"Un alto nivel de exigencia por parte de los padres provoca el abandono de la actividad deportiva en niños y adolescentes"

El interés por el fútbol femenino ha aumentado en los últimos años y las niñas también tienen referentes en el deporte de la pelota. De hecho, un 7% de ellas quieren ser futbolistas.
Un grupo de niñas jugando al fútbol.
Pixabay/skeeze
El interés por el fútbol femenino ha aumentado en los últimos años y las niñas también tienen referentes en el deporte de la pelota. De hecho, un 7% de ellas quieren ser futbolistas.

El deporte es uno de los hábitos más saludables que podemos inculcar a los más pequeños, sin embargo, exigirles un alto rendimiento en sus actividades deportivas puede provocar el efecto contrario y, en consecuencia, un abandono temprano de estas aficiones.

Según datos aportados por la Copa COVAP, iniciativa educativa y deportiva organizada por la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, y el Consejo General de la Psicología de España (COP), no etiquetar a los menores como “talento” ayuda a prevenir el abandono de la actividad deportiva, un hecho que afecta especialmente al 40% de los adolescentes y jóvenes de forma general.

Ambas instituciones se apoyan en un estudio conjunto realizado por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y la Universidad de Huelva donde se ha analizado, de manera independiente, el comportamiento de los niños y niñas frente al deporte, destacando que el porcentaje de abandono es mayor en ellas (48%) que en ellos (33%).

Para los expertos, esta renuncia al deporte se debe, en gran parte, a la presión que ejerce sobre los más pequeños considerarlos “talentos deportivos” con la intención de sacar a la luz todo su potencial en este campo, lo que genera “altos niveles de exigencia por parte de los padres o familiares, e incluso una elevada autoexigencia desarrollada por el propio niño con el objetivo de ganar, no fallar o defraudar”, advierte la especialista en Psicología Deportiva del Consejo General de la Psicología de España, Mª Carmen Espartero.

Otros motivos que afectan a la decisión de abandonar la actividad deportiva serían la exigencia competitiva, el elevado rendimiento, la dificultad de compaginarlo con otras tareas o aficiones y las lesiones prematuras, como subraya otro trabajo de investigación titulado Educación Física y Deportes

Según Espartero, todos estos factores tienen consecuencias a nivel psicológico para los niños, poniéndose de manifiesto a través de diferentes comportamientos como “mal humor, agresividad e ira, agitación, sentimiento de culpa, bloqueo, desgana y, en casos extremos, agotamiento emocional”.

Cómo fomentar el potencial de los niños sin presionar

La especialista subraya que los padres y madres, así como los entrenadores, desempeñan un rol importante a la hora de motivar a los menores para que practiquen alguna actividad física. Sin embargo, se da un “fenómeno de profesionalismo en el que el deporte de alta competición se ha trasladado al deporte base, con el que ponemos el foco en los resultados y esto lo identificamos con la excelencia deportiva, obviando muchas veces los intereses de los menores, que son la diversión, la educación y el desarrollo”, explica.

Desde la Copa COVAP y el COP se proponen cinco pautas para favorecer la adhesión al deporte de los niños y prevenir su rechazo o abandono:

- No olvidar los valores del deporte y potenciar la autoconfianza basada en la capacidad y habilidad de los pequeños.

- Valorar lo que son capaces de hacer, tanto o más que el resultado obtenido.

- Hacer equipo y que los menores se sientan protegidos, entendidos y respetados.

- Procurar una comunicación sana (verbal y no verbal) con mensajes constructivos, darles espacio para hablar abiertamente y facilitar que se pongan metas realistas.

- Supervisar y controlar, en la medida de lo posible, las redes sociales, pues son el principal elemento de comunicación y claves en la construcción de su identidad.

A la cola en deporte

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de actividad física indican que los niños y adolescentes de 5 a 17 años deberían dedicar al menos 60 minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas. Asimismo, la institución aconseja incorporar actividades aeróbicas intensas, así como aquellas que fortalecen los músculos y los huesos, al menos tres días a la semana.

Sin embargo, la investigación realizada por la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil de la OMS revela que el 25% de los niños de España no cumplen esta recomendación ya que no dedican al menos una hora al día a realizar juegos activos o vigorosos.

“Los datos son claros y es nuestra responsabilidad como sociedad poner la salud en el centro de todas las decisiones, sobre todo, cuando atañe a los más pequeños. El deporte es salud y todo lo que hagamos para fomentar su práctica es fundamental. Una sociedad más activa es una sociedad más sana y más feliz ”, señala Jaime Lissavetzky, Presidente de la Fundación España Activa, que aporta asimismo una serie de consejos para fomentar la actividad física en la infancia:

- Reforzar la educación sobre la importancia del deporte y los beneficios para la salud con materiales didácticos que puedan entretener y enseñar al mismo tiempo.

- Fomentar el ocio activo a través de la práctica de diferentes deportes o juegos que conlleven movimiento.

- Incorporar pequeños hábitos que huyan del sedentarismo como acudir al colegio andando o utilizar las escaleras en lugar del ascensor.

- Dar ejemplo. “Los más pequeños tienden a imitar el comportamiento de los adultos por lo que es clave que, tanto en casa como en el colegio, vean que sus figuras de referencia practican deporte”, apostillan.

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