Javier Fesser: "Aposté por algo que ha funcionado muy bien: no di por hecho la discapacidad de nadie"

La película Campeones fue un punto de inflexión en la inclusión de personas con discapacidad intelectual en nuestra sociedad. Su director hizo posible algo nunca visto antes: dejar de lado las circunstancias de los protagonistas que se salen de lo estándar y centrarse únicamente en su historia. Apostó por no dar por hecho la discapacidad de nadie, confiar en las habilidades de los actores y ser flexible en un rodaje donde, seguramente, nada resultaría igual a lo que se había planificado antes. Ese fue, precisamente, el secreto del gran éxito de Campeones, una cinta que recaudó más de 18 millones de euros en taquilla y que nos ha enseñado a abrazar nuestras diferencias.

"Si tuviera que dar un mensaje a quien piensa que un equipo va a funcionar mejor porque intelectual y emocionalmente es más homogéneo, le diría que pruebe otra cosa", señala el director Javier Fesser en Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica donde también expresa que "la diversidad es una capacidad para aproximarse a los retos de la vida desde un lugar distinto al tuyo o distinto al estándar". "En cualquier equipo tiene muchísimo valor el trabajo de personas que no se enfrentan de la misma manera a cualquier proyecto", añade.

De hecho, defiende que aportar diferentes enfoques desde "un lugar más original" es bastante eficiente y valioso. "Quizás la cabeza a nivel intelectual no tiene el rendimiento que se considera estándar, pero otro tipo de pensamiento, emoción o inteligencia que no pasa tanto por la cabeza, sino por las tripas y el corazón, te ayuda a llegar a conclusiones de una forma más rápida y alegre", puntualiza. "Cualquier punto de vista diferente que se añada en un grupo de trabajo, lo único que hace es enriquecer la perspectiva", subraya satisfecho.

Al guionista y director de cine, cortometrajes y publicidad le gusta definirse como un contador de historias nato. Licenciado en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid, su pasión por la gran pantalla surgió con el nacimiento de su primera hija, quien le inspiró para dirigir El Milagro de P. Tinto (1998); un largometraje con el ganó el Goya a mejores efectos especiales.

Después vendrían otras producciones como La gran aventura de Mortadelo y Filemón o Camino, también muy aclamadas por el público. Todo hasta llegar a Campeones en 2018; la película que cambió la percepción de las personas con discapacidad, borró las etiquetas para centrarse solo en el relato e impulsó su inclusión social de una forma real. "A todos nos encanta ver a personas diferentes en el cine. Nos encanta ver personas a las que les ocurren cosas distintas y nos encanta presumir de que somos diferentes. Sin embargo, en la práctica nos da mucho miedo la diferencia", declara.

"Un montón de personas con discapacidad intelectual han ido a verla. Yo creo que es por la satisfacción que les produce verse en el cine retratados. Cuando estás acostumbrado a ver películas donde tú no sales, qué bien te tienes que sentir cuando en una comedia, de repente, apareces tú. Sale un tío como tú, sale una persona a la que le pasan las cosas que te suceden a ti pero, sin embargo, ese no es el tema", resume.

"Creo que dentro de esa maravillosa mentira que es el cine, todos buscamos la verdad. Cuando hay verdad, sucede que los espectadores conectamos con la historia", explica Javier Fesser, quien ya ha estrenado la secuela CampeoneX. Según el propio indica el propio director, esta última entrega tiene un nuevo aprendizaje: aceptar a los demás como son. 

Fomentar la inclusión para ser mejores

Javier Fesser habla de CampeoneX como una oportunidad para trabajar la flexibilidad. "Cuánto se disfruta cuando aprendes a ser flexible. En un rodaje donde nada iba a ocurrir como exactamente tienes planeado, es fascinante descubrir que el resultado es mucho mejor del esperado", confiesa. "Todavía no he conocido a nadie que no tenga alguna habilidad. Todos tenemos habilidades para algo y enormes discapacidades, pero qué importante es sentir que los demás confían en ti", declara en este sentido.

