Nacional

Sanidad pondrá fin de forma inminente al aislamiento en casa para contagiados leves o sin síntomas de Covid

Dos jóvenes confinados leen en el balcón de casa.
Jorge París

Gobierno y comunidades aprobarán de forma inminente, previsiblemente este viernes, el plan para afrontar la actual fase de la Covid, en la que la "fase aguda" ha dado lugar a una "de transición" hacia el final de la pandemia. En esta nueva etapa, los esfuerzos de control y vigilancia se centrarán en los casos graves, en las personas mayores de 60 años y vulnerables por enfermedad y se quitará el foco de quienes tengan Covid en forma leve o sin síntomas. En este caso, el gran cambio que está a punto de darse es que estos últimos ya no estarán obligados a aislarse en casa durante siete días, sino extremar las precauciones, reducir los contactos y usar mascarilla hasta que se repongan.

Estas cuestiones figuran en la propuesta que elaboraron los técnicos de Salud Pública de las comunidades para la fase de "vigilancia y control" de la Covid, que empezaría cuando camas de hospital y de UCI se situaran en el nivel bajo de riesgo, algo que sucedió hace ya dos semanas. Sin embargo, la nueva estrategia todavía no se ha adoptado. La semana pasada, ya fue estudiada por los directores generales de Salud Pública en una reunión en Zaragoza. Al día siguiente, ministra y consejeros de Sanidad se emplazaron a retomar esta semana. Este jueves, la Comisión de Salud Pública ha "avanzado" en este documento, que el Ministerio de Sanidad afirma que "se aprobará en los próximos días". Pero varias fuentes al tanto de las reuniones coinciden en que verá la luz este mismo viernes.

También será "muy pronto" cuando se apruebe otra cuestión que se ha tratado en la Comisión de Salud Pública de este jueves, una "guía de actuación común de todo el Sistema Nacional de Salud ante la llegada de ciudadanos procedentes de Ucrania".

Fin de las pruebas para todos

Por lo que respecta a la estrategia para la nueva fase de la Covid, fuentes al tanto de las reuniones indican que el borrador de la Ponencia de Alertas  -de los técnicos- no sufrirá grandes modificaciones y que más bien se están cerrando algunos "flecos".

En este caso, lo previsto es que en lo sucesivo las comunidades dejarán de hacer pruebas a toda la población, que se harán a las personas que indiquen los profesionales sanitarios. El borrador de la Ponencia apuntaba particularmente a  a personas de grupos vulnerables, como mayores de 60 años, personas con enfermedades graves o embarazadas. 

La vigilancia de contagios -el consabido recuento de la incidencia acumulada (IA)- tampoco será por tanto general [o hasta donde llegue el descontrol de los últimos meses entre comunidades que sí han estado contando los autotest de antígenos y las que no], sino a los mayores de 60 años, según el borrador.

Para determinar la evolución de la pandemia, se analizarán los casos graves, es decir, los que terminen con el ingreso en un hospital o en una UCI.

Para la población general se contagie de Covid pero con síntomas leves o sin ellos, el cambio más evidente es que dejará de ser obligatorio permanecer en aislamiento en casa durante una semana. Se terminará el "aislamiento estricto", que será sustituido por la "recomendación" de hacer reposo, sobre todo los primeros días y teletrabajar si es posible. Si se sale de casa, se pedirá a los contagiados por Covid que durante 10 días lleven mascarilla, reduzcan al máximo sus contactos sociales y extremen las precauciones.

Residencias y hospitales

Donde seguirán siendo más estrictas las instrucciones será en las residencias de mayores y hospitales, que son un ámbito vulnerable como pocos. En estos casos, sí seguirán siendo obligados los aislamientos ante un contagio. De cinco días siempre que el último se lleve 24 horas sin síntomas.

Según el borrador de la Ponencia, si un persona en una residencia tiene un diagnóstico positivo por PCR, deberá ser aislado del resto primero hasta que se tenga el resultado de la prueba y hasta cinco días después de confirmarse el diagnóstico. Si hay un primer resultado negativo y persisten los síntomas, se hará una segunda PCR en no menos de 48 horas. También estudiarán los contactos estrechos.

Si el positivo es alguien que trabaje en una residencia o centro sociosanitario, “no acudirá a su centro de trabajo durante los primeros cinco días”, dice el documento que con ligeras modificaciones se aprobará este viernes. Pasado ese tiempo y siempre que ya no presente síntomas desde 24 horas antes, volverá hacerse una PCR para confirmar el negativo y poder incorporarse al trabajo.

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