“Para no recaer en una adicción es clave tomar conciencia de cuáles son los factores que la desencadenan”

El confinamiento puede desplazar al consumo de drogas ilegales a drogas legales, como el alcohol.
El consumo de alcohol se disparó durante el confinamiento y después.
Thorsten Frenzel / Pixabay
El confinamiento puede desplazar al consumo de drogas ilegales a drogas legales, como el alcohol.

El consumo de alcohol y otras drogas sigue siendo un problema latente en todo el mundo. El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, estima que aproximadamente 83,4 millones de personas, o lo que es lo mismo, el 29 % de los adultos (de 15 a 64 años) de la Unión Europea han consumido alguna vez una droga ilegal. El cannabis sigue siendo la sustancia más consumida, con más de 22 millones de adultos europeos que declararon haber consumido cannabis en el último año. Los estimulantes son la segunda categoría notificada con mayor frecuencia. Se estima que en el último año 3,5 millones de adultos consumieron cocaína, 2,6 millones de MDMA y 2 millones de anfetaminas. Alrededor de un millón de europeos consumieron heroína u otro opioide ilegal.

Por su parte, España se posiciona a la cabeza de consumo de cocaína en Europa. Un 11,2% de la población de nuestro país, entre 15 y 64 años, es consumidora de esta sustancia. En lo que respecta al alcohol, las cifras no son mucho más halagüeñas. Según los resultados del estudio EDADES, elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el 5,2% de la población de 15-64 años presenta un patrón de consumo de riesgo de alcohol.

Hace ya tiempo que el doctor Ruiz Victoria decidió poner en práctica un método terapéutico único y original para aportar soluciones al problema de la adicción. Inspirado en programas que impartió en Estados Unidos y otros lugares del mundo a lo largo de su carrera profesional, en 1984 arrancaba el Programa Victoria, que sistematiza en 10 días un conjunto de técnicas psicológicas orientadas a provocar procesos de transformación personal inmediata. Defiende, además, una premisa fundamental: priorizar el trato humano del paciente porque como defienden sus terapeutas: “Partimos de la base de que la adicción afecta a la capacidad de decidir en las personas, es decir, a su propia libertad. Y pensamos que no es posible recuperar la libertad si no se te permite ejercerla”.

Los buenos y rápidos resultados del programa han logrado que a día de hoy se haya convertido en una de las intervenciones terapéuticas preferidas por muchas empresas para programas exprés de rehabilitación de adicciones de sus ejecutivos o personal de plantilla. De todo ello hablamos con Bernardo Ruiz, psicólogo del Grupo Guadalsalus, responsable de Programa Victoria. 

¿Qué diferencia al Programa Victoria de otros programas que abordan las adicciones en España?

Hay varias diferencias importantes que podemos resumir en cinco puntos:

Su duración. Ningún otro programa tiene una duración determinada y cerrada como el Programa Victoria, sino que los pacientes se mantienen ingresados en los centros de desintoxicación o rehabilitación de forma indefinida, generalmente durante varios meses.

Grupo cerrado de participantes. Todos los pacientes empiezan y terminan a la vez. En otros centros hay entradas de nuevos pacientes continuamente, lo cual hace imposible llevar una estructura ordenada de contenidos terapéuticos y se hace necesario alargar mucho más la terapia.

Contenido estructurado. El Programa Victoria es el único que tiene un contenido terapéutico estructurado, ordenado lógicamente, y estudiado para producir el mayor impacto terapéutico en el menor tiempo. Es como un curso en el que los pacientes van aprendiendo de forma sucesiva y acumulativa lo que necesitan para mantenerse libres de adicciones.

El lugar. El Programa Victoria se desarrolla en un hotel, donde los pacientes son tratados con absoluta normalidad por el personal del hotel. No hay restricciones a su libertad. Pueden disponer de su dinero, efectos personales y, dentro de ciertos límites que no interfieran con su participación en las sesiones del programa, pueden usar su teléfono o conectarse a su lugar de trabajo o negocio por internet.

