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Casado sube el tono tras el nuevo retraso del plan de reformas y exige a Sánchez que diga antes del 4-M si hará recortes

El presidente del PP, Pablo Casado.
DAVID MUDARRA

El líder del PP, Pablo Casado, ha incrementado la presión sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante un nuevo retraso en la entrega del plan de recuperación que el Gobierno tiene que presentar a la Comisión Europea para acceder a los 140.000 millones de los fondos de recuperación. Casado además pide al presidente del Ejecutivo que diga antes de las elecciones madrileñas del 4 de mayo si va a haber "recortes" o si "subirá impuestos".

Estas palabras de Casado llegan después de que el Gobierno retrasara de nuevo el envío del plan a Bruselas, después de que Sánchez lo anunciara ya el pasado 6 de abril. De hecho, Moncloa remitirá el documento a las instituciones comunitarias apurando al máximo el plazo para la entrega, que se acaba el 30 de abril. El Ejecutivo, eso sí, aseguró que tiene intención de cumplir el calendario, aunque "no es obligatorio". Además, el Gobierno no dará a conocer los detalles de las reformas hasta que Bruselas no empiece a publicarlas.

En un acto de la campaña, el líder de la oposición sostuvo que el Ejecutivo "aún no ha explicado" las reformas que quiere aplicar. "Vimos un Consejo de Ministros que aprobó algo que ni siquiera hicieron público y era la undécima vez que se reunían para vender un refrito que no tuvieron ni la gallardía ni el coraje de explicar a la opinión pública", sentenció Casado.

"Los jubilados tienen derecho a saber qué pasará con su pensión"

Casado, además, llamó a Sánchez a explicar "las reformas" antes de las elecciones madrileñas (que se celebran el próximo martes) porque, dijo el líder popular, "los jubilados madrileños tienen derecho a saber qué va a pasar con su pensión". Además, añadió que los jóvenes "tienen derecho a saber" si al final serán ellos los que "pagarán las deudas hasta el 2058" y España "va a seguir con las peores cifras de empleo hasta 2027" como sostiene el FMI.

"Que lo diga ahora y que no tome por tontos a los españoles", expresó Casado, que además quiso confrontar el modelo del PP con el de los socialistas. El líder de la oposición esgrimió que su partido "no va a lavar los platos" que, según él, van a dejar los socialistas. Casado lleva semanas asegurando que el PP es "la alternativa" al actual Gobierno, pero este miércoles argumentó que Sánchez "no puede pretender que pase como en el 2010" y que "luego pague el Gobierno del Partido Popular como siempre" y tenga que "salvar la recesión que deja el PSOE", en referencia a la crisis de 2008.

"Al Gobierno se le ven los trucos como a los malos magos de verbena"

El presidente del PP criticó que el Gobierno reconozca que lleva meses negociando las reformas con Europa pero que deja para el año 2022 "las reformas difíciles". A su juicio, al Ejecutivo "se le ven los trucos como a los malos magos de verbena" y España empieza a dejar de ser un país fiable "por culpa de Sánchez". A pesar de esto, Casado dice tener "la mano tendida" para pactar con el Gobierno un plan de choque económico, el plan nacional de reformas o crear una autoridad independiente para gestionar los fondos "sin corruptelas ni clientelismos".

Para reforzar su planteamiento, el presidente del PP recurrió al ejemplo de Italia. Casado recordó en este sentido que el primer ministro italiano, Mario Draghi, presentó un plan de recuperación para su país "pactado con la oposición, los agentes sociales y las regiones", algo que, a su entender, no ha ocurrido en España. Por eso le pidió a Sánchez que siga el ejemplo del mandatario italiano y que se ocupe "de lo que tiene que ocuparse" y no de "generar polarización entre los españoles".

El Gobierno no da detalles

El Gobierno, de momento, guarda bastante silencio. A lo largo de estas semanas se han producido ya tres retrasos. El 6 de abril Pedro Sánchez aseguró que el plan ya estaba finalizado y preparado para que lo aprobase el Consejo de Ministros, pero se demoró porque faltaban "detalles" por pulir con Bruselas. El 13 de abril el Gobierno tampoco lo aprobó, aunque Sánchez lo presentó esa semana en el Congreso. Por último, aunque el Consejo de Ministros dio luz verde al documento final este martes, todavía no lo ha remitido a la Comisión.

En cuanto al detalle sobre las reformas –en materia, por ejemplo, de impuestos, pensiones y mercado de trabajo–, la portavoz María Jesús Montero explicó que se irán conociendo a medida que el Gobierno remita a Bruselas las "fichas" sobre estas materias. Esas "fichas" tienen un mismo formato estandarizado para todos los países, y Montero sostuvo que, aunque el plan –un documento de unas 2.000 páginas– está ya finalizado, todavía están en curso los trabajos técnicos para adaptar la información al formato de esas "fichas", que son las que se remiten a la Comisión.

Del total de 210 medidas que contiene el primer documento publicado por el Gobierno, 110 son inversiones y 102 son reformas. Sobre la reforma de las pensiones, el Gobierno ha planteado acercar la edad real de jubilación a la edad legal, y para ello apuesta por desincentivar los retiros anticipados y promover que las personas sigan trabajando tras los 67 años, con bonificaciones para quienes lo hagan. 

Por otra parte, en cuanto a la reforma fiscal, el Ejecutivo incluye en el plan un impuesto al diésel, un impuesto al plástico e insiste en las tasas Tobin y Google. Además, Moncloa espera que las subidas del Impuesto sobre Sociedades, Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, estos últimos tributos cedidos a las comunidades, puedan entrar en vigor el próximo ejercicio.

En cuanto al empleo, la Comisión Europea pide a España una reforma laboral "amplia y ambiciosa" que ataje "con seriedad" el problema de la dualidad y consiga reducir el "muy elevado" desempleo entre la población joven. En el plan, el Gobierno reduce los tipos de contratos a tres: estable, temporal y de formación. Asimismo, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha intensificado los contactos con Bruselas para abordar esa reforma laboral.