¿Amor saludable o simple apego emocional hacia el otro? En numerosas ocasiones, la diferencia entre ambos conceptos traspasa una delgada línea. Cuando vivimos en pareja, establecemos una conexión emocional con otros seres humanos, que si no sabemos tratar adecuadamente, poniendo los límites necesarios, puede convertirse en una peligrosa dependencia.
Desde la plataforma de ayuda psicológica on line TherapyChat explican a 20minutos que "mientras que el amor es un sentimiento de intensa atracción emocional, y a veces sexual, hacia otra persona, el apego es un vínculo afectivo clave en el desarrollo psicológico de las personas desde que son pequeñas. Ese vínculo nos aporta seguridad y cercanía para ir aprendiendo a vivir".
Sin embargo, en la edad adulta y con respecto a las relaciones de pareja, ese sentimiento puede desembocar en algo patológico, que anula nuestra independencia y puede dar a traste de manera poco saludable con la convivencia.
Un vínculo sano de ida y vuelta
Construir un vínculo sano y enriquecedor es (o debería ser) el objetivo de las parejas. A pesar de ello, las relaciones no son algo fácil y, a la vez que nos generan sensación de felicidad, también pueden ser una pesadilla cuando detrás hay dependencia emocional de uno hacia el otro. Incluso, puede producirse entre ambos.
Para evitarnos una separación dañina, los expertos nos advierten de la importancia de saber reconocer esta situación antes de que vaya a más. Entre los pasos a tener en cuenta durante el proceso natural en el que se establece una interconexión entre iguales, hay que saber marcar los límites.
La dependencia emocional no parte de la idea de conexión, de compartir los intereses de la vida, sino más bien de una necesidad que no podemos controlar fácilmente. Necesitamos atención por parte de nuestra pareja, reclamamos constantemente su aprobación, y esa tensión va generando una brecha que cada vez se hace más grande. Entran entonces en escena la falta de autoestima, la ansiedad constante, la desconfianza, los miedos infundados…
Una pregunta imprescindible
¿Cómo encuentro esos límites que no debo traspasar? Desde la plataforma de psicólogos on line TherapyChat nos lo explican: "Cuando nuestros juicios y acciones comienzan a estar subordinados a lo que opina nuestra pareja, es el momento de empezar a plantearnos si existe un equilibrio saludable o no en nuestra relación. Cuidado con aceptar el chantaje emocional, porque entrarás en una espiral sin fin. Es básico saber escucharnos, comunicarnos y gestionar nuestras emociones con calma".
Para afrontar esa dependencia cuando llega una ruptura tras, quizá, muchos años de relación, debemos tener en cuenta 8 claves en las que los expertos hacen hincapié para salir airosos de ese apego enfermizo.
1- La aceptación
Lo primero antes de iniciar el proceso de liberación de esa dependencia es aceptar tus emociones. Piensa que es normal que sientas lo que sientes, que a otras personas les pasa igual, y que debes permitírtelo sin complejos y sin juzgarte a ti mismo. Ten en cuenta que el momento de la ruptura es siempre doloroso, y una montaña rusa de emociones también.
2- Pon tierra de por medio
Cuando decimos tierra, nos referimos a distancia, física y emocional. No es buena idea hacer un seguimiento exhaustivo de todos los movimientos de tu ex pareja por redes sociales, por ejemplo, porque te harás más daño del que es necesario. Evita el contacto de cualquier tipo, y la separación te resultará (un poco) menos difícil.
3- Apóyate en tu gente
Cuando te encuentras en una situación así, después de haber dado un paso tan difícil, no te aísles. Es mejor que busques el apoyo de tus amigos y familiares, que con su compañía te ayudarán a superar las situaciones que se vayan planteando en el camino. Sentir que no estás solo siempre es necesario.
4- No abandones tu autoestima
Piensa que lo más importante eres tú. No permitas que la situación de dependencia que has vivido aplaste tu autoestima. Trabaja ese sentimiento y aprende a valorarte como mereces para encontrar el equilibrio que tanto necesitas.
5- Dedícate tiempo a ti
En estos momentos tan delicados es fundamental que des prioridad a esos momentos contigo mismo. Céntrate en cumplir tus metas (o acercarte a ellas al menos), apúntate a todas aquellas actividades que has ido postergando y que te hacen feliz y te dan seguridad en ti mismo. Si aprendes a estar bien contigo mismo, ya nunca estarás solo.
6- Somos lo que comemos… y nos movemos
Aunque parezca menos importante, no lo es en absoluto, puesto que la salud física y la emocional están íntimamente relacionadas. Por eso, empieza a practicar algo de ejercicio de manera regular y elabora un plan saludable de alimentación que te ayude a sentirte a gusto contigo mismo. Te sorprenderá ver cómo ambas cuestiones afectan a tu manera de afrontar los problemas emocionales.
7- Pide ayuda profesional
Recurrir a un profesional que nos ayude a gestionar nuestras emociones no es un fracaso. Al contrario, es la manera más rápida y segura de afianzar nuestros avances con respecto a la ruptura. Alguien que vea tu relación desde fuera, y que tenga la formación necesaria, podrá darte consejos mucho más objetivos sobre los pasos a seguir para concluir la ruptura con éxito.
8- No tengas prisa
Para comenzar el proceso de sanación interior, es importante que no te precipites y aprendas a respetar los tiempos. En cada caso, además, son tiempos diferentes, y todos están bien. No te compares con nadie, escúchate, y tómate el tiempo necesario.
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