pero luego no dejamos a los niños ser niños.

Es cierto, los que hemos tenido una infancia feliz y la hemos vivido en plenitud, la recordamos con mucho cariño, por eso tenemos que concienciarnos todos para que los niños de hoy también vivan esa infancia con plenitud. Y eso también conlleva aprender a tolerar la frustración, aburrirse… la infancia tiene muchas cosas, por es importante preservarla y cuidar a los niños, pero no porque sean el futuro, sino para que vivan su presente.

¿Qué supone para los niños esta adultización? ¿Qué consecuencias tiene a corto y a largo plazo?

Si un niño no se desarrolla adaptativamente o saludablemente, va a tener muchos problemas. Si les ponemos una agenda de extraescolares como la de un ejecutivo, todo lo enfocamos al aprendizaje, les invitamos a que sean siempre los mejores… y no les dejamos que creen o disfruten libremente, les estamos arrebatando un tiempo maravilloso de su propio desarrollo. Lo contrario del juego en niños es la depresión, y un niño ‘adultizado’ tiene muchas posibilidades de padecer estrés, ansiedad, depresión y mucha desmotivación en lo que están haciendo… Malestares psicológicos propios de los adultos. En las consultas hemos notado que hay un 30% de consultas en niños y adolescentes relacionados con estos temas, y no solo es por la pandemia.

“Lo contrario del juego en niños es la depresión, y un niño ‘adultizado’ tiene muchas posibilidades de padecer estrés, ansiedad, depresión y mucha desmotivación en lo que están haciendo…”

Otra paradoja que se produce es que, mientras ‘adultizamos’ a los niños, convertimos en ‘eternos adolescentes’ a los jóvenes treintenos e incluso cuarentañeros…

Neil Postman, un sociólogo americano, ya decía hace años que la adultización de la infancia se producía precisamente porque había una infantilización de los adultos. Estos padres ‘infantilizados’ delegan decisiones en los niños, a su vez no les ponen normas, disciplina… porque es algo que cuesta esfuerzo. Educar a los niños en valores es importante, pese al esfuerzo que conlleva. A veces les hacemos demasiado partícipes de los problemas de los adultos, y está bien decirles cómo nos sentimos, contarles cosas… peor acordes con su edad, no hacerles partícipes de tomas de decisiones importantes, problemas familiares… porque les podemos dañar.

¿Cómo encontramos el equilibro?

Cogiendo las riendas… Y eso no está reñido, por ejemplo, con jugar mucho con nuestros hijos, relajarnos, queremos mucho…. pero cuando eres padre o madre hay que protegerles. Y eso en muchos casos no se está haciendo. Hay un tema que preocupa mucho, y es la hipersexualización, sobre todo de las niñas. En muchos casos, las niñas no se visten acorde con su edad… Y eso reduce su valía a su capacidad de atracción sexual y les lleva a adoptar un exagerando interés por su aspecto físico. Además de que, por edad, no les pertenece, puede generar trastornos de conducta alimentaria, se concentran en la apariencia física como fuente de aceptación, y esto las hace estar mucho más expuestas al acoso y a la violencia.

“Es importante preservar la infancia y cuidar a los niños, pero no porque sean el futuro, sino para que vivan su presente”

Hay un estudio reciente que dice que las niñas que se muestran muy sexualizadas en las redes sociales son percibidas por la audiencia como menos inteligentes y competentes, y esto empobrece la imagen que como sociedad tenemos de la infancia, porque el mensaje que les llega a ellas es que son más válidas si se visten de una manera, si posan… pero realmente es al contrario, porque se las ve menos inteligentes y capaces. Eso no es cuidar la infancia, por eso se apela tanto a la responsabilidad de los padres, porque necesitamos mucha educación en valores.

Por eso me gusta mucho la campaña de Multiópticas, porque ponen el foco en proteger las miradas del futuro. Y no solo como han hecho hasta ahora, de manera literal, cuidando su visión, sino en otra más metafórica, en la forma de ver el mundo, y para conseguirlo, tenemos que potenciar esa educación en valores, para contribuir a que la infancia sea mejor, que la disfruten plenamente.

¿Esto ocurre en otras culturas, países…?

Pues Postman ya previó que pasaría esto a nivel mundial, la adultización por una infantilización de los padres… Otros países van a ritmos más lentos o tienen características distintas, en algunos los niños trabajan… pero pasa en todas partes. En occidente, en concreto, lo que se ve es que tenemos muchas más herramientas y conocimientos, pero hemos perdido esa educación en valores por el afán de que sean los mejores, presionando, desmotivando…

¿En qué se nota esa e a notar esa adultizacion? ¿Son muy diferentes los niños de ahora a los de hace 10-15 años?

Hace unos años, por ejemplo, los niños demandaban mucho poder jugar con sus padres, porque se pasaban mucho tiempo trabajando. Ahora lo que demandan sobre todo es poder jugar en su casa, si fuera con sus padres, mejor, pero si no, estar en casa, jugar con sus juguetes, hacer lo que quieran… y no ir de extraescolar en extraescolar. La pandemia, por ejemplo, así como ha sido muy perjudicial para la infancia en muchos aspectos: no poder salir, tener un espacio de juego… ha sido positiva en otro, y es que ha contribuido a ‘devolverlos a casa’, han reforzado vínculos, han hecho manualidades, han pasado tiempo en casa de manera creativa y lúdica y sin prisa. Esa situación no fue ideal, ni mucho menos, pero nos ha hecho recordar que debemos volver a equilibrar la vida de los niños con más juego, más aire libre…

“Los niños de hoy en día demandan sobre todo poder jugar en su casa, con sus juguetes, libremente… y no ir de extraescolar en extraescolar”

En tus dos últimos libros hablas de nuevas tecnologías y las redes sociales. ¿Qué papel tienen en esta ‘adultización’?

Mucho, porque el número de horas de juego libre, juego tradicional, al aire libre… está siendo sustituido por juegos a través de una pantalla. Durante el confinamiento, por una parte, salvó una parte de la socialización que no se podía llevar a cabo por ni salir a la calle, pero después de esa etapa, no ha habido desescalada digital, y hay que hacerla, porque al final los niños con las pantallas tienen una ventana abierta al mundo por la que se puede colar cualquiera, y los niños no están preparados para hacerlo solos. Por eso hay que educar en valores en redes sociales sobre cómo ser asertivo, qué decir y qué no para no hacerte vulnerable a las críticas, reforzar la autoestima para no ser dependiente de los ‘likes’, la educación sexual para que las pantallas no sea la única que reciban, permitirles tener perfiles en RRSS antes de los 13… todo eso incluye en esta adultización.

¿Cómo te imaginas la sociedad dentro de unos años con unos niños que no han disfrutado de la infancia como deberían?

Pues serán adultos con una salud psicológica y mental muy desmejorada, puede haber mucho malestar psicológico, estrés, ansiedad, obsesiones, baja autoestima… Van a estar muy dañados emocional y psicológicamente si no frenamos.

¿Tienes ya pensado tu próximo libro?

Pues he estado pensado en la importancia del juego, porque han salido unas últimas investigaciones muy bonitas sobre la importancia el juego en los niños, pero vinculado al tema de no sobreprotegerles, porque vas a los parques y parece que está todo enfocado a no hacerse daño. Los últimos estudios dicen que el juego -no peligroso, pero sí un poco arriesgado- y vinculado con la naturaleza aumenta la resiliencia, la creatividad. De hecho, ya hay arquitectos, que junto con psicólogos están diseñando parques en Canadá y otros países enfocados en ese aspecto. Y creo que mi próximo libro irá por ahí. 

Para realizar este libro, la Fundación Multiópticas ha contado con la colaboración de Alicia Banderas
Para realizar este libro, la Fundación Multiópticas ha contado con la colaboración de Alicia Banderas
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