Tener un defecto de visión no se considera algo grave, ya que en la mayoría de las ocasiones se soluciona con gafas o lentillas. Pese a eso, tener miopía, presbicia, hipermetropía o cualquier otro problema en la vista condiciona mucho más de lo que creemos. El simple gesto de empezar el día echando mano a la mesita de noche para ponerse las gafas y poder ver con claridad, nada más abrir los ojos, forma parte de la rutina del 70% de los españoles.
Una solución que merece la pena valorar es operarse la vista. "He dicho ‘adiós’ a las gafas en Clínica Baviera", cuenta la actriz Belén Rueda, recientemente intervenida de presbicia. Su transición a no necesitar nada para poder ver perfectamente ha sido, como ella misma dice, "maravillosa". Desde el momento en el que tomó la decisión hasta que se operó, se sintió muy bien acompañada en cada paso por un gran equipo de profesionales: "Por cómo te explican todo, es que tienes ganas de operarte ese mismo día", asegura divertida.
El procedimiento de la operación de presbicia es muy sencillo. "Me dijeron que iban a ser 10 minutos y, al final, fueron 5", ríe Belén al recordar el día de su intervención. Clínica Baviera ofrece dos tipos de cirugía para corregir la presbicia o la vista cansada. Uno de ellos consiste en el implante de una lente intraocular multifocal de última generación, que también evita la futura aparición de cataratas; la otra opción es una intervención con láser. Ambos tratamientos son ambulatorios, es decir, no precisan ingreso hospitalario y son sencillos y rápidos, con un tiempo de recuperación de la visión muy corto.
"Te da muchísima tranquilidad"
Pese a la sencillez del procedimiento, en Clínica Baviera, siempre se preocupan de la evolución del paciente, sobre todo en los días posteriores a la operación, respondiendo de inmediato a cualquier duda o inquietud que pueda surgir. "El Dr. Jaime Javaloy, director médico de Clínica Baviera Madrid, me dijo: ‘Cualquier sensación que tengas que a ti te inquiete, puedes llamarnos’. Eso te da muchísima tranquilidad", apunta Belén.
Si bien es cierto que la recuperación es muy rápida, la propia actriz no se podía creer la efectividad de la intervención. "Como el doctor me había dicho que los resultados se notaban en el momento, yo quería verlo todo. Por la tarde ya cogí un guion y podía leerlo. ¡Es que no me lo creía!", reconoce encantada. "Es verdad que esa misma tarde ya no necesitaba las gafas para ver cosas pequeñas. La evolución ha sido alucinante", insiste la protagonista de El orfanato.
"La misma tarde de la operación ya cogí un guion y podía leerlo. ¡Es que no me lo creía!"
Desde su experiencia, la actriz anima a otras personas que sufren presbicia o vista cansada a pasar por las manos de los especialistas de Clínica Baviera. "Hay gente que tiene mucho miedo a operarse y el miedo uno lo tiene cuando hay algo desconocido", asegura Belén Rueda. Gracias al acompañamiento y las explicaciones de todo el equipo médico de Clínica Baviera, ese miedo queda a un lado y da paso a animarse dejar las gafas atrás y no depender de ellas más.
Una vez que te decides a operarte, "te encuentras a profesionales que te cuentan cuál es el proceso, el poquito tiempo que dura, las ventajas que va a tener, cómo te va a cambiar la vida… Es como si estuvieras en una habitación completamente iluminada y se te van todos los miedos", concluye Belén, una de las miles de personas que están encantadas con el resultado de su intervención en esta clínica.
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