Planificar el tiempo, bajar el ritmo… los siete mandamientos para cuidar la salud mental en el trabajo

Trabajadores en una oficina.
Trabajadores en una oficina.
Getty Images
Trabajadores en una oficina.

Trabajar sí, pero trabajar siempre en las mejores condiciones. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) insiste desde hace tiempo en la importancia de crear un “entorno de trabajo seguro y saludable” y en la concienciación sobre el cuidado de los factores y riesgos psicosociales y de la salud mental.

Asimismo, el pasado mes de febrero se presentó la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el trabajo 2023-2027 para actualizar el marco normativo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales con el propósito de mejorar la integración de la actividad preventiva de las empresas, introducir la perspectiva de género en la gestión de la prevención de riesgos y reforzar la protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos psicosociales.

La consultora Affor Health, especialista en la gestión de salud psicológica en las organizaciones, reúne una serie de recomendaciones que las empresas deberían tener en cuenta para contribuir al cuidado del bienestar emocional de las personas que conforman sus equipos:

- Prevención primaria: enfocada a evitar la presencia de riesgos psicosociales mediante la formación y la sensibilización de los trabajadores. “Un ejemplo podría ser poner a disposición de los trabajadores recursos para manejar el estrés, o formar a los mandos en habilidades directivas para ejercer un liderazgo saludable”.

- Prevención secundaria: con el objetivo de identificar y evaluar los factores de riesgo psicosocial para eliminarlos o reducirlos con el objetivo de minimizar su impacto negativo en la seguridad y en la salud de las personas. 

“Los factores de riesgo van desde las condiciones laborales de los trabajadores hasta aspectos como la cultura empresarial o las relaciones entre los propios trabajadores, que puedan estar afectando a la salud mental de los equipos de trabajo”, señalan.

- Y por último, prevención terciaria: para limitar el impacto y prevenir complicaciones a largo plazo de un daño producido por la exposición a riesgos psicosociales, una vez que este se ha producido. “En esta fase son fundamentales los programas de intervención y apoyo para trabajadores, como el PAE (Programa de Ayuda al Empleado), un servicio multicanal de asistencia psicológica a los empleados que empresas y organizaciones han incorporado con éxito”, concluyen.

Asimismo, los psicólogos de Affor Health han desarrollado siete consejos para que los empleados cuiden su salud mental y prevengan riesgos psicosociales como el estrés, la ansiedad, la fatiga o el desgaste laboral o síndrome de burnout.

Adoptar hábitos saludables

Instaurar hábitos saludables en las rutinas ayuda a prevenir los riesgos psicosociales. “Está comprobado que comer bien, dormir lo suficiente y combatir el sedentarismo aminora los síntomas de estrés en nuestro organismo. Aunque parezca obvio, la interconexión entre cuerpo y mente es básica para mantener un equilibrio en nuestro bienestar”, afirman.

Planificar el tiempo

“No podemos estirar el día más de 24 horas y deberíamos de cumplir con la ‘regla de los tres ochos’: 8 horas para trabajar, 8 horas de ocio y 8 para descansar”, insisten los especialistas en salud mental. “Hay picos de trabajo en los que es necesario realizar horas extra pero no puede convertirse en una norma”.

Además, añaden que para que el desempeño profesional no se vea afectado por una mala organización del tiempo, es necesario hacer una buena planificación. “Una correcta gestión del tiempo exige que distingamos lo urgente de lo importante, que reservemos el tiempo para aquellas tareas que lo requieren y sobre todo, que evitemos procrastinar, es decir, posponer las tareas para más tarde. Puede ser útil hacer listados de tareas o utilizar herramientas de organización, como apps”.

Bajar el ritmo

Los psicólogos lo resumen así: “No es posible completar 15 tareas en el tiempo que normalmente se tardarían en hacer 10, por lo que es necesario que establezcamos expectativas realistas y cumplamos con ellas. Levantar el pie del acelerador no debe ser visto como un fracaso sino que es una herramienta importante dentro del autocuidado”.

Programar pausas en la jornada

Los expertos aconsejan descansar cada hora o dos horas como máximo. No tienen por qué ser pausas largas ni que interrumpan demasiado el ritmo, pero sí deben permitirnos levantar la vista de la pantalla, respirar profundo, mirar alrededor y tomar conciencia de la actividad que se realiza.

Dosificar la tecnología y las redes sociales

“Cada vez nos cuesta más concentrarnos. Por eso es fundamental en nuestro horario de trabajo mantener a raya a los ‘ladrones de tiempo’, actividades que consumen nuestro tiempo y nos impiden ser más productivos, como chequear constantemente nuestras redes sociales”, explican.

Tomarse un tiempo

Reflexionar al final del día sobre cómo ha ido a nivel profesional, familiar y personal. También recomiendan practicar alguna técnica de relajación como la meditación, el yoga o el mindfulness, actividades que ayudan a poner el foco en el presente y alivian las preocupaciones.

Desconectar del trabajo

“Para que el trabajo se quede en la oficina (ya sea esta presencial o virtual) es necesario que cada uno ocupe su tiempo libre con sus aficiones. Disfrutar del tiempo de ocio nos permitirá afrontar el día siguiente con energías renovadas”, concluyen. 

¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento