Humo tóxico, partículas en suspensión, agua contaminada... Los riesgos para la salud menos evidentes de los incendios urbanos

Además de las quemaduras y los derrumbes, los incendios urbanos presentan una serie de peligros para la salud menos obvios y a veces más a largo plazo.

Los bomberos este jueves trabajando en el edificio incendiado.
Los bomberos este jueves trabajando en el edificio incendiado.
EP
Los bomberos este jueves trabajando en el edificio incendiado.

El terrible incendio producido en el barrio de Campanar en Valencia ha causado cuatro muertes confirmadas (hasta la publicación de este artículos) y la Unidad Militar de Emergencias (UME) continúa la búsqueda de 14 desaparecidos más.

En emergencias como estas, existe una serie de peligros obvios para las personas, como las quemaduras o los derrumbes. Sin embargo, también se da todo otro abanico de fenómenos que si bien pueden no ser tan evidentes o inmediatos pueden ser altamente dañinos para los afectados y los vecinos de la zona.

El humo, uno de los principales peligros

En primer  lugar, en los incendios urbanos, como en los incendios forestales, se genera una gran cantidad de humo. Si en el primer caso ya se han documentado serias amenazas para la salud (por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos cita complicaciones como irritación de los ojos, goteo nasal, enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas e incluso muerte prematura), en el segundo los riesgos se intensifican por la variedad y la complejidad de los materiales que se queman.

Así,  los incendios urbanos tienden a involucrar la combustión de una gran variedad de materiales, incluyendo plásticos, productos químicos, madera, textiles, gases... Por esta razón, el humo puede presentar características de varias de las clases de incendio recogidas en la norma europea (UNE-EN 2:1994) y contener partículas finas o gases peligrosos como monóxido de carbono,  óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles.

Hay que resaltar que los riesgos para la salud del humo son especialmente intensos para algunas personas, como:

  • Aquellas que padezcan enfermedades cardíacas o pulmonares, como insuficiencia cardíaca, angina de pecho, enfermedad cardíaca isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema o asma.
  • Los adultos mayores, más propensos a las enfermedades cardíacas o pulmonares que las personas más jóvenes.
  • Los niños y adolescentes.
  • Los pacientes de diabetes, ya que tienen mayor propensión a las enfermedades cardiovasculares.
  • Las mujeres embarazadas.

Por ello, en las cercanías de un incendio debemos prestar atención a síntomas como ardor en los ojos, goteo nasal, tos, flema, sibilancias y dificultad para respirar. Las personas con enfermedades cardíacas también podrían sufrir dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire o fatiga; y aquellos con patologías pulmonares pueden presentar signos como tos, flema, molestias en el pecho, sibilancia y dificultad para respirar.

Ante la presencia de humo, el modo a actuar puede variar en función del lugar en el que nos encontremos, la composición del humo y otros factores como el viento. Por ello, es importante monitorizar las advertencias de las autoridades y estar atentos ante cualquier aviso de evacuación.

Partículas en suspensión

Los incendios son también una fuente de material particulado en el aire: una mezcla de partículas sólidas y finas gotas en suspensión en el aire, en algunos casos tan pequeñas que sólo son detectables mediante microscopio electrónico.

Pueden tener composiciones químicas muy diferentes, indica la EPA, y sus principales implicaciones para la salud derivan de su inhalación. Algunas de las más finas pueden incluso alcanzar el torrente sanguíneo.

El mismo organismo cita entre sus riesgos algunos como:

  • Muerte prematura en personas con enfermedades cardíacas o pulmonares.
  • Infartos de miocardio.
  • Asma agravada.
  • Latidos irregulares (taquicardia).
  • Reducción de la función pulmonar.
  • Aumento de síntomas respiratorios, como irritación en las vías respiratorias, tos o dificultad para respirar.

Como sucedía en el caso del humo, las personas con patologías cardíacas o pulmonares previas, las personas mayores y los niños y adolescentes son más vulnerables ante esta forma de contaminación.

Contaminación del agua y el entorno

Los incendios pueden liberar varias sustancias tóxicas, especialmente cuando son muchos los materiales diferentes que se queman (como sucede en el caso de los incendios urbanos). Estas sustancias, que pueden incluir dioxinas y furanos, pueden depositarse de manera persistente en el medio ambiente, constituyendo una fuente de contaminación.

No sólo eso, sino que en algunos casos esta clase de productos químicos podría llegar al suministro de agua, con lo que puede representar un riesgo adicional para la salud.

Por eso, es fundamental informarse y estar atento ante cualquier advertencia de las autoridades locales y los servicios de emergencia relativos al consumo de agua en las áreas periféricas al incendio.

Estrés postraumático y daño psicológico

Finalmente, en las personas que se ven afectadas por el incendio de manera más cercana, por daños en su propiedad o incluso por daños a su propio bienestar o al de sus seres queridos pueden padecer también algunas secuelas psicológicas, como estrés postraumático.

La pérdida de un familiar o de la vivienda se asocia de manera casi invariablemente a un proceso de duelo psicológico; lo violento y lo repentino del suceso pueden convertirlo fácilmente en una experiencia traumática.

En base a todo esto, estas personas afectadas pueden necesitar incluso asistencia psicológica para lidiar con este tipo de secuelas.

Referencias

EPA. Cómo puede afectar la salud el humo de los incendios. Consultado online en https://espanol.epa.gov/espanol/como-puede-afectar-la-salud-el-humo-de-los-incendios el 23 de febrero de 2024.

UNE. UNE-EN 2:1994. Consultado online en https://www.une.org/encuentra-tu-norma/busca-tu-norma/norma?c=N0008346 el 23 de febrero de 2024.

EPA. Conceptos básicos sobre el material particulado (PM, por sus siglas en inglés). Consultado online en https://espanol.epa.gov/espanol/conceptos-basicos-sobre-el-material-particulado-pm-por-sus-siglas-en-ingles el 23 de febrero de 2024.

EPA. Efectos del material particulado (PM) sobre la salud y el medioambiente Consultado online en https://espanol.epa.gov/espanol/conceptos-basicos-sobre-el-material-particulado-pm-por-sus-siglas-en-ingles el 23 de febrero de 2024.

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