El ejercicio sencillo que reduce el riesgo de morir y aumenta tu creatividad

Mujer paseando por un parque
Mujer paseando por un parque
Getty Images/iStockphoto
Mujer paseando por un parque

Todos sabemos que hacer deporte y ejercicio tiene grandes beneficios para la salud, pero lo quizás desconocemos es que no es necesario salir exhausto del gimnasio o de una pista deportiva. Muchas investigaciones científicas han demostrado que el simple acto de andar ofrece al cuerpo infinidad de cosas buenas.  

Así, el diario El País recoge las declaraciones del neurocientífico de la Universidad de Murcia, Bruno Ribeiro, el cual explica las razones de por qué deberíamos dar un paseo de entre 20 y 30 minutos al día. 

Dos vertientes marcadas

El experto señaló en el citado medio que el acto de caminar se puede dividir en dos categorías: cuando lo haces por sitios conocidos y cuando vas por lugares nuevos. En el primer caso, cuenta que los primeros efectos positivos son los de activación cardiovascular. "Mientras paseas, giras la cabeza: el campo visual va cambiando y se encuentran estímulos visuales a la derecha y a la izquierda. De esta manera, se activan ambos hemisferios cerebrales, el paseo los pone a hablar entre sí". Esto supone un ejercicio increíble, ya que en el cerebro un hemisferio suele dominar a otro.

Ribeiro explica también que si el paseo se hace de forma consciente se vuelve un acto de reflexión y meditación. Para ello, es necesario centrarse en el presente y olvidarse por un momento de los pensamientos sobre el pasado y el futuro. Solo si se logra esto se llegará a conseguir una meditación. Además, indica que en algunos casos, las personas con problemas para meditar de forma clásica lo consiguen hacer caminando.

Por otro lado, cuando paseamos por lugares desconocidos liberamos dopamina, un neurotransmisor que alerta al cerebro y nos hace estar alerta o prestar atención. Esto provoca la liberación de otro neurotransmisor, la serotonina, la cual es la responsable de nuestro estado de ánimo. Así caminar hace también que estos dos aspectos se mantengan en niveles altos. 

La meditación es posible hacerse caminando
La meditación es posible hacerse caminando
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Un aumento de la creatividad

Desde El País señalan que numerosos ensayos clínicos y experimentos han demostrado que el caminar aumenta la creatividad. Esto se debe a que la acción no requiere un esfuerzo consciente, por lo que la atención se libera y la mente mezcla nuevas imágenes y asociaciones. 

Dos profesores de la Universidad de Stanford, Marily Oppezzo y Daniel Schwartz, lo comprobaron en una serie de estudios en 2014 donde midieron cómo caminar cambiaba en cada momento los niveles de creatividad. Realizaron hasta cuatro experimentos en los que 176 estudiantes tuvieron que completar varias tareas de pensamiento creativo mientras estaban sentados, andando sobre una cinta de correr o paseando por el campus.

Durante una de las pruebas, los participantes tuvieron que buscar usos diferentes a objetos de la vida cotidiana como un botón o una rueda. Los resultados fueron que cuando los estudiantes andaban se les ocurrían hasta seis veces más usos para esos objetos que cuando lo hacían sentados.  

No obstante, también llegaron a la conclusión de que en las pruebas donde se necesitaba una respuesta única y precisa se cometieron más errores caminando. De esta forma, los investigadores concluyeron que dejar la mente a la deriva en un mar de pensamientos era bueno para crear, pero no para encontrar una solución única a un problema. Así lo explica El País.

El lugar también importa

El sitio donde paseamos también cobra gran importancia, pues no es lo mismo hacerlo en un lugar tranquilo que en mitad de la ciudad. Un estudio de la Universidad de Carolina del Sur, dirigido por el profesor Marc Berman, comprobó que los estudiantes que paseaban por un bosque tenían un rendimiento mejor en una prueba de memoria respecto a los que andaban por la ciudad.

De hecho, existen investigaciones acerca de como pasear por espacios verdes puede resetear los recursos mentales que se agotan rápidamente en los entornos urbanos creados por el hombre. Sus autores se basan en la atención, la cual es un recurso limitado que se va agotando a lo largo del día. 

Igualmente, las personas con facilidad para olvidar las cosas también podrían mejorar su memoria, pero esta vez por medio de un breve paseo enérgico. Según Rong Zhang, profesor de Neurología en el Peter O’Donnell Jr. Brain Institute de UT Southwestern, en Dallas (Texas), para mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro deberíamos aumentar el ritmo cardiaco durante el paseo, así lo recoge El País. 

En su trabajo, un grupo de personas mayores y de mediana edad mejoró la memoria y la función cognitiva con una caminata de media hora durante cinco días a la semana. Un año después, un estudio de seguimiento corroboró estos resultados. Ambos trabajos sugieren que se necesita mantener estos niveles de actividad al menos durante un año para comenzar a notar mejoras en la memoria y la cognición.

Mujer caminando en la naturaleza
Mujer caminando en la naturaleza
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Prevenir tumores y enfermedades crónicas

Los pensamientos rumiantes son una constante en nuestras vidas y para salir de ellos caminar también ayuda. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista The Journal of Environmental Psychology en 2020, en que explicaban que andar 30 minutos era suficiente para romper una espiral obsesiva de pensamiento negativo.

Pasear también ayuda a conseguir beneficios cardiovasculares y protección para algunos tumores y enfermedades crónicas, aunque para ello el paseo no debe de ser muy largo. Según los resultados publicados recientemente por la revista British Journal of Sports Medicine, bastarían 75 minutos semanales de actividad física moderada, la mitad de la recomendación clásica de la OMS, para prevenir una de cada 10 muertes prematuras.

Tras revisar 196 estudios con 30 millones de personas, los investigadores comprobaron que el ejercicio moderado frente a no hacer nada reducía en más de un 30% la probabilidad de una muerte prematura por cualquier causa, en un 29% la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, y en un 15% las muertes por cáncer

Otro estudio llevado a cabo en 11 centros de Atención de Primaria en España analizó los mínimos necesarios para beneficiarse del ejercicio físico moderado, y concluyó que 50 minutos a la semana de caminar a buen ritmo reducía en un 30% la mortalidad. La importancia de este hallazgo es que para las personas que llevan años de vida sedentaria los beneficios empiezan a notarse con incrementos pequeños de actividad física.

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