Los ocho trucos para memorizar más rápido avalados por la ciencia

Renueva tu material de estudio para motivarte tras las vacaciones.
Emplear técnicas para mejorar la memoria puede ser una gran ayuda a la hora de afrontar exámenes
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La memoria es uno de los procesos fundamentales de nuestra cognición, sin la cual es imposible desenvolverse con normalidad y autosuficiencia, como evidencian ciertas enfermedades neurodegenerativas que afectan fundamentalmente a esta capacidad.

En cierto modo, los ejercicios que sirven para entrenar nuestras capacidades cognitivas funcionan de manera similar al entrenamiento físico; no sólo nos permiten ampliar esas capacidades sino que, además, mejoran nuestra salud y disminuyen el riesgo de sufrir algunas afecciones.

Precisamente, un aspecto clave para asegurarnos de proteger nuestra memoria es cuidar de nuestro estado general de salud. Esto incluye adoptar hábitos como hacer ejercicio físico regularmente, limitar el estrés (por ejemplo, meditando), cuidando nuestra alimentación, evitando el uso de alcohol y durmiendo un número adecuado de horas.

Estas precauciones se pueden combinar con diferentes ejercicios cognitivos pensados para trabajar la retención de información. Existen muchas posibilidades, pero estas son algunas técnicas avaladas por la ciencia y recogidas por la Universidad de San Agustín de Ciencias de la Salud (Estados Unidos).

Organiza la información

Si tenemos que afrontar, por ejemplo, las sesiones de estudio para un examen, uno de los primeros pasos sería delimitar la información que necesitaremos recordar. Crear un esquema general de toda esta información permite destacar y centrarnos en conceptos importantes.

Hacer asociaciones

Crear asociaciones con otro conocimiento previo que tengamos ayuda a retener la información, ya que recordaremos también esas asociaciones. Por ejemplo, crear imágenes mentales y conectarlas con sonidos, olores y sabores.

Usar pistas visuales

Usar herramientas como mapas conceptuales, gráficos, ilustraciones o fotografías puede ser muy beneficioso a la hora de memorizar. A menudo, estas herramientas además simplifican la información. Este método es especialmente útil para aquellas personas que tienen memoria visual

Crear reglas mnemotécnicas

Acrónimos, acrósticos, rimas... se trata de una de las técnicas más a menudo enseñadas a los estudiantes, y por una buena razón, ya que ayudan enormemente con la retención de información.

Escribir a mano

Son ya muchos los estudios que han encontrado que, en contra de lo que sucede al escribir en dispositivos electrónicos, la escritura a mano ayuda enormemente con la retención de la información. Entre otras cosas, al suponer mayor esfuerzo y tiempo, obliga al cerebro a quedarse con los conceptos centrales de lo que se está escribiendo.

Leer en alto

De una manera similar, el hecho de tener que decir en alto algo que estamos leyendo obliga al cerebro a realizar un procesamiento adicional de la información que involucra lo que se conoce como 'memoria de trabajo'. Esto a su vez mejora la consolidación de los conceptos.

Hazte pruebas

Parar para comprobar si ya hemos memorizado algo, empleando métodos como preguntarnos cosas o usar cartas, nos obliga a emplear y por tanto fortalecer la recuperación de información, otro de los procesos fundamentales para usar nuestra memoria.

Ensaya

Como bien saben los músicos o los actores, repetir una acción numerosas veces termina logrando que nos salga de manera casi instintiva o natural. En el caso de información memorizada, una buena manera de emplear este principio es repetirla en alto o escribirla a mano muchas veces.

Referencias

USAHS. Science-Backed Memory Tips and Recall Techniques (2020). Consultado online el 07/10/2022.

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