El trato humano. Partimos de la base de que la adicción afecta a la capacidad de decidir en las personas, es decir, a su propia libertad. Y pensamos que no es posible recuperar la libertad si no se te permite ejercerla. Esto pasa en muchos otros centros donde los pacientes son tratados como “presuntos delincuentes” (no se les permite tener dinero, ni teléfono, ni tener contacto con el exterior, se les revisa el equipaje, y se les ponen muchas restricciones de todo tipo).

Nosotros tratamos a los pacientes como personas que tienen un problema, que han decidido acudir a nosotros para superarlo, y que son lo suficientemente adultas como para hacerse responsables de su propia conducta. Por lo tanto evitamos las restricciones al máximo y transmitimos confianza, y responsabilidad, a los pacientes desde el primer momento.

El programa sistematiza en 10 días un conjunto de técnicas orientadas a provocar la transformación personal inmediata. ¿En qué consisten exactamente?

La primera de ellas consiste en el Análisis Funcional de la Conducta Adictiva, que son una serie de sesiones estructuradas, a través de las cuales los pacientes entienden los mecanismos biológicos, psicológicos y sociales que afectan a la conducta de beber alcohol, o de consumir otras drogas, y comprenden racionalmente qué cambios hay que hacer para mantenerse libre de problemas con la adicción y por qué deben hacerlos.

Otra de las herramientas terapéuticas más potentes de las que dotamos a nuestros pacientes es el entrenamiento en Técnicas de Relajación, Visualización y Pensamiento Positivo. Todos los días se lleva a cabo una de estas sesiones, también ordenadas de forma adecuada para maximizar su efecto, y al terminar se llevan una grabación en audio para seguir practicando en su casa. Gracias a ello los pacientes incrementan mucho su capacidad de autocontrol emocional y sus habilidades para afrontar situaciones de riesgo de recaída que puedan vivir en el futuro.

Otra de las técnicas consiste en la exposición intensa a diferentes casos de personas con problemas de adicción. Lo hacemos con la ayuda de películas, documentales y, en alguna ocasión con testimonios personales de antiguos pacientes. Gracias a ello se van identificando como personas adictas, entienden que no son los únicos que han padecido problemas similares y pueden hablar de sus propias experiencias de forma natural al comentar las películas y documentales.

El contexto terapéutico también es una técnica en sí misma. Me refiero al hecho de alojar a los pacientes en un hotel, en un grupo reducido y cerrado, con un acompañamiento permanente por parte de los terapeutas no solo en las sesiones formales sino durante las comidas, en ratos libres…

El psicólogo Bernardo Ruiz durante una de las sesiones del Programa Victoria.
El psicólogo Bernardo Ruiz durante una de las sesiones del Programa Victoria.
Enrique Velasco

Señaláis que este conjunto de intervenciones están avaladas científicamente. ¿Cuáles son los principales resultados que se han obtenido desde que existe el programa?

El Doctor Joaquín Bedia, uno de los médicos de un importante grupo empresarial que nos envió pacientes durante muchos años, presentó en las Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol de 1994 un estudio que incluía el seguimiento de 95 personas que habían realizado el Programa Victoria tras un periodo de entre cinco y ocho años y encontró los siguientes resultados de deshabituación del alcohol: abstinencia 67%, sin datos 25%, recaída 6% y fallecido 2%.

Este tipo de programas son muy habituales en Estados Unidos aunque aquí han tardado más en implantarse, ¿cuáles han sido los motivos?

Lo que es habitual en EEUU son centros de desintoxicación como los que han aparecido en España en los últimos años, nada parecido al Programa Victoria. No obstante, sí es cierto que muchas de las investigaciones que han dado origen al mismo vienen de allá. En EEUU se han ensayado distintos modelos de intervenciones de impacto, se han desarrollado experiencias cognitivo-conductuales de éxito contrastado, se ha avanzado mucho en la Programación Neurolingüística o en intervenciones estratégicas de motivación y gestión del cambio. Todo eso es el alma del Programa Victoria, si bien no existe tampoco en EEUU un programa similar al nuestro.

