¿Las personas con dolor crónico tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad?

Las cifras ponen de manifiesto la importancia de la prevención y el cuidado en salud mental en el ámbito del dolor crónico.
Las cifras ponen de manifiesto la importancia de la prevención y el cuidado en salud mental en el ámbito del dolor crónico.
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Las cifras ponen de manifiesto la importancia de la prevención y el cuidado en salud mental en el ámbito del dolor crónico.

La reciente publicación del Barómetro del dolor crónico en España 2022, elaborado por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del dolor de la Universidad de Cádiz, ha puesto cifras a un problema que en nuestro país afecta a una de cada cuatro personas.

El alcance de este dolor crónico no se limita a lo meramente físico sino que afecta, por extensión, a la salud mental y alcanza asimismo el ámbito laboral, social, familiar y personal de los pacientes “limitando el desarrollo de sus actividades cotidianas, afectando negativamente a su desempeño y ocupación profesional y mermando su estado de salud”, como señalan en este informe.

El barómetro destaca que un 22,2% de los pacientes presentan depresión y un 27,6% ansiedad e insisten en que estas cifras “ponen de manifiesto la importancia de la prevención y el cuidado en salud mental en el ámbito del dolor crónico”.

Los datos del estudio son esclarecedores: mientras las calidad de vida mental de los individuos encuestados del grupo sin dolor alcanza los 48,7 puntos en el caso de los individuos con dolor crónico es de 42,4 puntos.

Las diferencias observadas en la calidad de vida entre ambos grupos se reflejan también en el nivel de depresión y ansiedad, medido por medio del cuestionario HADS. Los encuestados pertenecientes al grupo sin dolor presentan un nivel promedio de depresión de 4,2 puntos y un nivel de ansiedad de 4,8 puntos mientras que los individuos con dolor crónico muestran un nivel de depresión de 7,2 puntos y de ansiedad de 8 puntos. Estos valores promedio permiten determinar el mayor riesgo de aparición de trastornos de depresión y ansiedad en la población con dolor crónico.

Asimismo, el 22,2% de los pacientes con dolor crónico muestran puntuaciones en la escala consideradas propias de casos de depresión y el 22,7% presentan indicios de la patología. A su vez, un 27,6% de los pacientes con dolor crónico presentan casos de ansiedad y se han detectado indicios de la enfermedad en un 25,9%.

Falta de apoyo social

La percepción de un escaso apoyo social es otra de las reivindicaciones de los pacientes con dolor crónico. Mientras el apoyo social percibido de la población libre de dolor es de 41,6 puntos, en los pacientes con dolor crónico desciende a 37,1 puntos. 

Si bien esta cifra se sitúa por encima del umbral de 32 puntos que indica un adecuado apoyo social, los pacientes con dolor crónico son más susceptibles a considerar que el apoyo que reciben es bajo, lo que subraya la importancia de los cuidadores y familiares de los enfermos en el apoyo cotidiano, que favorece el desarrollo de las actividades diarias.

En cuanto a las actividades profesionales, un 28,6% del total de pacientes con dolor crónico ha necesitado de baja laboral a causa del dolor en el último año, siendo esta proporción del 46,5% entre los trabajadores remunerados. Esta necesidad de baja laboral ha llevado a un 32,3% de los pacientes a dejar su ocupación previa y a un 17,3% a modificar su puesto de trabajo como consecuencia del dolor.

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