"Yo he hecho una película con personas con discapacidad intelectual y aposté por algo que ha funcionado muy bien: no di por hecho nunca ninguna discapacidad de nadie", asegura. "Muchas veces queremos hacer el trabajo del otro por falta de confianza en esa persona y en nosotros mismos. Pero cuando esta desaparece, las sorpresas son siempre gratas y grandes", reconoce.

Ese equipo que competía en baloncesto, se enfrenta en CampeoneX a una disciplina que nunca había entrenado: el atletismo. Además, y a pesar de la incongruencia, se añade otro desafío a la ecuación: Brianeitor, que tiene distrofia muscular degenerativa y sólo puede mover la cara y algunos dedos de sus manos, se suma a la competición. A pesar de todo ello, su personaje tiene un rol fundamental y el grupo sin él sería peor.

La gran enseñanza que ha interiorizado Javier Fesser con estas dos películas es que "la inclusión en la sociedad de personas diferentes es una urgencia". "Incluir a las personas con discapacidad en la sociedad no tiene nada que ver ni con la solidaridad ni con el buenismo ni con que todos somos hijos de Dios. Todos somos un equipo y esos puntos de vista diferentes pueden hacer y harán seguro que la sociedad sea mejor", asegura.

"Siento que a raíz de la película Campeones se empieza a sustituir las etiquetas", celebra el entrevistado, quien cuenta que poco después del lanzamiento de este filme escuchó a un padre referirse a su hijo con discapacidad intelectual como 'campeón'. "Es otra etiqueta pero es positiva; porque campeón es campeón, ¿no?", dice.

No obstante, admite que la mayor lección que ha tenido procede de la actriz Gloria Ramos, quien interpreta el papel de Collantes. Cuando en una entrevista le preguntaron cómo fue conocer a Brianeitor y trabajar con él, ella se puso seria y un poco apurada por la consulta; al final respondió que cuando le conoció le impresionó mucho porque nadie le dijo que Brian era de Almería y ella veraneaba allí. "No se trata tanto de aprender de esa actitud positiva ante la vida, sino de desaprender; de no dar por hecho que alguien no es capaz o está limitado para hacer algo", concluye.

"Aposté por algo que ha funcionado muy bien: no di por hecho nunca ninguna discapacidad de nadie"

Somos capaces de hacer cosas increíbles

Simplificar las relaciones hace posible que seamos capaces de crear conexiones de valor y no quedarnos en la superficie. Cuando vemos más allá y conectamos, podemos dejar atrás nuestras limitaciones y conseguir cosas increíbles. Ese es, precisamente, el mensaje de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica que busca visibilizar el talento e inspirar conexiones para que las personas se sientan capaces de lograr lo que se propongan.

"Queremos hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas", expone José María Álvarez-Pallete, presidente de la compañía. "En Telefónica, creemos en un mundo más humano. Un mundo que se mueve gracias al talento de las personas. Por eso apoyamos el talento como mejor sabemos: conectándolo. Mejor Conectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles", profundiza Rafael Fernández de Alarcón, director de Marketing Global de la multinacional.

El apartado 'Inspírate' recoge historias protagonizadas por diferentes personajes como el tenista Rafa Nadal, el chef Ferrán Adrià, la nadadora paralímpica Teresa Perales, el triatleta Javier Gómez Noya o el exjugador de baloncesto Nacho Azofra, donde narran cómo hicieron posibles grandes logros. 'Aprende' es la otra sección y aquí puedes encontrar una serie de consejos y reflexiones que pueden servirte de inspiración y aprendizaje, algunas de ellas vienen de la mano de figuras como Molo Cebrián, Marta Gilart, Gemita, Iñaki Gabilondo, Toni Nadal, María Zabala o Amaya Valdemoro.