¿Es posible conseguir resultados en tan breve espacio de tiempo?

Nuestra experiencia demuestra que sí. Sobre todo con pacientes que se toman en serio su propia recuperación. Desde 1984 hemos tratado a cientos de pacientes con unos resultados muy positivos, pero no podemos olvidar que el riesgo de recaída es una realidad siempre presente y que en algunos casos se producen.

¿Qué seguimiento se le da al paciente una vez que finaliza el programa?

Un seguimiento individualizado de acuerdo a sus circunstancias personales, y a sus deseos. Ofrecemos sesiones presenciales, online, grupos de WhatsApp… para dar apoyo en lo que cada uno demande y necesite por tiempo indefinido.

¿Qué se refuerza de forma especial en el paciente para que no vuelva a recaer en sus adicciones?

La conciencia de cuáles son las características de la conducta adictiva y los factores desencadenantes de la misma (nosotros lo llamamos “activadores”) que podrían suponer un peligro. La confianza en sí mismos y en su capacidad de afrontamiento, siempre que sigan fielmente lo que aprenden en el Programa Victoria.

¿Dónde se realiza el programa y qué tipo de actividades realiza el paciente?

El Programa Victoria es similar a un curso intensivo en el cual los pacientes están alojados en un hotel. Hay una serie de sesiones terapéuticas programadas, de mañana y de tarde, sesiones de terapia informal durante las comidas con los terapeutas y una sesión después de cenar en la que se ve y se comenta una película especialmente elegida para la ocasión.

¿Permanece aislado en todo momento de lo que ocurre en el exterior: familia, trabajo…?

No hay aislamiento en un sentido coercitivo, pero sí hay concentración. Hay un compromiso de participación en el programa por parte de los asistentes (¿para qué han ido si no?) y el contacto con el exterior es el mínimo imprescindible. Recomendamos contacto telefónico con la familia, con personas que apoyen al paciente, y lo menos posible con asuntos de trabajo.

¿Cuál es el perfil medio de la persona que recurre a vuestro programa?

El paciente ideal para este programa es una persona que se ha dado cuenta de que tiene un problema que no puede superar por sí sola y que necesita ayuda terapéutica para conseguirlo. La motivación y las “ganas de curarse” son los elementos fundamentales que el paciente tiene que poner para que el programa funcione.

Debido a su corta duración, y a su extrema confidencialidad, suelen acudir a nosotros personas con cargos de responsabilidad en empresas, profesionales liberales, emprendedores, autónomos, pero cualquier persona motivada es bienvenida.

¿Es más frecuente que acudan de forma personal o suelen ser las familias/empresas las que se ponen en contacto con vosotros?

Hay de todo. Aunque los familiares suelen darse cuenta del problema antes que la propia persona afectada.

El aumento de las enfermedades mentales desde el inicio de la pandemia es una realidad. ¿Ha originado también un mayor aumento de las adicciones?

Las medidas adoptadas durante el confinamiento han provocado no sólo el almacenamiento de alimentos en el hogar por miedo al desabastecimiento, sino también de bebidas alcohólicas. A casi todo el mundo parece resultarle indiferente que el alcohol sea desde hace mucho tiempo la droga más consumida en España, por delante incluso de la cocaína y el cannabis. Este hecho nos permite hablar no solo de su amplia aceptación social, sino de una auténtica “cultura del alcohol” muy anterior a la pandemia del coronavirus.

Lo realmente asombroso son las cifras que arroja el confinamiento por el COVID-19: el consumo de bebidas alcohólicas se ha disparado una media del 85%. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicó unos datos alarmantes a las 6 semanas de confinamiento. Respecto a las mismas fechas en años anteriores, el consumo de cerveza ha aumentado el 86,5%, el de vino el 73,4% y el de bebidas espirituosas el 93,4%. El consumo, además, no sólo se ha disparado, sino que continúa al alza.

Para más información sobre el Programa Victoria:

Web del Grupo Guadalsalus

Teléfono de atención 24 horas para cualquiera que necesite ayuda o información: 954353954

Mostrar comentarios

Códigos Descuento