El ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres), la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia. Según un informe de la Sociedad Española de Neurología (SER), cada año cerca de 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, de los cuales un 50% quedan con secuelas discapacitantes o fallecen.
En el Día Mundial del Ictus, las diferentes instituciones sanitarias quieren poner el foco en la prevención y concienciar sobre los posibles síntomas, ya que el 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable.
¿Qué es un ictus y qué lo provoca?
El ictus, por definición, se presenta de forma brusca, no avisa, ni tampoco empeora con el paso del tiempo. Sucede en cuestión de minutos. En el momento en el que aparece la primera señal, hay que actuar con rapidez, puesto que se trata de un infarto cerebral que no nos concede tiempo para actuar tranquilamente. En este caso, la celeridad es especialmente importante para resolverlo con éxito.
Un ictus tiene lugar como consecuencia de la obstrucción de una arteria, de un vaso que lleva la sangre a una determinada zona del cerebro. Al no llegar correctamente por culpa del trombo, las funciones de las que está encargada esa parte del cerebro se alteran.
Dependiendo del vaso sanguíneo que se vea afectado, si es más grande o más pequeño, lo que significa que lleva más cantidad de sangre o menos al cerebro, se producen síntomas más graves o numerosos. "Si se trata de una afectación en un vaso más grande, en vez de sentir solo que se te duerme un brazo, puede que no puedas mover ese brazo, pero tampoco la pierna, o que no puedas hablar y tengas dificultades en la visión", explica a 20minutos la doctora Mª Mar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.
¿Cuánto tiempo antes avisa un ictus?
"El ictus ataca por sorpresa. Estás bien, y de repente sucede. Es fundamental saber esto porque, si no lo reconoces en el momento para salir a buscar ayuda sanitaria inmediata, la probabilidad de tener secuelas mayores y peor pronóstico es bastante alta", explica la doctora Freijo.
¿Cuáles son los primeros síntomas de un ictus?
Por lo que respecta a los signos visibles de que está sucediendo el ictus, la experta señala cinco. Pueden suceder sólo algunos, o todos a la vez, dependiendo de la gravedad.
El primero de ellos tiene que ver con una evidente desviación del labio y la boca, una parálisis facial evidente a los ojos de los demás. Los afectados pierden sensibilidad en el lado del rostro que 'se tuerce'.
La segunda señal afecta a la visión. "Puede que no veas a ambos lados de los ojos, aunque puede suceder sólo en uno de ellos. Si pierdes visión (a veces es parcial, otras más generalizada) ve a consultar cuanto antes".
En tercer lugar, es muy probable que estés sufriendo un ictus si quienes tienes alrededor te están hablando, pero tú no alcanzas a entender el significado de lo que te dicen.
En esta línea, una cuarta señal de alarma se da cuando tú sabes lo que quieres decir, pretendes comunicarte, pero te resulta imposible articular las palabras necesarias para expresarlo. Cambias las palabras, hay una alteración de la expresión. En ese caso, algo está sucediendo y no hay tiempo que perder.
Por último, corre a pedir ayuda si a alguno de los síntomas faciales que hemos descrito se suma la parálisis de un brazo y/o una piernas, generalmente en el mismo lado del cuerpo (aunque a veces pueden 'cruzarse').
¿Cuánto tiempo dura un ictus?
Hay casos en los que el ictus, el que llamamos transitorio, se resuelve por sí solo porque el trombo que está obstruyento el vaso se disuelve de manera natural. "Puesto que el daño depende del tiempo que haya estado esa zona del cerebro sin sangre, que es como le llega el oxígeno y los nutrientes, la reversibilidad del proceso depende en gran medida de ese intervalo. Hay casos en los que cuando llega el afectado a urgencias empiezan a mejorar. Aún así, la vigilancia es básica", comenta la experta.
"El ictus más grave, el que permanece, puede resolverse también sin secuelas gracias a los avances que existen hoy en día en lo que se refiere al tratamiento.
Cuando llegan al hospital, los afectados por un ictus ingresan en las unidades de ictus, lugares de cuidados intermedios en los que se les vigilan continuamente las constantes (tensión, azúcar, estado general). Estas unidades han demostrado mejorar el pronóstico".
"En algunos casos, al paciente se le pone medicacioón con suero intravenoso para disolver el trombo que está obstruyendo la arteria. En otros casos, en los que hay una oclusión de un vaso mayor, se puede hacer como en el corazón, un cateterismo que llega al vaso grande, limpia, desobstuye y la sangre vuelve a circular bien. Si no ha estado demasiado tiempo sufriendo sin que le llegara la sangre, la recuperación es posible".
El ictus se puede evitar, los expertos nos explican cómo
Antes de tener que curar, la prevención es importante. Aunque existen factores que no podemos evitar, como es el caso de la edad, sí podemos mantener a raya la tensión, el azúcar, el colesterol, el tabaquismo, y un estilo de vida saludable. "Estar muy en contacto con el médico de cabecera que nos haga analíticas periódicas para que si hay algo alterado lo detectemos a tiempo y podamos frenarlo. Así evitamos que se vayan formando placas en las arterias que luego puedan desembocar en un ictus".
Una vez superado un ictus, el paciente recibe el alta con un tratamiento. En estos casos es básico que se siga sometiendo a controles periódicos, al mismo tiempo de no abandonar la medicación para evitar que se repita el episodio cerebrovascular.
¿Tiene más riesgo una persona que ha sufrido ya un ictus, de que se repita? En palabras de la doctora Mª Mar Freijo: "tiene más riesgos que una persona que no haya tenido un primer episodio, pero a medida que transcurre el tiempo desde el alta, esas probabilidades de repetición se van igualando con el resto de la población sana".
Referencias
El 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable. Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la SEN. Disponible: https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link223.pdf
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