El coronavirus evoluciona para transmitirse mejor por el aire

Científicos estadounidenses liderados por Kimberly A. Prather, del Instituto Scripps de Oceanografía (Estados Unidos), han reivindicado que "existe evidencia abrumadora" de que la inhalación del virus del Covid-19 a través de pequeñas gotitas conocidas como aerosoles representan "una importante vía de transmisión de la enfermedad". ​ ​En una carta publicada en la revista científica Science, los investigadores emiten una opinión que contradice al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien aseguró el pasado jueves que "no hay evidencia científica sólida" de que el coronavirus se transmite en espacios cerrados normales, más allá de los entornos donde se realizan procedimientos médicos con aerosoles".
Dos estudios apuntan que el coronavirus está evolucionando para transmitirse mejor por el aire.
Científicos estadounidenses liderados por Kimberly A. Prather, del Instituto Scripps de Oceanografía (Estados Unidos), han reivindicado que "existe evidencia abrumadora" de que la inhalación del virus del Covid-19 a través de pequeñas gotitas conocidas como aerosoles representan "una importante vía de transmisión de la enfermedad". ​ ​En una carta publicada en la revista científica Science, los investigadores emiten una opinión que contradice al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien aseguró el pasado jueves que "no hay evidencia científica sólida" de que el coronavirus se transmite en espacios cerrados normales, más allá de los entornos donde se realizan procedimientos médicos con aerosoles".

Casi dos años después de la detección del primer caso de COVID-19 en todo el mundo, los científicos continúan desviviéndose para caracterizar el nuevo coronavirus y desarrollar los fármacos necesarios para frenar su propagación y reducir sus efectos en la salud de la población. La constante evolución del SARS-CoV-2 en diferentes variantes ha dificultado esta labor a los investigadores, que apuntan que el virus ha ido mutando para transmitirse de forma cada vez más eficaz a través del aire.

Durante los primeros compases de la pandemia, el coronavirus generó muchas dudas entre los expertos acerca de su comportamiento en el organismo humano y sobre su modo de propagarse. En estos momentos iniciales, la desinfección de superficies y el uso de gel hidroalcohólico se convirtieron en dos hábitos fundamentales para tratar de frenar el avance de la COVID. Sin embargo, poco después los científicos restaron importancia al contagio a través de las superficies y apostaron por los aerosoles, lo que derivó en un empleo masivo de la mascarilla.

Además, las nuevas variantes del coronavirus se han rebelado como más contagiosas que las anteriores, tal y como ha demostrado su rápida implantación en el territorio. Así, la delta -mayoritaria en la actualidad- es entre un 40 y un 60% más transmisible que la dominante previamente, la alpha, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Unas cifras que se disparan al compararla con la versión original del SARS-CoV-2 hallada en Wuhan (China).

Ahora, dos trabajos han constatado que la transmisión por aerosoles juega efectivamente "un papel fundamental" en la transmisión del SARS-CoV-2 y que la variante alpha del coronavirus es sustancialmente más contagiosa que la primigenia. 

Mejor transmisión por el aire

"Es como una modificación del virus a una versión con una transmisión más eficiente, que es algo que todos esperábamos y que ahora vemos que realmente ocurre", explica a The New York Times Vincent Munster, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, director de uno de estos dos nuevos estudios.

El otro trabajo, dirigido por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, apunta que las personas infectadas con la variante alpha exhalan 43 veces más virus a través de aerosoles que los contagiados con una versión previa del virus.

"Esto realmente indica que el virus está evolucionando para ser más eficiente para transmitirse por el aire", señala Linsey Marr, de la Universidad Tecnológica de Virginia, que lleva años estudiando la difusión de patógenos por el aire y que no ha participado en ninguno de estos estudios. "No me sorprendería que, con la delta, este factor fuera todavía menor", dice al periódico estadounidense.

En cuanto a las causas de esta ultratransmisibilidad de las nuevas versiones del SARS-CoV-2 , los expertos indican una mezcla de factores: puede ser que se requieran dosis más bajas para la infección, que las variantes se repliquen más rápidamente, que se exhale más cantidad de virus o las tres cosas.

Estos datos encontrados por los científicos hacen referencia a la variante alpha, que es dos veces más transmisible que la original. Sin embargo, la delta es entre un 40 y un 60% más transmisible que la alpha, lo que puede traducirse en una adaptación todavía mayor a la transmisión por el aire.

"Dado que parece que el virus está evolucionando para generar mejor aerosoles, necesitamos mejores medios para contenerlo y mejor protección personal. Estamos recomendando a la gente que use mascarillas más ajustadas", detalla al diario neoyorquino Don Milton, responsable del segundo de los estudios.

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